Ni una gota más
El acto cotidiano de abrir un grifo resulta un lujo para el planeta si el agua se desperdicia. Tecnología innovadora y responsabilidad personal son claves para evitarlo
España es un país en el que domina el clima mediterráneo, con zonas donde vira hacia el árido y semiárido y se caracteriza por un régimen de lluvias escaso. La trascendencia que tiene el agua potable en nuestras vidas también lleva a recordar que es un bien vital al que no tienen acceso 750 millones de personas y que 2.500 millones carecen de servicios sanitarios básicos, como inodoros o letrinas, según Naciones Unidas.
España lleva décadas tomando nota de todo esto, especialmente desde que los periodos de sequía se hacen más recurrentes. A finales de 2014, el Instituto Nacional de Estadística publicó la encuesta sobre consumo de agua en los hogares en 2012, y ofreció datos que ilustran que se progresa adecuadamente. En concreto se cifra el consumo medio por persona y día en 137 litros, un 15% menos de lo que reflejaba la misma encuesta en 2006: 160 litros. Pero estamos aún lejos de la situación óptima en España y en la gran mayoría de países occidentales. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, bastan entre 50 y 100 litros de agua por persona y día (depende de la región climática) para cubrir con garantías de suficiencia y salubridad las necesidades de bebida, higiene, preparación de alimentos y servicios de saneamiento.
Para superar esta brecha conviene saber que, aparte de las recomendaciones de rigor (ducharse en lugar de bañarse, grifo cerrado mientras nos enjabonamos/afeitamos/cepillamos los dientes, poner lavadoras y lavavajillas cuando estén llenos…), la innovación tecnológica cada vez ayuda más.
Zabala Innovation Consulting coordina la red europea para la inversión en ecoinnovación (Inneon), punto de encuentro para emprendedores e inversores financiado por la Comisión Europea. Hasta el momento siete proyectos españoles han sido seleccionados para formar parte de esta red, algunos de ellos relacionados con las tecnologías aplicadas al ahorro del agua en el hogar (Ness, de Metrica6) o en el sector servicios (Valiryo). Ness ataja una de las conductas más sonrojantes: dejar correr el agua de la ducha hasta que salga caliente. Un mecanismo de tres módulos (pulsador, bypass y bomba) hace recircular el agua para que salga caliente en el momento justo en el que se abre el grifo. Este sistema conlleva obras para conectarlo a las redes de fontanería y electricidad, pero en el mercado hay métodos más sencillos: electrodomésticos como AquaReturn, que avisan de la llegada del agua caliente; grifos termostáticos en los que se prefija la temperatura deseada para no malgastar; y bolsas que se acoplan a los grifos de las duchas y recogen el líquido hasta que salga caliente para luego reutilizarlo.
Grifos monomandos con topes intermedios, aireadores para limitar la salida de caudal, mecanismos de doble descarga para el inodoro o minidepuradoras que recuperan el agua usada para el riego son otros de los productos disponibles. A la espera de la previsible llegada de la domótica y la automatización de contadores, electrodomésticos y griferías, hay también aplicaciones móviles, todas en inglés, que permiten programar y controlar nuestro consumo: myUse, Drip Detective, Dropcountr y E-Water Footprint.
Coche, jardín y piscina
Queda descartado lavar una vez por semana el coche o hacerlo con manguera (mejor el cubo y la esponja o un centro de lavado). El jardín y la piscina se convierten en otros lugares en los que enfocar el ahorro. En cuanto a la segunda (hay medio millón de piscinas privadas en España), el oxígeno activo desinfecta mejor que el cloro y no obliga a cambiar el agua cada tres años. En el jardín, además de optar por el riego por goteo o aspersión con programador, no hay que obsesionarse con el césped “británico”. Plantas aromáticas mediterráneas, como el romero y el tomillo, además del madroño, algarrobo, lentisco y el olivo son poco exigentes con el agua.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.