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nosotros caminamos en sueños
Columna
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¿Qué es el pasado, en cualquier caso?

La reconstrucción del Palacio Real en Berlín es un fingimiento de que ni el nacionalsocialismo ni la II Guerra Mundial tuvieron lugar

Patricio Pron

El Palast der Republik o Palacio de la República fue inaugurado en 1976, abandonado en 1990, cerrado en 2006 y demolido en 2008. En el solar que ocupaba, en el centro de Berlín, se “reconstruye” desde 2013 el Palacio Real (fecha de finalización prevista: 2019), que ocupó su lugar hasta 1950, cuando fue derribado debido a los daños ocasionados en la estructura durante la II Guerra Mundial.

No es fácil decir qué hacer con el pasado. La decisión de las autoridades de echar abajo el Palacio de la República y reconstruir el Palacio Real en su lugar generó apoyos, pero también fue rechazada por un sector importante de la sociedad alemana. No solo por la inversión que supone (entre 500 y 800 millones de euros) y por su carácter de falsificación histórica (solo la fachada del edificio será fiel al original, que incluirá una estación de metro, restaurantes de comida rápida, museos y tiendas), sino también por lo que tiene de simbólico. Significa borrar del centro de Berlín la manifestación física de la división del país entre 1948 y 1989.

La reconstrucción del Palacio Real es un fingimiento de que ni el nacionalsocialismo ni la II Guerra Mundial tuvieron lugar, y es negar la existencia de la así llamada República Democrática de Alemania. Pero la historia nos ha enseñado (y esto debería ser recordado con frecuencia, no solo en Alemania, sino también en España) que es la memoria del pasado, y no su eliminación, lo que impide que la historia se repita. Quizá en la reconstrucción del Palacio Real haya una ­reacción instintiva de defensa por parte de una sociedad que sigue siendo incapaz de cerrar una herida, porque ¿qué es el pasado, en cualquier caso? Responde Mark Twain: “Lo llaman pasado cuando ya no duele”.

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