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En las series de TV se escuchan podcasts

Los protagonistas de series como Master of none y Love escuchan podcasts

Aziz Ansari, creador y protagonista de Master of none, en una escena de la serie.
Aziz Ansari, creador y protagonista de Master of none, en una escena de la serie.Netflix

Estos días que estamos celebrando el Día Mundial de la Radio y, por consiguiente, reivindicamos a un medio de comunicación presente en nuestras vidas desde hace décadas, es importante señalar que los podcasts también pueden ser protagonistas de los relatos con más audiencia de nuestra contemporaneidad. Decíamos en el primer post de este blog que si en los siglos XVII y XVIII el teatro concitaba la atención de los ciudadanos, en el XIX lo fue la literatura, en el XX fue el cine y en el XXI están siendo las series de televisión y los videojuegos aquellos lugares a los que los humanos vamos a explicarnos quiénes y cómo somos, no es descabellado pensar en el podcasting como ese tercer formato que capte los anhelos, las historias y pasiones de los seres humanos contemporáneos.

Buena parte de la normalización de una tecnología radica en su invisibilidad, es decir, cuando llega el momento en el que se convierte en tan omnipresente que no nos damos cuenta de que está ahí. En este sentido, es curioso observar la presencia del concepto podcasting en nuevas series americanas como American Vandal, Love y Master of none. Analizaremos brevemente cada uno de estos casos para saber de qué modo la incorporación orgánica y natural de una escucha de podcast por parte de los personajes principales de una serie de éxito puede ayudar a difundir el formato.

American Vandal es una serie que parodia a los conocidos documentales de true crimes. Casos televisivos como Making a Murderer en Netflix o The Jinx en HBO son buenos ejemplos de ellos. Sin embargo, el true crime que conquistó en 2014 a millones de estadounidenses fue un podcast llamado Serial. Siguiendo el mismo formato que combina testimonios de los involucrados, fragmentos de reportajes televisivos o grabaciones caseras, American Vandal es también la historia de un crimen que origina un enorme misterio. Aquí el crimen es ficticio, insignificante e incluso burlesco, pero la idea de poner como referente al podcast Serial es toda una declaración de intenciones. Los protagonistas de American Vandal imitan a Sarah Koenig -creadora de Serial- y a todo su equipo en la intrahistoria de la investigación: ¿son los narradores fiables?

En Love se narra lo hermoso y complicado que resulta enamorarse. Los jóvenes que interpretan a los personajes principales tienen como escenario laboral la emisora de radio satelital, Gravity. Una de las tramas habla de una joven podcaster que se resiste a ser fichada por esta radio porque los podcasts son más “guays” y “auténticos”. Finalmente accede y acaba en la antena de radio convencional. ¿Podríamos imaginar una trama así, aunque fuera de forma secundaria, en una serie española? ¿Sería este planteamiento entendido por el espectador medio español como un conflicto real? Lo cierto es que no. Todavía queda mucho camino por recorrer.

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Por último, una serie como Master of none coloca el hecho de escuchar podcasts dentro de la cotidianidad de sus personajes. De la misma forma que ven series en la tele, partidos de fútbol o salen a cenar, escuchan podcasts. Así lo demuestra el personaje que atiende una parada de tacos a la que acuden Dev (Aziz Ansari) y su amigo Arnold (Eric Areheim). Pero también en otro momento de la segunda temporada cuando, ya en la ciudad italiana de Modena, Dev ha planeado una comida individual en la Hosteria Giusti para su cumpleaños. Allí, conoce a una mujer, Sara, que accidentalmente ha reservado una mesa para el mes siguiente y le dicen que el restaurante está lleno. Dev la invita a unirse a él en su mesa y ella responde: "Si esto se pone raro, con lo que quiero decir, si te vuelves raro, entonces me voy a poner los auriculares, escuchar un podcast y simplemente comer la comida".

Estos tres ejemplos son válidos para afirmar una teoría nada descabellada y bastante sencilla: ¿Y si los creadores, novelistas, guionistas, dramaturgos, directores de cine, youtubers, actores, políticos, cantantes de este país no solo escucharan podcasts, sino que, además, los incorporaran a sus relatos, a sus guiones, a sus canciones? ¿Conseguiríamos así el efecto contagio? ¿Y si lo probamos?

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