De Einstein a la ciencia ficción

EL PAÍS y Materia lanzan este primer desafío científico, entre cuyos acertantes se sorteará la colección completa Descubrir la ciencia. Entre todos los acertantes de este y los siguientes desafíos mensuales se sorteará un viaje al Observatorio del Roque de los Muchachos, del Instituto de Astrofísica de Canarias. Este primer reto invita a recorrer un siglo de historia de la ciencia y descubrir los detalles ocultos de un relato que une a Einstein con un físico y autor de ciencia ficción:

A Albert Einstein, el primer científico mediático de la historia, se le retrata a veces como un teórico abstraído de la realidad; una imagen propiciada por su trabajo más famoso, la relatividad general y especial. Pero lo cierto es que sus intereses eran amplios, y le atraían especialmente las aplicaciones prácticas de la física. Un día, tras leer en el periódico la noticia de un accidente doméstico que había matado a toda una familia, se propuso perfeccionar el aparato causante de aquel desastre. Y Einstein emprendió ese proyecto en compañía de un amigo y colega.

Una aventura de 10 meses con final en el mayor telescopio del mundo

Durante las 40 semanas que durará la promoción de la biblioteca "Descubrir la ciencia" EL PAÍS planteará cada mes a sus lectores un desafío mensual, entre cuyos acertantes se sorteará una colección completa de 40 libros.

Finalizados los 10 desafíos mensuales, entre todos los acertantes de cada uno de ellos se sorteará el premio final: un viaje para dos personas para visitar el Observatorio del Roque de los Muchachos, operado por el Instituto de Astrofísica de Canarias y que alberga el mayor telescopio óptico del mundo, el Gran Telescopio Canarias.

Ganador final:
José Juan Sánchez, de Córdoba.

Aunque aquel trabajo desembocó en numerosas patentes, no llegó a convertirse en un producto comercial. Sin embargo, ese mismo amigo de Einstein descubriría otro proceso físico que sí tendría gran aplicación, a pesar de que una gran eminencia científica de la época había descalificado la utilidad de aquel campo de investigación como “moonshine” (paparruchas). Lejos de amilanarse, el amigo de Einstein se tomó estas declaraciones como un estímulo. Según él mismo contaría, su gran idea le sobrevino mientras caminaba, en un cambio de semáforo.

Ironías de la ciencia, para demostrar su idea el amigo de Einstein se basó en un componente descubierto el año anterior por un investigador cuya tesis doctoral dirigía precisamente aquella eminencia escéptica. Este mismo componente inspiraría al año siguiente la hipótesis de la existencia de un nuevo tipo de objeto astronómico, que no se confirmaría hasta décadas después: el primer caso, descubierto desde un observatorio británico, se publicó 34 años más tarde en la revista Nature. Este objeto adquiriría además un carácter icónico al protagonizar la portada de un álbum publicado en 1979 por una banda inglesa de culto.

Además, esta nueva clase de objeto astronómico sirvió a un físico y autor de ciencia ficción para imaginar una forma de vida alienígena extremadamente exótica, una idea que desarrolló en su primera novela. Curiosamente, este científico y escritor dedicó buena parte de su carrera a construir dispositivos para la detección de ondas gravitacionales, el gran hito de la física logrado en 2016. Y así regresamos de nuevo a Einstein, quien predijo por primera vez la existencia de las ondas gravitacionales hace 100 años.

¿Cuál era el nombre de este autor de ciencia ficción y cómo se titula su primera novela, en la que propuso la existencia de una forma de vida alienígena exótica?

El plazo para responder a este desafío finalizó el domingo 15 de mayo a las 12:00 (hora peninsular española)

Respuesta correcta: el autor de ciencia ficción buscado era Robert L. Forward, y su primera novela fue "Huevo del dragón" (título original: Dragon's Egg)

Ganador: Josep Cogollos Santamans, de Godella (Valencia), tras un sorteo entre todos los acertantes de este desafío.