13 fotos¿Cuál lleva alcohol? ¿Y nata? 13 formas distintas de pedir un caféVienés, capuchino, nube, cortado… Un experto barista desgrana las peculiaridades de cada variedadSonia Fornieles11 ago 2016 - 10:40CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlace“La palabra ‘ristretto’ significa restringido o limitado. Se refiere al hecho con máquina de expreso, pero con muy poco café y muy intenso”. Más o menos un dedo. “El tiempo de infusión del café tiene que ser como mínimo de 20 segundos para sacar lo mejor”. Como hay poco líquido conviene precalentar la taza antes de servirlo para evitar que se enfríe.Se trata de un café preparado con la máquina expreso, pero con más agua en el momento de hacerlo (no como el americano). Esto quiere decir que la molienda (grano) tendría que ser un poco más gruesa que para el expreso. “Si ves que el barman pulsa el botón dos veces, el sabor será más amargo y con posibles toques de madera e incluso de carbón”.“Es la bebida fría a base de expreso por excelencia, atractivo a la vista y muy fácil de preparar en una coctelera”. Si usa azúcar granulado hay que disolverla en el expreso caliente antes de poner el hielo. “El sabor del café será mucho más suave que el de un expreso solo ya que se diluye con los hielos cuando se derriten”.Se llama así porque es un “café hecho expresamente para mí”, cuenta Ossenblok. “Se inventó este sistema para poder hacer cafés individuales”. El volumen es de 30 mililitros. La intensidad es mucho más alta que un café de filtro, pero menor que el ‘ristretto’. “Cuanto más dulce es el sabor, mejor es el expreso”.“Este es ideal para los que quieren más cantidad de café con la misma intensidad y sabor”. Al contrario de lo que muchos piensan, el expreso doble no es más intenso que el expreso solo. Simplemente son dos cafés unidos en una misma taza. “Esto significa que va a consumir el doble de cafeína, pero también el doble de líquido”.Durante la II Guerra Mundial los americanos que estaban en Italia pedían su café en el bar y les servían un expreso. El soldado miraba al camarero y decía, “he pedido un café, no un chupito”. Entonces este pasaba el expreso a una taza más grande y añadía agua caliente. Lo mejor es pedir un café solo y una jarrita con agua caliente para hacerlo a su gusto.“Cuando el camarero italiano preparaba muchos expresos, algunos clientes los pedían con un poco de leche. Al servirlos era complicado diferenciarlos, así que el camarero cogía un poco de espuma de leche y ‘manchaba’ el expreso”. Así nace el ‘macchiato’ que significa manchado, aunque curiosamente este café se llama cortado en España.Esta bebida está inspirada en el capuchino, pero se sirve en un vaso más alto. “Se llena con leche vaporizada y, para darle un poco de color y sabor, se añade un expreso. Como la densidad del expreso es diferente a la de la leche el café ‘se cuela’ entre ella y tiene un aspecto curioso”. Si añade un café doble, tendrá más sabor y color.El nombre ‘cappuccino’ viene del color del hábito de los monjes capuchinos. El capuchino suele tener 1/3 de expreso y 2/3 de leche vaporizada, “pero esto depende mucho de la cultura de café en cada país”. Se prepara vaporizando 150 mililitros de leche y vertiéndola en el expreso. Se le puede añadir canela y/o cacao al gusto.“Es la bebida que más se pide en España”. Hay muchas formas de servir este café. “En algunas regiones, en un vaso de caña. Y en otras, en una taza grande y decorado con ‘latte art’, dibujos creados con espuma de leche en la superficie del café”. Un buen café con leche se prepara con un expreso y leche vaporizada. Es menos cremoso que un capuchino.La manera más común de hacer un café vienés es verter nata montada encima de un café americano o un café de filtro. “La nata montada aporta un increíble dulzor al café y se suele decorar con un poco de cacao en polvo o virutas de chocolate”. No confundir con el capuchino que lleva leche vaporizada en lugar de nata.“El original se hace con café de filtro, whisky irlandés y nata montada, pero hay muchas versiones. La más vista en España es la de tres capas con cantidades imprecisas de whisky, azúcar y nata de bote. En realidad tiene solo dos capas: una, infusión de café (una taza), whisky (30 mililitros) y azúcar (dos cucharadas); y dos, nata fresca recién montada (al gusto)”. “Este método es el más usado en el mundo por ser la forma original de preparar un café. Se pasa un litro de agua hirviendo por 60 gramos de café molido retenido en un filtro, o infusionando el café en el agua colándolo con un filtro de papel o tela. Es suave, con poco cuerpo y sabor. La clave está en usar un buen café recién tostado”.