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Un reloj frente al paso del tiempo

NO HAY MAYOR ironía para una máquina de medir el tiempo que el transcurrir de las horas sea a la vez su peor enemigo! Con el implacable giro de las agujas, la eficiencia de los relojes va decayendo hasta el punto de que acaban mostrando una hora inexacta. Con el Clifton Baumatic (2.600 euros), Baume & Mercier ha conseguido retrasar este proceso, que normalmente se manifiesta en un par de años, hasta un lustro completo. Durante ese periodo, este modelo funciona día y noche sin descanso y a pleno rendimiento. No es esa su única cualidad extraordinaria: gracias al silicio, la influencia de los campos magnéticos sobre la maquinaria se reduce considerablemente. Eso sin mencionar su precisión y autonomía, que hacen de este elegante diseño un objeto atemporal y duradero. 

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