La rana andina que cambia de piel
La 'Pristimantis mutabilis' es el primer vertebrado terrestre que tiene la capacidad de mutar
Una nueva rana que muta su piel en pocos minutos ha sido hallada en los páramos andinos. Los investigadores del Centro de Investigación de la Biodiversidad y el Cambio Climático (BioCamb) de la Universidad Indoamérica en Quito (Ecuador) han trabajado en la identificación de este nuevo anfibio desde 2009. La pareja de biólogos estadounidenses Katherine y Tim Kraynak fue la que halló a la extraña rana entre el musgo de la reserva Gralarias (provincia de Pichincha). La capturaron para fotografiar los tubérculos o protuberancias inusualmente grandes que tenía en su piel, pero cuando sacaron la cámara, la rana había mutado: su piel estaba completamente lisa.
“Con las tasas de deforestación, grandes represas y proyectos mineros en el país estamos perdiendo mucha diversidad”
Los biólogos del BioCamb, entre los que se encuentra el español Jaime Culebras, trabajaron de la mano de los estadounidenses e identificaron a siete ranas mutantes o Pristimantis mutabilis. Juan Manuel Guayasamín, director del centro de investigación, explica que una parte de ellas fue hallada en la reserva Los Cedros, en Imbabura (norte del Ecuador), a una distancia de 35 kilómetros del primer hallazgo. De momento, todas las ranas han sido descritas como parte de una misma especie, pero aunque comparten la misma morfología, hay una distancia genética de más del 5% entre las de una y otra reserva. “Es más que la distancia que tenemos los humanos con los chimpancés, por eso pensamos que pueden ser dos especies”, explica Guayasamín.
El hallazgo de la Pristimantis mutabilis no tiene precedentes porque hasta ahora no se ha conocido que algún vertebrado terrestre tenga la capacidad de mutar. Guayasamín explica la implicación de este hallazgo en taxonomía. “Los taxónomos, para distinguir las especies, trabajamos con características estables, una de ellas es la textura de la piel. El hecho de encontrar una especie que cambie la piel es una complicación. Si hay especies que cambian de piel, las anteriores descripciones podrían estar erróneas”.
Aunque el estudio no ha profundizado en las razones por las que la rana cambia de piel, Guayasamín cree que muta cuando es sacada de su hábitat natural, el musgo del páramo andino. “Quizás se torna lisa para escapar de sus depredadores”, explica.
En Ecuador se han registrado 557 especies de anfibios, lo que coloca a el país como tercero del mundo en cuanto a diversidad en estos ejemplares. La diversidad del país ha dado noticias antes, como cuando en 2013 se halló al olinguito (Bassaricyon neblina), mamífero que se creía extinto.
“Ecuador es megadiverso, incluso en zonas cercanas a las grandes urbes, porque la rana y el olinguito han sido hallados cerca de Quito. Tenemos suerte de vivir en este país, el trabajo nunca se acaba (...) En los invertebrados hay miles de especies por ser descubiertas”, dice Guayasamín, al tiempo que asegura que su trabajo va a contra reloj. “Con las tasas de deforestación, grandes represas y proyectos mineros en el país estamos perdiendo mucha diversidad”.
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