_
_
_
_
COLUMNA
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Diálogo unilateral

El Gobierno cede siendo consciente de que la otra parte no parece dispuesta, y propone una distensión unilateral

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su reunión con el secretario general de la OTAN Jens Stolberg.Vídeo: Álvaro García (EL PAÍS) / ATLAS
Ricardo Dudda

Quim Torra quiere negociar de tú a tú con el Gobierno. Es una reivindicación clásica del independentismo, que quiere una relación bilateral con España, y no multilateral como las demás autonomías. En el último mes ha habido gestos que han confirmado esa posición. La líder de la oposición en Cataluña, Inés Arrimadas, se negó el mes pasado a reunirse con Torra hasta que no se distancie del plan independentista de Puigdemont y quite un gran lazo amarillo de la fachada de la Generalitat. Arrimadas perdió la oportunidad de demostrarle que gobierna una autonomía en la que ella ganó las elecciones. A Torra posiblemente le habría molestado la normalidad institucional. Prefiere perpetuar una sensación de excepcionalidad, a la que contribuyó inevitablemente Arrimadas.

Más información
Sánchez ofrecerá a Torra desbloquear inversiones y 31 competencias
Columna | Distensión; por Enrique Gil Calvo

Estos días, la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, ha hablado de que Cataluña exige una “respuesta específica”. Es cierto. Por mucho que el constitucionalismo quiera traer de vuelta al Govern hacia el autonomismo, es obvio que las relaciones con Cataluña son excepcionales. Hablar de infraestructuras o financiación no parece suficiente.

Pero esta distensión del Gobierno se produce mientras en ERC se habla de que el autonomismo ha muerto y en el PDeCAT de que la vía unilateral sigue viva. Torra ha hablado de reeditar el 1 de octubre, y ha usado la neolengua independentista: lo que tienen que hacer es “ir creando el momento”. No parece muy sensato pensar que esto son solo palabras, especialmente cuando no se cumple todavía un año del golpe parlamentario de los días 6 y 7 de septiembre, el 1 de octubre y la declaración unilateral de independencia (DUI) de finales de ese mes. El Gobierno cede siendo consciente de que la otra parte no parece dispuesta, y propone una distensión unilateral. Da la sensación de que Batet ofrece al independentismo recuperar competencias, revisar artículos del Estatut rechazados por el Constitucional, y mayor inversión pública solo para que no vuelvan a la ilegalidad y la unilateralidad. Esta tesis es algo que molesta a independentistas y catalanistas: que el independentismo se puede comprar.

El diálogo entre Sánchez y Torra tiene que ser sin cortapisas, como se ha dicho. Está bien que sea así. Resultaría ridículo que hubiera temas vetados. Torra puede pedir un referéndum y Sánchez puede negárselo. Resulta sorprendente que el independentismo considere esto una “gran victoria”, como afirmó Joan Tardà. El líder de ERC de hecho votó en el Congreso a favor de la nueva RTVE con la única condición de que Sánchez y Torra pudieran hablar de todo, incluido el referéndum. Transmite una sensación de derrota. Parece que solo le importa poder decir que hablaron del referéndum, a pesar de que lo harán desde posturas antagónicas. El independentismo quiere volver a tener la iniciativa. El nuevo Gobierno se la ha quitado, pero no puede caer en el error de darle demasiado a quien nunca se puede quedar satisfecho.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_