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5 trucos sencillos para convertirse en imitador de voces

¿Qué infusión bebe Carlos Latre para cuidar su voz? ¿Cómo logro que se vaya la vergüenza? Todo lo que ha de saber para ser la estrella en sus reuniones navideñas

Los imitadores tienen un poder de atracción especial en las reuniones familiares. Da igual que sea el cuñado cretino: algo les hace irresistiblemente divertidos. Pueden convertirse en otras personas con solo abrir la boca, evocar personajes con un par de gestos y ponerlos en situaciones en las que, de otra manera, nunca veríamos. Leonor Lavado, el último descubrimiento de la televisión nacional, es un ejemplo de lo útil que puede resultar una habilidad como esta. La actriz, tras subir un vídeo a YouTube en el que imitaba la voz de decenas de caras conocidas, ha abandonado la cola del paro para convertirse en el nuevo fichaje de Atresmedia. ¿Es posible imitar a gente que habla mal (que se daña la voz) hablando bien (sin dañarse la voz)? Si quiere convertirse en un buen imitador sin que sus cuerdas vocales corran peligro, practique los siguientes puntos. Si un primo le graba o no en la cena de Nochebuena y se convierte en el próximo fenómeno viral, ya no depende de nosotros.

1.  Saque el máximo partido a sus pulmones

La voz no es más que aire vibrando de una determinada manera tras su paso por el aparato fonador. Por lo tanto, para controlarla es imprescindible que sea dueño de su respiración. Esto lo conseguirá cuando domine la respiración diafragmática. Celia Guisasola, foniatra con un amplio recorrido dentro del mundo de la voz en el ámbito interpretativo, lo explica así: “La respiración diafragmática consiste en respirar con todo el pulmón. La mayor parte de la gente respira solamente con la parte superior de los pulmones y, de esa forma, no tenemos ninguna musculatura capaz de mantener el aire para gestionarlo. En cambio, en la respiración diafragmática, utilizamos el tejido músculo-tendinoso para mandar la cantidad de aire que necesitamos”. Un truco para saber si está respirando correctamente es fijarse en las costillas flotantes (los dos últimos pares): si lo hace diafragmáticamente, se moverán.

2. Cuide la voz

La genética puede marcar la diferencia entre ser muy bueno o un desastre. Una reciente investigación de la Universidad de Sydney ha descubierto patrones de vibración de las cuerdas vocales únicos, que podrían hacer de una voz algo lo suficientemente especial como para convertirla en apta para la radio o la interpretación. Según el estudio, las cuerdas vocales de estos profesionales se mueven y se cierran más rápido y fuertemente que las de los demás mortales. En el caso de que no posea las características físicas ideales para la imitación de voces, existen trucos para el cuidado de la voz que también le resultarán muy beneficiosos. Carlos Latre, una de las voces más versátiles de España, nos cuenta los suyos: “No bebo nada frío, voy siempre con el cuello tapado y tomo regularmente infusiones de jengibre, malva y tomillo. Y, lo más importante, duermo 8 horas al día”.

La foniatra, Celia Guisasola, nos da también algunos consejos: “Hay que utilizar la voz muy mal para tener una patología vocal [nódulos laríngeos, pólipos o edemas], pero es muy fácil utilizar la voz mal por desconocimiento. El carraspeo es un golpe de cuerdas vocales que las irrita y que hay que evitar siempre. Deberíamos reducir al máximo el consumo de alcohol y tabaco, sobre todo la mezcla de ambos, evitar cambios bruscos de temperatura y la tensión en el cuello. Una buena alimentación e hidratación también son básicas”.

3. Interiorice la técnica para poder interpretar: ¿una manzana?

Un buen imitador es, en primer lugar, un buen actor. Prueba de ello son intérpretes como Jim Carrey o Kevin Spacey, que bien podrían ganarse la vida dedicándose exclusivamente a la imitación. Una profesión que combina de manera absoluta el dominio de la voz y la interpretación es el doblaje. Lorenzo Beteta (voz habitual de David Duchovny o Matthew Fox, entre otros) es uno de estos duchos expertos. “Es importante tener la técnica vocal asimilada e interiorizada para ponerte al servicio de lo que dice el personaje”, explica. Y confiesa un secreto para tener la voz siempre a punto: “Para que no se oigan ruidos de saliva en la boca y todo suene con limpieza, funciona muy bien comerse antes una manzana verde”.

4. Sea observador

Si no ha analizado a quien quiere imitar, difícilmente sabrá cuáles son los rasgos que caracterizan al personaje y todavía menos podrá exagerarlos para hacer una parodia. Si hablamos de imitación de voces en este país, lo más probable es que Carlos Latre sea el primer nombre que nos venga a la cabeza. El artista nos explica cómo es el proceso de interiorización de un personaje: “Es necesario empaparse de él. Verlo y oírlo en todo tipo de situaciones en las que hable, se mueva, actúe… Después hay que interiorizarlo, captar sus intenciones, movimientos y gestualidades. Y, a partir de ahí, aprehender la voz, ver cómo darle matices y tonalidades. Pero también es importante buscar lo que la gente capta o recuerda de esos personajes para intentar acercarlos lo máximo posible al público, intentar aproximarse a lo que la colectividad tiene en la memoria del personaje”.

5. Pierda la vergüenza

El miedo al ridículo es uno de los lastres que más nos retrasan a la hora de aprender y mejorar. El doctor José Santacreu, director del Servicio de Psicología Clínica de la Universidad Autónoma de Madrid, nos explica lo qué hay que evitar a la hora de enfrentarse a una situación así: “Los recursos que tenemos para realizar una actividad son limitados, así que, cuando uno está pensando que va a fracasar, no se está concentrando en el desarrollo de la misma. Y si al terminar solo ponemos el foco de atención en aquello que se ha hecho mal, se está alimentando ese aspecto negativo y lo más probable es que vuelva a repetirse una y otra vez”. Así que si desea ser un buen imitador de voces tiene que dejar la vergüenza a un lado y tener en cuenta que solo quiere hacer reír a los demás (también al cuñado cretino). Y eso solo lo conseguirá con éxito si usted también disfruta y se lo pasa bien. Quién sabe si después vendrán un millón de visitas en YouTube.

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