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Radio Descosidos: un espacio para ser uno mismo

Una comunidad de usuarios de un hospital de salud mental emite un programa radial como complemento al tratamiento médico

Omar, uno de los internos, durante su segmento 'English songs' al final del programa.
Omar, uno de los internos, durante su segmento 'English songs' al final del programa.J. Fowks
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Un sábado al mes, los internos y usuarios de la clínica de día del Hospital de salud mental Hermilio Valdizán, al este de Lima, realizan una fonoplatea, un programa de radio con público en vivo –familiares, personal médico y de seguridad– y que también difunden en Periscope, aplicación para transmitir video en internet. La emisión es producto de las reuniones semanales con el Colectivo Descosidos, formado por psicólogos y comunicadores voluntarios, con quienes evalúan el trabajo, desarrollan dinámicas de terapia de artes expresivas, y preparan la sesión mensual.

Radio Descosidos se inspiró en experiencias similares más antiguas en el cono sur, como Radio La Colifata en Buenos Aires, desde el hospital Borda; o Vilardevoz, desde el hospital Vilardebó en Montevideo, y empezó en 2010 como un proyecto de responsabilidad social de la Universidad Católica, hoy el colectivo de comunicación y salud mental agrupa también a estudiantes y egresados de otras universidades como la Antonio Ruiz de Montoya y Ricardo Palma.

“El programa sirve para derribar estigmas sobre los usuarios del hospital, pero también para que fortalezcan aspectos personales. Por ejemplo, Miguel decía que le daba nervios hablar en público, pero en los talleres trabajamos la locución, la voz, las pausas. Por ejemplo: los grabamos contando un cuento, se escuchan y luego dicen qué podrían mejorar, todos pudimos escucharnos y fueron muy cautelosos al comentar”, cuenta la comunicadora Violeta Rodríguez. “No es un espacio terapéutico formal, pero a veces los encargados de la terapia ocupacional del hospital han enviado a alguno de los usuarios a la radio a expresarse, es un espacio de encuentro y libre para las voces, sin que haya juicio de valor”, añade.

Omar y José Miguel despiden el programa del 9 de abril, en víspera de las elecciones generales de Perú.
Omar y José Miguel despiden el programa del 9 de abril, en víspera de las elecciones generales de Perú.Juanjo Fernández

Para cada emisión preparan una pauta en la que siempre hay segmentos fijos: ‘Animemanía’, a cargo de Omar; ‘Boleros del pasado’, que canta Felipe; Momento Político, conducido por Fabio; ‘Resonancia deportiva’ con Toño, y ‘Farándula con Napo’. Omar también tiene una secuencia final en la que reparte fotocopias de la letra de una canción en inglés, y la canta con el respaldo de la música original: algunos se animan a seguirlo, todos disfrutan y aplauden al final: ninguna palabra se le escapa.

Pero Radio Descosidos es predominantemente un programa de participación, en el que buscan escuchar los comentarios o responder las preguntas de la audiencia. En programas anteriores han abordado la muerte, la Navidad, el amor, el día de la mujer, y en abril, las elecciones, un día antes de los comicios generales en Perú. Sobre el tema elegido cada mes, el grupo plantea una pregunta que todos responden en post it que luego pegan en una pizarra. En abril, la emisión se llamó ‘Especial: Elecciones 2016’ y la pregunta fue: ¿Qué es la democracia?

El programa sirve para derribar estigmas sobre los usuarios del hospital Violeta Rodríguez, comunicadora

Josué, quien desde el año pasado asistía como público al programa, por primera vez tomó el micrófono para hacer una comparación de los planes de gobierno respecto de la salud mental: con documentos en mano reportó que ninguno de los partidos políticos incluía el tema, salvo el de la izquierdista Verónika Mendoza, quien es psicóloga.

Una política rígida

Otro miembro del Colectivo Descosidos, Mackling Limache, psicólogo, con maestría en psicología comunitaria, explica que los usuarios del hospital suelen preguntarse hasta cuándo van a tomar medicamentos y no obtienen respuesta pues el sistema de salud en Perú da menos prioridad a otros tratamientos terapéuticos, pues eso requeriría más personal y más recursos.

“Las políticas de medicalización son muy fuertes, hay una tendencia a que la farmacología soluciona los asuntos mentales, y cuando la medicación se hace ‘crónica’ lleva a efectos secundarios, como por ejemplo ocurre con las sustancias antipsicóticas. Los usuarios del hospital llegan a cuestionarse pero no reciben respuestas y eso es complicado para ellos y sus familiares”, describe Limache.

“Las leyes no apoyan para nada; el presupuesto, tampoco; y por historia no estamos acostumbrados a luchar por nuestros derechos en general, como la salud mental”, afirma Rodríguez.

Las emisiones se realizan en uno de los jardines del Hospital Valdizán, los sábados a las 10.00

Lucía Freyre, estudiante de comunicación, destaca otro aporte del espacio de los Descosidos. “Los tratan como un número en un pabellón, o con un código por los síntomas, diagnóstico y número de cama. Así se borra la singularidad de cada persona, y eso es lo que logramos devolverle en el programa: dejan de ser el paciente de la cama tal, y son Felipe, Toño, que tienen sueños, que quieren hacer cosas, trabajar, eso les permite ser quienes son fuera del hospital.

Las emisiones se realizan en uno de los jardines del Hospital Valdizán, los sábados desde las 10 de la mañana. A unos 50 metros, una mesa expone para venta los trabajos que realizan en los talleres de terapia ocupacional: almohadas bordadas, cinturones tejidos a mano, muñecos de peluche, bolsos en tela, pulseras de cuentas. Cada semana, los usuarios del establecimiento se turnan para estar a cargo de la venta, o ayudar a trasladar y recoger los productos.

En el programa de marzo, Omar y Marvin fueron los locutores encargados: el primero, veinteañero, entusiasta por su rol; y el segundo de una generación mayor y con un humor irónico, de pocas palabras. Felipe cantó el bolero ‘Marabú’ del artista peruano Lucho Barrios: “Nos vamos por todo el Perú aunque acá estamos”, comentó entre una estrofa y otra.

A veces, los usuarios sentados como público se animan a cantar luego de escuchar a sus compañeros. En marzo, Silvia pidió al equipo técnico que le busquen ‘Ojos así’ de Shakira, para salir al ruedo. En la emisión de abril, Alex encargó que le busquen ‘Vuela muy alto’ de Jerry Rivera. Ambos temas exigen una pronunciación rápida y buena memoria de la letra. El equipo técnico, formado por los voluntarios, suele llevar un USB para conectar el ordenador portátil a internet y buscar la música en YouTube cuando no la tienen grabada. Además, desde la emisión del 9 de abril están transmitiendo partes del programa por Periscope: en adelante quieren difundir el programa completo en línea.

En sus programas han abordado la muerte, la Navidad, el amor, el día de la mujer, y en abril, las elecciones, un día antes de los comicios en Perú

Al final de la audición previa a las elecciones, conducida por Omar y José Miguel, parecía difícil despedirse. “La radio nunca va a terminar, pero este es el final de la fonoplatea. Que tengamos un momento para meditar en el día decisivo. Di tú lo que yo no voy a decir”, pedía Omar a su compañero, a quien se le notaba sonriente y satisfecho por su papel de locutor.

“Quiero darles las gracias y desearles lo mejor a todos los amigos, gracias por su presencia, vamos a necesitar de su comprensión y de su paciencia”, dijo José Miguel, en el cierre. Como la participación es un elemento fundamental, otro de los miembros del colectivo, el psicólogo José Carlos Ponce de León pregunta opiniones sobre el programa. “Ha sido el mejor de todos”, responde Felipe, poco antes de que vuelva a sus rutinas, hasta la siguiente reunión. Hasta la siguiente vez en que los vuelvan a llamar por su nombre.

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