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Espaguetis al limón

El aroma fragante del cítrico mediterráneo impregna a la perfección la pasta larga. Para que la receta salga bien solo tenemos que calcular bien los tiempos de cocción.

Un poco de pasta basta
Un poco de pasta bastaJULIA LAICH
Julia Laich

Si hay algo que reconocerle a la gastronomía italiana, entre muchas otras cosas, es la capacidad de crear platos espectaculares con poquísimos y sencillos ingredientes. Que sean sencillos no quiere decir -ojocuidao’- que cualquiera sea válido: ingredientes de baja calidad, difícilmente, darán como resultado un platazo. Esta receta de pasta al limón es un ejemplo de esa elegante sencillez de la cocina italiana. Si cierras los ojos, la fragancia y el sabor de este plato te pueden llevar a la Costa Amalfitana o a un jardín de cítricos, de esos tan bonitos que describe a la perfección Helena Attlee en su libro El país donde crece el limonero.

Romanticismos a un lado, hemos venido a cocinar: ¿qué es lo importante aquí? Primero, como ya hemos dicho, contar con ingredientes de calidad siempre que sea posible. Dale importancia a la pasta, es la base del plato. Utilizar una buena o una mala hará la diferencia en cuanto a sabor y textura. Para esta receta conviene recurrir a una de tipo largo como espaguetis, spaghettoni, tagliatelle, tagliolini, etc. porque se impregnará mejor con la salsa. Segundo punto a tener en cuenta: es mejor usar limones cuya piel no haya sido tratada, y si esto no es posible, lavarlos a conciencia.

Tercero, coordinar bien los tiempos. Debes tener los ingredientes preparados -es decir, la mise en place- y el ajo rehogado en aceite para cuando la pasta esté lista. Si el fabricante indica nueve minutos, y crees que tardas cinco en hacer lo anterior, empieza una vez hayan pasado cuatro minutos de cocción de la pasta. Matemáticas simples para comer pasta al dente.

Dificultad: Cero limonero.

Ingredientes

Para 4 personas

  • 500 g de espaguetis o cualquier pasta larga
  • La ralladura de 2 limones + un poco más para decorar
  • El zumo de 1 limón
  • ½ diente de ajo
  • 40 g de mantequilla sin sal
  • Un puñado de perejil picado (20 g aproximadamente) + un poco extra para decorar
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal gruesa
  • Sal fina
  • Pimienta negra recién molida
  • Parmesano rallado al gusto

Instrucciones

1.
Llevar a ebullición abundante agua con sal gruesa (se calculan entre 7 y 10 gramos de sal por cada litro de agua). Cuando esté hirviendo, poner a cocer la pasta y controlar el tiempo.
2.
Mientras, calentar una suficientemente grande como para que quepa la pasta. Añadir un chorro generoso de aceite de oliva.
3.
Laminar fino el ajo y rehogarlo en la sartén hasta que esté ligeramente dorado.
4.
Una vez la pasta esté lista, pasarla a la sartén -que estará a fuego alegre- con unas pinzas. Añadir también 200 ml de agua de la cocción.
5.
Agregar el zumo y la ralladura de limón, la mantequilla y el perejil picado. Mover para que se impregne bien la pasta con la salsa.
6.
Corregir el punto de sal si fuera necesario y añadir pimienta. Probar antes de añadir más sal, ya que el agua de la cocción incorporada anteriormente ya está salada.
7.
Servir y terminar con perejil picado, ralladura de limón y parmesano rallado.

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Sobre la firma

Julia Laich
Redactora y guionista, principalmente de gastronomía. Sus textos y recetas han aparecido en EL PAÍS, Bestial! (RTVE), Revista NT y Bon Viveur. Es cofundadora de Bizio, una pequeña productora de sidra vasca, y gestiona el área digital de la revista argentina Anchoa. Graduada en Comunicación Audiovisual y Máster en Reportaje y Documental Transmedia.

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