El sacrificio que no se rinde
Aulas de sangre en Pakistán, el reportaje dedicado el pasado domingo 15 de diciembre a las escuelas paquistaníes, debe hacernos reflexionar fuerte y profundamente. La barbarie impregnada tanto en texto como imágenes muestra la amarga realidad que cada día acaece sobre tan mísera tierra. También refleja el amor, la entrega, la lucha de múltiples anónimos y anónimas que han muerto por la educación, asesinados por cobardes que tapan su malévolo rostro y se ocultan ante el mundo. Junto a tan gloriosos héroes cuya vida terrenal se ha apagado tenemos a muchos otros hombres, mujeres, niños y niñas que siguen batallando cada día, arriesgando sus vidas por ir al colegio, perseverando por sus derechos frente a personas egoístas y corrompidas, luchando por que su voz se escuche dentro y fuera de sus fronteras. Son el grito descomunal de auxilio que nunca cesa, el auténtico sacrificio que ante nada se rinde.
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