Florituras
El mundo de la política cada vez está más despegado de las inquietudes terrenales
Si buscas en Google la frase “sólo quiero dormir”, aparecen 1.730.000 resultados. De “sólo quiero dormir y no despertar”, 5.520.000. De “reducción del techo de gasto”, en cambio, 472.000. Significa que pierde por goleada la “reducción del techo de gasto”. Suponemos que reducir el techo de gasto quiere decir reducir el gasto, a secas, aunque si se le incrusta el término “techo” parece una cosa más técnica. Hay gente que alarga las frases por no alargarse el pene. Si usted le dice a su cónyuge que tienen que reducir el techo de gasto, lo más probable es que su cónyuge le pregunte si se ha tomado la medicación. Y es que en la vida real se reducen los gastos sin necesidad de recurrir a ningún techo: los gastos de vacaciones, los de la compra, los de la ropa, los del cine o el teatro… En el mundo de la política, cada vez más despegado de las inquietudes terrenales, se complican las frases para despistar.
Sin embargo, “sólo quiero dormir” carece de floritura alguna. Cuando tu cónyuge te dice que solo quiere dormir, es que ha alcanzado un estado de agotamiento preocupante, quizá porque lleva un año reduciendo el techo de gasto. Pero si te dice que solo quiere dormir y no despertar, no lo dudes: se encuentra al borde del colapso. Por eso se consumen tantos ansiolíticos, porque las pastillas atontan y bajan el techo de la angustia. En fin, no quiero amargarles el día, pero cuando buscas en Google “me quiero morir” aparecen 3.670.000 entradas, unas cinco veces más que “techo de gasto”. Lo increíble, en tal situación, es que el techo de gasto se fije todos los años y que no se regule la eutanasia. Otra muestra más de que nuestros gobernantes viven en una dimensión paralela. Y aquí lo dejamos porque sólo quiero dormir.
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