Los huevos, ni tocarlos
No puede ser que también se envenenen los huevos. Cualquier cosa pueden hacer los malvados codiciosos pero, por favor, no toquen los huevos. Este sencillo y barato alimento, culmen de la gastronomía universal, reúne todas las características gourmet del mejor manjar: retrogusto, textura, sabor, color... por lo que es difícil encontrar un alimento tan extraordinario. ¿Cómo es posible que, por codicia, alguien quiera privarnos de este lujo? Por favor, los huevos, ni tocarlos.— Joaquín Fernández Sánchez. Pozorrubio de Santiago (Cuenca).
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