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A por la eliminación urgente de las emisiones de CO<sub>2</sub>

Un grupo de expertos concluye que para descarbonizar el planeta se necesita mayor implicación de los Estados, el viraje de las empresas hacia la transición energética y una sociedad civil que exija productos sostenibles

Un niño y su padre esperan el autobús del colegio en Nueva Delhi, entre la polución causado por el polvo, las emisiones de las fábricas y la quema de carbón y basura para calentarse en invierno.
Un niño y su padre esperan el autobús del colegio en Nueva Delhi, entre la polución causado por el polvo, las emisiones de las fábricas y la quema de carbón y basura para calentarse en invierno.R S Iyer (AP)
Ángeles Lucas

A pesar de los históricos esfuerzos de los humanos por controlar la naturaleza y hacerla a su medida, a Venecia, con sus casas levantadas sobre el agua y sus barreras para controlarla, a veces se le cuela por la Plaza de San Marcos; como cuando la luna llena o nueva coincide con el viento siroco del Mediterráneo y provoca la marea llamada aqua alta, un desafío de los cielos. Para sus 260.000 habitantes y 30 millones de visitantes que recibe al año, el aumento de las temperaturas y su consecuente subida del nivel del mar, el cambio climático es una amenaza más palpable. Para poner en común ideas que eviten futuras catástrofes se ha celebrado estos días en la isla veneciana de San Servolo la V edición del simposio internacional Clima Cómo: Cómo implicar a la sociedad e implementar la descarbonización, un evento organizado por la Universidad Internacional de Venecia y la empresa textil Alcantara.

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“Es una ciudad que está en la primera línea del cambio climático. Os necesitamos”, declaró en la inauguración Umberto Vallani, embajador y presidente de la institución académica ante un aforo que concentra a una treintena de ponentes de empresas energéticas, automovilísticas, textiles, investigadores del ámbito de la alimentación, la biología, la toma de decisiones políticas o vinculados con la sociedad civil. Todos coinciden en que hay que enfrentarse a “un gran problema de forma urgente". Si en la pasada edición, a principios de marzo, la ciudad reflejaba la luz de la nieve que cubría sus islas; este año, en febrero, los ocho grados permiten el paseo al sol sobre las góndolas.  

Los expertos se centran en buscar soluciones para descarbonizar, un verbo definido como “el proceso mediante el cual los países u otras entidades tratan de lograr una economía con bajas emisiones de carbono, o mediante el cual las personas tratan de reducir su consumo de carbono”, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC). Una acción de buena voluntad que requiere, entre otras cuestiones, una transición hacia energías renovables o romper las dinámicas del consumismo en Occidente y su extensión a países como China o India, y cuyas consecuencias más directas recaen sobre los países del sur.

Una de las conclusiones del encuentro es implicar a todos los actores de la sociedad a ser conscientes "del problema urgente" y que cada uno de ellos juegue un rol. Entre otras cuestiones coinciden en plantear que por parte del Estado se legisle con penalizaciones ante el abuso de las emisiones o se incentive la transición energética; por parte de las empresas, que viren hacia la transparencia en sus políticas energéticas o que se introduzcan en la economía circular y vean en la descarbonización una oportunidad para cambiar de modelo y generar otro tipo de empleos y productos; y por parte de la sociedad civil, que exija como consumidora artículos o servicios gestados de forma responsable con el medio ambiente, para lo que se deben buscar fórmulas atractivas que fomenten esta demanda.

"La digitalización de la información sobre la sostenibilidad de las empresas permite a los inversionistas reubicar el capital hacia ellas", estima un excargo de la ONU

“La colaboración entre los sectores público y privado es la clave para liderar la descarbonización y recuperar el tiempo perdido. Los políticos y las corporaciones tienen que trabajar juntos en la definición de regulaciones e implementar acciones, con el apoyo de las oportunidades emergentes impulsadas por la tecnología y la digitalización. La digitalización de la información sobre la sostenibilidad de las empresas permite a los inversionistas reubicar el capital hacia ellas. Este es un gran avance y aceleraremos enormemente la descarbonización en todos los mercados", declaró en el encuentro George Kell, exdirector ejecutivo del Pacto Mundial de las Naciones Unidas.

Reducir el dióxido de carbono, concentrarlo, utilizarlo para hacer materiales o directamente eliminarlo son los retos que exponen a las empresas y países que han alcanzado una alta calidad de vida basada en la explotación de los recursos, pero a la que difícilmente renuncian, como se refleja en la ausencia de compromiso para cumplir el acuerdo de París; un texto en el que los países firmantes se comprometen a reducir los gases de efecto invernadero para que el aumento medio de la temperatura a final de este siglo no supere los dos grados respecto a los niveles preindustriales y que ya cuenta con reglas unificadas entre 200 países para combatir el calentamiento. A estos retos se suman a su vez los países que buscan su hueco en el desarrollo. Un panorama que se ve acrecentado por la previsión de los 9.700 millones de habitantes en el mundo previstos en 2050 que se querrán alimentar, vestir, formar y divertise en equidad de derechos. Todo, con el mismo planeta.

"Todo es un saco de palabras, pero estamos destrozando el planeta de forma irreversible. Es una labor de los directivos de las empresas transformar la sostenibilidad en oportunidades", dice el jefe de una compañía

El encuentro se ha celebrado con una notable presencia de asistentes de occidentales y de China, Japón y Corea, y una total ausencia de participantes de Latinoamérica y África. "Hemos traído a los países que contaminan más", justifica Andrea Boragno, director de Alcantara, empresa que ha facilitado la cobertura del encuentro.  "No nos movemos lo suficientemente rápido. Todo es un saco de palabras, pero estamos destrozando el planeta de forma irreversible. Es una labor de los directivos de las empresas transformar la sostenibilidad en oportunidades. No es fácil, pero hay que hacerlo. No se puede continuar viendo la sostenibilidad como un coste. Y la tecnología podría asumir un papel muy importante.", añadió Boragno durante las jornadas.

Los participantes acordaron también que la acción de la sociedad civil tiene que ser lo suficientemente potente como para que las empresas y paises se vean comprometidos a descarbonizar la energía y sus productos. “Por jóvenes de hoy y por las generaciones futuras, debemos aumentar la ambición, descarbonizar las economías y desarrollar la resiliencia. Las artes y la forma de contar las cosas pueden crear una profunda empatía y esa es una herramienta muy poderosa, especialmente para grupos como Connect4Climate, que trabaja en mensajes que conectan con las personas e inspirarán un cambio positivo", declaró Giuglia C. Braga, gerente de programas de los grupos del Banco Mundial en una ciudad sin apenas carreteras, ni coches, donde la oscuridad de la noche permite que se aprecien las estrellas.

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Sobre la firma

Ángeles Lucas
Es editora de Sociedad. Antes en Portada, Internacional, Planeta Futuro y Andalucía. Ha escrito reportajes sobre medio ambiente y derechos humanos desde más de 10 países y colaboró tres años con BBC Mundo. Realizó la exposición fotográfica ‘La tierra es un solo país’. Másteres de EL PAÍS, y de Antropología de la Universidad de Sevilla.

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