La obsolescencia programada del ‘homo sapiens’

Diversas causas exógenas (glaciaciones, meteoritos, actividad volcánica y telúrica) causaron a lo largo de millones de años la extinción de múltiples especies que habían dominado antaño el planeta. El fin de la era de los grandes dinosaurios es, sin duda, el más conocido ejemplo de extinción masiva de la especie reinante. Ciertamente, como especie dominante que somos, no seremos ninguna excepción de la regla, pues algún día, tal y como ocurrió antes y volverá a ocurrir después, también nuestro reinado llegará a su fin. No obstante, todo parece indicar que a diferencia de los casos anteriores, nuestra extinción no será el resultado de ninguna catástrofe externa, sino más bien de una autodestrucción orquestada prematuramente por nosotros mismos (cambio climático, catástrofe nuclear, guerra biológica…). Sería conveniente que de una vez para siempre, la humanidad advirtiese que el mayor peligro que nos acecha como especie deriva de nuestros propios actos, y mirásemos por tanto de cambiar ciertas pautas de conducta globales grabadas en nuestro ADN (belicismo, consumismo, egoísmo…).

Pues tengo el convencimiento que de no ser modificadas las mismas con celeridad, más pronto que tarde (cual obsolescencia programada del homo sapiens), alguna de estas conductas nos conducirá irremediablemente hacia nuestra propia extinción.— Martí Gassiot.