Los niños de cinco años, ¿tacaños o derrochadores?
Un último estudio de la Universidad de Michigan concluye que la conducta de ahorrar o gastar parece ser innata
Cinco años. Esta es la edad en la que los niños empiezan a discernir su actitud frente al dinero. Si serán tacaños o derrochadores. Esta es la principal conclusión de un último estudio elaborado en la Universidad de Michigan (Center for Human Growth and Development). Además, el estudio afirma que la decisión es una respuesta innata, “que no se hace por imitación”, según se explica en un comunicado del propio centro educativo.
El método usado para la investigación es la escala “Derrochador-Tacaño” (ST-TW, según sus siglas en inglés) que cuantifica “las diferencias individuales del sufrimiento asociado al gasto”. Normalmente es una escala que se usa en adultos y que en esta ocasión los autores han adaptado para ser usada con pequeños entre los 5 y los 10 años. Los sujetos a estudio fueron un total de 255 niños, a los que se les hicieron varias preguntas relacionadas con gastar o ahorrar dinero y a los que además se les dio un dólar para que hicieran lo que quisieran con él: comprar un juguete o quedárselo. Los niños que se inclinaron más por derrochar “compraban más cosas”, mientras que los más tacaños tendían a ahorrar. Hasta aquí todo parece sensato.
A continuación, los investigadores decidieron estudiar de forma independiente a los progenitores de los pequeños sobre su uso del dinero. Tras los resultados, los investigadores no hallaron ningún vínculo significativo entre la conducta del padre y su hijo. Aunque los autores reconocen que este hecho se podría deber a que progenitores y niños contestaron a preguntas diferentes.
“Hicimos a los niños preguntas que tenían un componente emocional con relación al comportamiento de ahorrar o de gastar y concluimos que sus respuestas emocionales son predictoras de su conducta”, explica el autor principal Craig Smith en la web de la universidad. “O lo que es lo mismo, los niños que tienden a derrochar, a pesar de que el artículo ofrecido no les volvía locos, se gastaban igual el dinero”, añade.
Resumiendo los puntos fundamentales son los siguientes:
- El comportamiento de los menores entre cinco y 10 años es similar al de los adultos, gastar o ahorrar dinero no depende solo de lo mucho que les guste un artículo, sino de la orientación emocional que tengan hacia comprar o ahorrar.
- Tras los resultados, los niños a estas edades tendieron a ser tacaños, hasta cuatro veces más, que derrochadores
- Los autores se sorprendieron de que los niños tan jóvenes pudieran reconocer sus respuestas emocionales con tanta precisión.
Entonces, ser tacaño o derrochador ¿de qué depende?. ¿Está conectado con el temperamento, es de origen natural, o se aprende por imitación? Preguntas que en este momento están siendo estudiadas. En el futuro, los investigadores planean medir la experiencia de los niños con el gasto como una variable potencialmente importante, ya que, según los autores, “esta predisposición temprana respecto al gasto podría significar malas decisiones financieras en su vida futura y es importante intervenir a tiempo para asegurarse de que la gente esté en la vía financiera correcta”.
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