_
_
_
_
RED DE EXPERTOS
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Ser joven y negro en Brasil, un riesgo y una oportunidad

Revertir los alarmantes índices de violencia en el país sudamericano es posible a través de la cultura, el arte y el deporte

Niños juegan al fútbol en Salvador de Bahía (Brasil).
Niños juegan al fútbol en Salvador de Bahía (Brasil).Mariana Ceratti (Banco Mundial)
Más información
¿A qué países les sale más cara la violencia?
La violencia, principal causa del desarraigo infantil
Brasil no existe

Ser joven, varón, de raza negra y vivir en una zona urbana  de Brasil supone un riesgo grave de ser víctima de un crimen violento. A pesar de innumerables esfuerzos, el país no consigue dejar de ocupar un lugar destacado entre los más violentos del mundo. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, sus ciudades se encuentran año tras año entre aquellas donde se produce un mayor número de homicidios del mundo. Con 21 por cada 100.000 habitantes en el año 2014, Brasil no se encuentra entre los países con mayor número de muertes violentas, pero sí ostenta el triste récord de tener el mayor número de ciudades donde la violencia alcanza tasas alarmantes.

La situación es especialmente dramática para la población joven, con edades comprendidas entre los 15 y los 29 años y del sexo masculino, para la cual esta tasa llega a 52 casos por cada 100.000 habitantes. Y si a esto se suma la raza de la víctima, la tasa de victimización de la población joven afro-brasileña llega a 82, casi el triple de la de la población blanca de la misma edad. Y esto sin contar los casos de violencia no letal, que muchas veces tienen consecuencias permanentes para la salud de la víctima, o el enorme número de incidentes no reportados en Brasil, que según algunas estimaciones supera el 40%.

Brasil ostenta el triste récord de tener el mayor número de ciudades donde la violencia alcanza tasas alarmantes

Hasta el año 2004 la tasa interanual de crímenes violentos en este país venía aumentando en más del 8%. Ante la gravedad de la situación se decidió aplicar un plan de desarme que contribuyó a reducir sustancialmente el ritmo de crecimiento de los índices de violencia. A partir de ese año dicha tasa se estabilizó en poco más del 2% favorecida por un contexto de expansión económica, de reducción de la desigualdad y de mejora de los indicadores de salud y educación.

Los Estados y Municipios de Brasil han contribuido a esta mejora por medio de programas dirigidos específicamente a la población joven urbana de bajos ingresos, con el objetivo de ofrecer alternativas de formación y recreación, así como de fortalecimiento de la salud y la educación para fomentar trayectorias positivas hacia la vida adulta.

A pesar de los esfuerzos realizados, Fortaleza, la capital del Estado de Ceará, en el nordeste del país, sigue presentando la mayor tasa de crímenes violentos del país con 81,5 muertes por cada 100.000 habitantes. A diferencia de otras ciudades, que han visto caer el número de homicidios en años recientes, en esta localidad han aumentado vertiginosamente. Allí viven cerca de 450.000 jóvenes en hogares cuyos ingresos son inferiores a los 315 dólares americanos del salario mínimo mensual. Por ello, el gobierno local ha decidido aplicar, además de programas de educación y seguridad, una amplia estrategia de actividades y servicios destinados a los jóvenes que viven en los barrios con los índices de violencia más elevados. La meta es mejorar las capacidades y las condiciones de inserción en el mercado de trabajo de estos jóvenes, llevando una amplia gama de oportunidades de formación al corazón mismo de los barrios.

El principal eje de esta estrategia son los Centros Urbanos de Cultura, Arte y Deporte (CUCA), que ofrecen actividades de recreación y de formación de alta calidad totalmente gratuitas para jóvenes con edades comprendidas entre los 15 y los 29 años. Las tres unidades existentes se ubican en el epicentro de los barrios con mayores problemas de violencia y, desde que en 2009 se inauguró el primer centro, más de 70.000 jóvenes han participado en cursos extensivos de formación profesional, deportes, salud y refuerzo escolar, entre otros. Desarrollan igualmente diversas actividades generales con las comunidades adyacentes, como campañas de búsqueda activa de beneficiarios y de referencia directa a servicios de salud, asistencia social y educación. El Municipio imparte también cursos intensivos de preparación para la universidad, financiación de microproyectos para emprendedores o formación en nuevas tecnologías.

La tasa de victimización de un joven afro-brasileño es el triple que la de uno blanco

Estos centros, que cuentan con la participación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), pretenden ser un espacio de encuentro y convivencia de la población joven que favorezca la sociabilidad y que permita nuevas formas de interacción y de obtención de vivencias, valores y comportamientos. Un estudio cualitativo reciente indica que los jóvenes que frecuentan los CUCA demuestran cambios positivos en su comportamiento, mejoran sus habilidades socioemocionales, su autoestima, así como su capital social y cultural. También se percibe que estos Centros contribuyen a alejar a los jóvenes de conductas de riesgo y provocan una mejora en la sensación de seguridad de los barrios beneficiados.

Con los mismos objetivos de revertir la situación de violencia y alcanzar a un número mayor de jóvenes en situación de vulnerabilidad social, Fortaleza planea construir tres nuevos CUCA en barrios de la periferia y expandir los programas de formación profesional para jóvenes, apostando porque ellos sean el motor del desarrollo económico de esta región de Brasil en las próximas décadas y no apenas una estadística más en los índices de violencia mundial.

Francisco Ochoa es especialista en protección social en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_