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Sancionada una científica por hacer pasar su propia sangre como si fuera de 98 pacientes

María Cristina Miron trabajaba en uno de los mejores centros del cáncer del mundo, el MD Anderson

Manuel Ansede
María Cristina Miron Elqutub trabajó dos años en el MD Anderson de la Universidad de Texas.
María Cristina Miron Elqutub trabajó dos años en el MD Anderson de la Universidad de Texas.MD Anderson

Una bióloga ha sido sancionada en EE UU por hacer pasar su propia sangre como si fueran muestras de 98 pacientes en investigaciones sobre la genética del cáncer. La científica, María Cristina Miron Elqutub, trabajaba en uno de los mejores centros oncológicos del mundo, el MD Anderson de la Universidad de Texas, en Houston, cuando “se involucró intencionadamente y con conocimiento en una mala conducta científica al falsificar y/o fabricar datos”, según ha informado en un comunicado el Departamento de Salud y Servicios Humanos del Gobierno de EE UU.

El organismo ha detallado que “la demandada incurrió en mala conducta científica al registrar fechas y proporcionar sus propias muestras de sangre para que fueran falsamente rotuladas como pertenecientes a 98 sujetos de estudio”. Uno de esos estudios, publicado en 2015 en la revista especializada Cancer, identificaba variantes genéticas de riesgo para sufrir carcinomas de las glándulas salivales, unos tumores malignos de origen desconocido. La investigación fue retractada en enero de 2018.

La Oficina de Integridad de la Investigación de EE UU ya ha denunciado seis casos de científicos que falsificaban sus experimentos

María Cristina Miron Elqutub trabajó en el MD Anderson entre agosto de 2010 y noviembre de 2012. No han trascendido sus motivos para llevar a cabo el engaño. La bióloga, hoy empleada en una escuela secundaria de Texas, declina comentar su caso, según ha informado el periódico local Houston Chronicle. El MD Anderson subraya, a través de un portavoz, que el fraude no afectó a la salud de ningún paciente y que el centro actuó "de manera inmediata" ante las primeras sospechas.

El de Elqutub es el sexto caso de mala conducta científica denunciado en 2018 por la Oficina de Integridad de la Investigación, que controla las investigaciones biosanitarias pagadas con fondos federales. El científico Gareth John ha reconocido el falseamiento de algunos experimentos en su laboratorio especializado en patologías del sistema nervioso —como la esclerosis múltiple— en la Escuela de Medicina de Icahn en el Monte Sinaí de Nueva York. El cristalógrafo Krishna Murthy, de la Universidad de Alabama en Birmingham, también fabricó datos durante años en una decena de investigaciones, relacionadas por ejemplo con la estructura del virus del dengue y publicadas en prestigiosas revistas, como Nature.

También este año, la Oficina de Integridad de la Investigación ha detallado el caso de Bhagavathi Narayanan, antigua profesora de la Universidad de Nueva York y señalada por falsificar experimentos en tres estudios relacionados con tumores, como el cáncer de cuello de útero. La investigadora Colleen T. Skau, antes en los Institutos Nacionales de la Salud de EE UU, también fue cazada falsificando experimentos relacionados con la diseminación de células tumorales. Sus trabajos fueron retractados de Cell y PNAS, dos revistas de primera fila. Y la química Brandi M. Baughman también ha sido descubierta haciendo trampas en varios experimentos en un centro de descubrimiento de fármacos de la Universidad de Carolina del Norte.

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Sobre la firma

Manuel Ansede
Manuel Ansede es periodista científico y antes fue médico de animales. Es cofundador de Materia, la sección de Ciencia de EL PAÍS. Licenciado en Veterinaria en la Universidad Complutense de Madrid, hizo el Máster en Periodismo y Comunicación de la Ciencia, Tecnología, Medioambiente y Salud en la Universidad Carlos III

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