¿Cuántos conejos hacen falta para llenar el universo?

La descendencia de una sola coneja bastaría para llenar todo el universo observable, cuyo volumen se estima en unos 10⁸⁰ (un uno seguido de 80 ceros) metros cúbicos. Y la de una mosca, podría cubrir todo el planeta Tierra. Por suerte, no toda la descendencia de estos dos animales sobrevive y muchos son atacados por depredadores. El cálculo de tan apabullante realidad lo brinda una ecuación de progresión geométrica. Los números y las ecuaciones nos rodean, están en la naturaleza y en el propio ser humano. El libro Las matemáticas de la naturaleza, de Carlo Frabetti, ofrece un singular recorrido por esta materia para eliminar un mito: que las matemáticas están alejadas de la realidad.

El número uno está íntimamente ligado con lo único, por ejemplo, el sol. El dos está en todo el cuerpo humano; dos orejas, dos pies... Tres son los estados de la materia; sólido, líquido y gaseoso. Cuatro son las extremidades. La mayoría de las flores tienen cinco pétalos. Seis son el número de patas de los insectos. La semana tiene siete días, que se corresponderían con las fases de la luna. Ocho tentáculos tiene el pulpo y nueve son los meses de la gestación humana. ¿Hacen falta más ejemplos de que la ciencia se encuentra en la vida cotidiana? Las pipas de girasol, el árbol genealógico de los zánganos, el caparazón de un molusco o una piña siguen la secuencia de Fibonacci. Los planetas describen órbitas elípticas y la cabeza de algunos virus constituye un perfecto icosaedro.

Ciencia para todos

EL PAÍS ofrece a los lectores la primera colección de divulgación con la que el lector puede realizar un completo recorrido por diferentes disciplinas, como la física, las matemáticas y la genética, entre otras. Descubrir la ciencia es una colección en la que han participado algunos de los principales expertos en sus campos y cuyos contenidos han sido coordinados por Materia, la sección de ciencia del periódico. Se compone de 40 entregas. La tercera entrega, este domingo con EL PAÍS, es Las matemáticas de la naturaleza y cuesta 9,95 euros.

Los números pueden ser apasionantes. Los fascinantes números primos no parecen obedecer a ninguna regla y dejan muchos misterios a los estudiosos. La famosa conjetura de Golbach indica que todo número par es la suma de dos primos, algo que los científicos creen que nunca se podrá demostrar. Los números astronómicos son los que miden cantidades o distancias enormes. En el siglo III a. C. Arquímedes intentó calcular cuántos granos de arena había en el mundo con ellos. La versión histórica más extendida sobre su muerte es que murió a manos de un soldado mientras contemplaba distraído unos diagramas geométricos. Cuenta la leyenda que Hipaso de Metaponto, de la escuela pitagórica, fue asesinado por revelar la existencia de los números irracionales (aquellos que no pueden expresarse como el cociente de dos números enteros).

Las matemáticas dejaron más personajes memorables y el libro de Frabetti agrupa a muchos de ellos. Euclides, padre de la geometría, es el autor de la obra científica más veces editada, comentada y leída de todos los tiempos, Elementos. Desarrolló está ciencia en el siglo IV a. C tal y como se sigue estudiando en la actualidad. Se cuenta que cuando el rey Ptolomeo I le pidió una simple explicación de su materia, él le contestó: "No hay camino real hacia la geometría". Una disimulada forma de responderle que la matemática iguala a soberanos y plebeyos. También Leonardo da Vinci, que además de pintar La Gioconda se labró una gran importancia como científico. Tal era su fe, que afirmó: "No hay certidumbre allí donde no es posible aplicar ninguna de las ciencias matemáticas ni ninguna de las basadas en las matemáticas".

La tercera entrega de la colección Descubrir la ciencia, Las matemáticas de la naturaleza, se vende este domingo con EL PAÍS y cuesta 9,95 euros