Con su pan se lo coma
¿Harían los atunes una campaña en la que un atún hembra vivo posara entre los muslos blandos de un hombre muerto?
Si los atunes pensaran al modo nuestro, y hubieran inventado la fotografía, y se alimentaran de nosotros, y nosotros hubiéramos empezado a escasear a causa de una sobreexplotación de los recursos terrestres, ¿harían los atunes una campaña de publicidad en la que un atún hembra vivo posara entre los muslos blandos de un hombre muerto? En la foto, el muerto es el atún y la mujer la viva. Ella es actriz de cine y se llama Helena Bonham Carter; él es un símbolo fálico al que le ha tocado hacer este papelón para salvar a su especie de la moda del sushi. No sabemos cuántas horas lleva muerto ni desde dónde lo han traído para posar junto a Helena. Lo cierto es que ella se ha desnudado por exigencias del guion y se ha colocado al difunto en la postura que pueden apreciar, como para masturbarle o masturbarse, y de este modo ha dado comienzo el espectáculo. Si te quedas un rato observando la imagen, te llega el olor a pescado muerto, procedente de las bacterias del animal, que se descomponen a una velocidad de vértigo. En las pescaderías buenas se combate con duchas regulares de agua pulverizada, posibilidad de la que carecerían sin duda en el plató de autos.
Bien, estamos acostumbrados a todo y sabemos que cualquier oportunidad es buena para quedarse en pelotas, pero conste en acta que nos parece una falta de respeto al atún. Está en la naturaleza de las cosas que nos lo comamos, no que lo convirtamos en un consolador gigante de ojos apagados y aliento fétido, más fétido si pensamos que ha llegado sin eviscerar al cuerpo de la actriz. Con su pan se lo coma.
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