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La paradoja y el estilo
Columna
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Una histórica reunión

La imagen de cinco mujeres históricamente reunidas, símbolos de la independencia del machismo, ante la de varios caballeros arrastrándonos a un lío histórico

Carles Puigdemont y su gobierno tras el referéndum ilegal celebrado el 1 de octubre en Cataluña.
Carles Puigdemont y su gobierno tras el referéndum ilegal celebrado el 1 de octubre en Cataluña.EFE (Jordi Bedmar Pascual)
Boris Izaguirre

Un poco mareado de tantas banderas y discursos, decidí revisar unilateralmente el momento final del reciente desfile de Versace en el que la diseñadora de la firma, Donatella, salió acompañada de las cinco mujeres que impusieron en el mundo el término top model.Carla Bruni, Claudia Schiffer, Naomi Campbell, Cindy Crawford y Helen Christensen aparecieron deslumbrantes, icónicas, colocadas en pedestales, en plan diosas pero también como héroes de una patria llamada Moda.

Y una vez que Donatella echó a andar, cada una de ellas ayudó a la siguiente a incorporarse a la pasarela y desfilar como si avanzaran en la historia, entre ovaciones, emoción desbordada, lágrimas en los ojos. Las vi como superhéroes que habían conseguido burlar los peores enemigos de la mujer activa: la edad y el sobrepeso. Cada una de ellas avanzaba representando una nacionalidad, Bruni es italiana exiliada en Francia y, además, ha sido primera dama de la República. Schiffer es alemana, exnovia de un mago, musa de otro mago llamado Lagerfeld. Naomi es negra y británica. Cindy morena, con lunar, estadounidense, y Christensen tiene padre danés y madre boliviana. Me di cuenta de que las top models fueron la primera imagen global, una versión glamurosa de la publicidad de Benetton. Son las mamás de Instagram, donde no importan las nacionalidades sino quién seas o en quién consigues convertirte.

Bravo por Versace. El desfile y la colección rendían un homenaje al diseñador, fallecido hace veinte años. Mientras el quinteto avanzaba se escuchaba Freedom de George Michael, uno de los himnos de los años noventa y en cuyo vídeo Linda Evangelista parecía apoderarse de la identidad de Michael y ser ella la cantante. Pero Linda no estuvo presente en la pasarela, y esa ausencia generó todo tipo de comentarios, ya que Evangelista fue la más top model, la más camaleónica, la más cambiante de rasgos y peinados. Y continuó cambiando hasta que hace días no fue incluida en el quinteto porque ha engordado y, por ello, no cumple con la idea de que los cincuenta son los nuevos treinta que representan las elegidas por la excluyente actitud de Donatella. Estoy en el batallón de los que habría preferido ver a Evangelista desfilar junto a sus compañeras, dando una imagen de unidad. Me irrita que la casa Versace no haya ofrecido una alternativa negociada a su llamativa ausencia.

Carla Bruni, Claudia Schiffer, Naomi Campbell, Cindy Crawford y Helena Christensen, en el desfile de Versace en París.
Carla Bruni, Claudia Schiffer, Naomi Campbell, Cindy Crawford y Helena Christensen, en el desfile de Versace en París.Getty

Siempre me identifiqué con Linda más que con las elegidas. Después, cuando conocí a Cindy en Crónicas sentí que hablaba como una abogada cara con una dicción impecable. “Tienes mucha actitud”, me dijo. A Naomi la conocí en un programa de Isabel Gemio y me dio un beso en la boca largo y cariñoso, muy Velvet, pese a que en ese momento la juzgaban por haberle tirado un teléfono a la cabeza a una asistente. Carla me concedió una entrevista telefónica en la que hablaba tan en susurros que reconocí que había heredado la sordera de mi padre y entonces habló todavía más quedo. Carla, que visitó España como cantante y primera dama francesa, debería volar a Barcelona y calmarlo todo con sus canciones. Claudia Schiffer inauguró un Fashion Café en Barcelona en 1996, plena era Pujol. Y en una cena madrileña para Christensen, posterior a su exposición de fotos sobre carreteras a oscuras, me sentaron a su lado. Me preguntó cómo siendo venezolano tenía nombre ruso y yo quise saber qué era lo más boliviano de su belleza. “Mi manera de pensar”, me dijo. Observándolas en ese desfile triunfal me di cuenta de que las conozco mejor que a los líderes top de la independencia catalana.

Y es que la imagen del quinteto precedió a la que ofreció el Govern arropando a Puigdemont durante el anuncio de los resultados del 1 de octubre. Eran más de cinco pero, por necesidad técnica, los informativos achicaron la imagen y solo veíamos a Puigdemont con cinco varones. Tal y como están las cosas, no creo que alguien haya querido rendir un velado homenaje al quinteto de top models, pero sí podemos comparar ambas imágenes. La de cinco mujeres históricamente reunidas, símbolos de la independencia del machismo, y otra de varios caballeros arrastrándonos a un lío histórico. Mi marido, que mantiene fantástico peso y humor, me hace ver que mientras el Banco Sabadell cambia de sede, el premio Planeta resiste convocando para la semana que viene en Barcelona. Espero que acudan todas las top models. Linda incluida.

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