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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

La derrota de un proyecto ilusionante

Dice un amigo que lo peor no es tropezarse dos o tres veces con la misma piedra, lo peor es enamorarse de ella. Debe ser eso, que se han enamorado de la piedra. Da lo mismo que llevemos dos décadas organizando eventos que nos van a dar impulso, pero que al final solo nos dejan deudas, pabellones deportivos infrautilizados y edificios abandonados. Da lo mismo, aquí seguimos creyendo en los Reyes Magos. E insisten en tratar de convencernos de que es rentable económicamente, o que necesitamos estos acontecimientos para tener un proyecto común que nos ilusione. ¿Pero todavía es posible que haya gente que crea que dedicar dinero a vaciar el estanque del Retiro para jugar al voley playa es más rentable que pagar a los investigadores que se van del país? ¿Que gastarse dinero en conseguir una medalla en natación sincronizada es más útil que hacerlo en pagar profesores de apoyo en los colegios?

¿No es un proyecto ilusionante tener un país normal con buenas guarderías, colegios, hospitales y atención a la dependencia, sin necesidad de organizar inútiles espectáculos deportivos? ¡Y encima tenemos que estar tristes por el nuevo fracaso! Sinceramente, no entiendo nada.— Rafael Frutos Vivar. Madrid.

La estrepitosa derrota de Madrid 2020 nos muestra que tras un lustro de crisis, las élites que padecemos en España no han aprendido nada. Es fácil imaginar los rostros de estupor de los electores olímpicos, al conocer la intención española de organizar un negocio multimillonario, siendo “campeones” en paro, déficit público y corrupción política, por no hablar de la endémica laxitud hacia el dopaje. Madrid 2020 además de un evento global era una tabla de salvación para determinados intereses privados —arreglar legislaturas fallidas, generar negocios de todo tipo— de los estamentos más elevados. En vez de promover un nuevo modelo basado en la innovación, el esfuerzo continuado y la competitividad con el exterior, se ha vuelto a apostar por un nuevo fasto, como Eurovegas, que iba a ser la panacea madrileña resolutoria de todos los problemas. Las élites, elegidas y soportadas por los ciudadanos, deberían saber que por ahí fuera no te invitan a una fiesta exclusiva si vas vestido con un traje de retales y la cartera vacía.— José Vicente Juanes Fuertes. Logroño.

En uno de los maravillosos cuentos de Smoke, el excelente guión cinematográfico de Paul Auster, un individuo descubre el modo de pesar el humo que desprende un cigarrillo. Es sencillo, se trata de restar el peso de la ceniza que desprende, más la colilla restante, al peso inicial del cigarrillo.

La política que practican los representantes de la ciudadanía democráticamente elegidos en la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, también es muy sencilla. Ante la falta de capacidad de gestión ya demostrada y que estamos sufriendo los ciudadanos, ante la enorme deuda que vamos a pagar de nuestro bolsillo, ante los vergonzosos casos de corrupción que se repiten de manera continuada, ante el bochornoso fracaso reiterado en la promoción de un proyecto olímpico que podría revitalizarnos; nuestros gobernantes siguen tan tranquilos; no pasa nada; a ellos, les va bien. Ahora es tiempo de esconderse un poco y parar en las Cámaras con la dichosa mayoría, cualquier tipo de investigación que pueda molestarles. Pero, ¡ay amigo!, dentro de unos meses (que es cuando tocará), se van a poner las pilas; todos. No van a hacer cursillos de gestión ni aprender ningún idioma para no hacer el ridículo cuando salgan por ahí, no; ellos van a calcular meticulosamente el peso del humo que necesitan vender para volver a ganar. En eso son maestros. No necesitan idiomas ni formación. Solo el peso del humo. Y les va bien.— Luis Hostalot Monreal. Madrid.

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