Rentas disponibles
Los fondos al alcance de familias y administraciones caen y suben los de empresas y bancos
Aumento de la inflación y del paro y reducción de la renta disponible. Todo ello en un contexto caracterizado por los recortes en la protección social (sanidad, educación, dependencia, seguro de desempleo, paga escoba...) y la acción de una reforma laboral agresiva que todavía no ha dado todos sus frutos (más despidos y más baratos). Este es el entorno de la economía familiar en España y el resultado de la política económica aplicada, según los datos conocidos en los últimos días.
De todos ellos, el menos publicitado es la reducción de la renta disponible de los hogares e instituciones sin fines de lucro al servicio de los mismos en el segundo trimestre del año. Según la Contabilidad Nacional del Instituto Nacional de Estadística (INE), entre los meses de abril y junio (últimos datos disponibles) la renta disponible —una vez deducidos los impuestos— de las familias disminuyó un 3,2% en términos interanuales, y ello debido sobre todo a la reducción de los salarios (-3,9%) y de las rentas de la propiedad como intereses, dividendos...
Es significativo comparar esta situación con la de las administraciones públicas, empresas y bancos, con el objeto de analizar la distribución del ajuste. Según la misma fuente, las administraciones públicas resultaron aún más afectadas, con una reducción de su renta disponible en términos anuales del 10,2% (con un descenso de los impuestos percibidos, sobre todo los ligados a la producción).
El balance de la política económica se resume en la caída de los ingresos familiares y el aumento del paro y la inflación
Por el contrario, el sector de las sociedades no financieras (empresas) vio aumentar su renta disponible en el 6,4%, motivado por una combinación del incremento de los beneficios (3,2%) y de un fuerte descenso de las rentas de propiedad que habían de pagar.
Por último, el salto más espectacular: pese a todas las dificultades que algunas de ellas sufren, la renta disponible de las instituciones financieras aumentó casi un 90% respecto al mismo periodo del año anterior, con un fuerte incremento del excedente bruto de explotación (48,5%) y de las transferencias de capital recibidas por las administraciones públicas.
Así pues, comportamiento asimétrico de los distintos agentes y factores de la producción, que habrá que actualizar cuando se conozca la evolución de las cuentas en el recién terminado tercer trimestre del año. En él, la marcha del empleo y del paro (medido a través de la Encuesta de Población Activa del propio INE) —que se conocerá el próximo día 26— se prevé desoladora a la luz de lo que se va conociendo a través del paro registrado de los meses en cuestión. Con dos factores agregados de inquietud: la más que probable necesidad de un crédito extraordinario para pagar el seguro de desempleo de los que todavía lo tienen (hay 1,5 millones de personas que, siendo parados de larga duración, se han quedado fuera de este sistema de protección) y la de acudir al fondo de reserva para el pago de las pensiones.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.