Linda Evangelista, ‘top model’ en el ostracismo
Versace la dejó fuera en el homenaje al diseñador fallecido en 1997
Mientras subía el telón empezó a sonar Freedom 90 de George Michael. Sobre unos pódiums posaban Claudia Schiffer, Naomi Campbell, Cindy Crawford, Carla Bruni y Helena Christensen con vestidos de Versace que dejaban ver que aún tienen cuerpazos. Las míticas tops de los 90 convertían de forma inmediata el homenaje por el 20 aniversario de la muerte de Gianni que se celebró el fin de semana pasado en un momento icónico de la historia de la moda.
Casi tan rápido se multiplicaron los mensajes en las redes preguntando por Linda Evangelista, una de las supermodelos favoritas de los fans entonces y la gran protagonista del videoclip de George Michael que homenajeó esa época. Evangelista salía más que ninguna otra en el vídeo, pero ahora faltaba en ese escenario.
La respuesta parecía estar en unas fotos de ella en la calle, captadas por un paparazi hace más de un año y en las que se ve a la maniquí con exceso de peso y descuidada. Casi irreconocible. Otros mensajes sugerían que la exmodelo de 52 años no tiene buena relación con ninguna de sus antiguas compañeras de trabajo, ni con Donatella Versace. Linda Evangelista ha aparecido estos días, aunque bastaba con echar un vistazo a sus últimas publicaciones en Instagram para cuestionar o descartar esas teorías.
El 14 de agosto Linda Evangelista subió a su cuenta de Instagram uno de sus últimos trabajos. Una fotografía para el número de septiembre de Vogue, el especial del 125 aniversario de la revista, tomada por Annie Leibovitz. En ella se ve a la modelo sentada vestida con unos vaqueros anchos, zapato plano y un chaquetón negro.
Un atuendo que no permite decir si su físico está tan bien conservado como los de Claudia Schiffer o Naomi Campbell, pero desde luego no está gorda, aunque claro, la imagen podría estar retocada. La foto actual de ella anterior a esta es de mayo. Se la ve en la peluquería con un secador de pie sobre su cabeza. Parece más rellenita, aunque más bien luce simplemente como una mujer de su edad.
Respecto a la mala relación de la canadiense con el resto de top models con las que compartió el trono o con Donatella Versace, Evangelista habla muy claro en sus redes sociales. Subió una foto de Gianni Versace el 15 de julio con el mensaje: “Se te extraña continuamente y siempre estarás en mi corazón”. Luego hay multitud de fotos antiguas con Naomi Campbell, Helena Christensen y con Christy Turlington, otra top de la época que por cierto tampoco estuvo en el homenaje organizado por Donatella. También faltó Stephanie Seymour. Ese podría ser el motivo de la ausencia de Evangelista, el más sencillo, que no podían estar todas y se escogió a cinco de las más relevantes. Sin desmerecer a Turlington o Seymour, Linda Evangelista tuvo un papel mucho más estelar en la era de las tops. La prueba es que su ausencia sí ha provocado reacciones.
Ante el debate suscitado, esta misma semana se ha fotografiado a Evangelista por las calles de Nueva York. Una instantánea que muchos consideran la prueba definitiva del cambio físico de la modelo, incompatible con ponerse un mini vestido y subirse a una pasarela. En la foto no parece una supermodelo, pero tampoco una mujer deteriorada y con sobrepeso. Lleva una gabardina ancha que le llega por la rodilla, una bufanda al cuello, gorra y gafas de sol. De nuevo, es imposible determinar si está estupenda o estropeada. Desde su aparición en la gala del MET en 2015, donde sí se pudo ver que tenía unos kilos de más, nadie cuestiona que Linda Evangelista no ha soportado el paso de los años tan bien como otras de sus compañeras.
Ella ha hablado sobre el tema, asegurando que quería llegar a vieja “de una forma divertida”, y que cuando se operase lo contaría. La cuestión no es cómo está o cómo ha decidido alcanzar la edad madura, sino si es lógico que no haya sido invitada al homenaje a Versace al no lucir tan espectacular como las otras tops. O por el contrario, si es un error de Donatella ya que hubiese sido aún más bonito ver junto a esas deslumbrantes cincuentonas a una mujer que sigue siendo bella aunque haya envejecido de una forma más “humana”.
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