Alma de verano en Sicilia
Esta vivienda del siglo XIX cercana a Siracusa es fruto de un sueño: reunir a la familia en los meses estivales. Así nació este regalo de un empresario a su esposa por su 60º cumpleaños. Hoy da forma a un collage de piedras del lugar y ruinas clásicas.
Cuando Elena Lops cumplió 60 años, su marido, el empresario Pino Lops, le regaló esta finca agreste, cerca de la costa de Siracusa, en el sureste de Sicilia. Ella pensó que restaurar una vieja granja del siglo XIX rodeada de olivos y alcornoques era un trabajo tan complejo y entretenido como mantener unida a una familia. Así que encargó la reforma a Draga Obradovic y Stefano Guidotti.Los diseñadores plantaron limoneros y palmeras y rescataron el caserón respetando las estancias y amueblándolas con piezas contemporáneas. Hoy, los establos se han convertido en habitaciones, cada una de un color. Las artesanías locales y los bancos de obra conviven con los muebles de diseño. Y para ayudar al mantenimiento de la casa, los propietarios la alquilan siempre que ellos no la ocupan.
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