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Más que tequeños del Mercadona: los productos de alimentación latinos ganan espacio en los supermercados españoles

Los alimentos de la gastronomía latinoamericana se hacen hueco más allá de las tiendas especializadas

Comida latina
Productos latinos a la venta en un supermercado de Madrid.Jaime Villanueva
Leandro Hernández

Cualquier desarraigado puede entender la emoción: encontrar aquel sabor de la infancia en una compra rápida en el supermercado tiene la capacidad de cambiarlo todo. Algunos productos de la cocina latinoamericana ya han saltado de las maletas de los familiares de los expatriados a las estanterías de los supermercados hace mucho. El dulce de leche argentino, los tequeños venezolanos y los tacos mexicanos fueron los primeros emisarios en el competitivo mundo del retail local, que amplía a paso acelerado la introducción de nuevos productos provenientes del continente americano. Desde la harina de yuca hasta las arepas listas para comer, los sabores típicos de América Latina se abren paso como productos de exportación y abandonan el nicho de la economía de la nostalgia.

“Nosotros hace 15 años pensábamos que sólo le íbamos a vender a los argentinos y a día de hoy esa no es la realidad”, apunta Diego Maccari, responsable de Caro Import, una compañía especializada en la importación, fabricación y distribución de productos típicos de la gastronomía argentina. Maccari ejemplifica con las ventas de la bebida icónica del Río de la Plata: “En 2023 vendimos un 40% más de yerba mate que el año anterior, eso no se explica si no es por el interés de los consumidores locales que hace crecer el consumo”. Los datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo confirman esta tendencia: en solo 10 años las importaciones de yerba mate a España han aumentado un 255% y solo en el primer semestre de 2024 superan los 7 millones de euros. El bum es tal que las hojas que dan sabor a esta infusión ya representan el 20% de las importaciones de te en España.

Alimentos Polar, el gigante venezolano detrás de la Harina PAN, coincide en el análisis. “Hemos observado una apertura por parte del consumidor local ante productos de otras partes del mundo”, comenta Toni Manzolillo, director comercial de la región Eurasia del Negocio Internacional, y señala su gran catálogo, que incluye no solo la harina de maíz, sino también empanadas, quesos frescos y arepas listas. Los datos facilitados por la empresa apuntan que la venta de tequeños de trigo, los grandes abanderados de la gastronomía venezolana, aumentó el último año un 9,8%, fuertemente apoyado por el acuerdo que une al fabricante con Mercadona, para quien produce estas preparaciones congeladas desde 2021.

“Tenemos un consumidor más variado y exigente”, explica Bernardo Rodilla, director de Comercio Minorista de la consultora Kantar. “Con un estilo de vida cada vez más heterogéneo, no es extraño que este tipo de productos puedan estar ganando peso en el mercado”, señala Rodilla. Además, los especialistas destacan que las nuevas dinámicas, caracterizadas por “ir menos veces a comprar y llenar más la cesta de la compra”, fortalece la necesidad de las grandes cadenas por innovar y aumentar su surtido con nuevas propuestas.

El verdadero impulso llega, indican desde Kantar, en el medio de una competencia feroz por la cuota de mercado. “Este negocio está todavía muy concentrado en el comercio tradicional, lo que solemos llamar los canales especializados, y es una de las grandes fuentes de crecimiento para los supermercados”, subraya Rodilla. La incorporación de nuevos productos “permite revalorizar la propuesta y también atraer a determinados tipos de compradores”, agrega.

Los productos ecológicos provenientes de América Latina tienen un papel central en este catálogo ampliado, ya que combinan el interés por los nuevos sabores así como los beneficios para la salud que el consumidor en España está buscando. Frutos como el açaí, típico de la cultura brasileña, o infusiones como la moringa y el mate, forman parte, por ejemplo, de entre 490 referencias del surtido ecológico de la cadena ALDI en España. “El interés se refleja en los tiques de compra: un 21% ya incluyen, como mínimo, un producto ecológico”, apuntan desde la cadena de origen alemán.

Las distintas partes coinciden en que, además, la llegada de estas nuevas propuestas permite mejorar la propuesta de valor de las cadenas de supermercado, en un contexto marcado por la competencia y la “normalización” de la marca blanca. “Las semanas de gastronomía temáticas, por ejemplo, juegan un papel fundamental para dar una mejor experiencia de compra y ofrecer un posicionamiento distinto, incluso más allá del precio”, agrega Rodilla.

Desde importadores a minoristas, todos coinciden en que este nicho del mercado va a continuar creciendo. Además de la expansión orgánica de las comunidades de inmigrantes en España, combinada con otras tendencias globales como la fuerza de los platos ya preparados, aún quedan muchos sabores por descubrir. “Los productos mexicanos han tenido mucho éxito, igual que los argentinos, pero aún quedan otras gastronomías como Perú, Bolivia o Ecuador, que aún no llegan de igual manera al canal moderno”, resalta Maccardi.

‘Made in Spain’

Uno de los puntos más llamativos de estos productos, pese a recuperar los sabores e ingredientes típicos de otros países, muchas veces están producidos mucho más cerca de lo que parece. “Lo que no podemos importar, lo fabricamos aquí”, cuenta Maccari, quien produce en Barcelona más de tres millones de kilos y 7,5 millones de alfajores. Algo similar señalan desde Empresas Polar, que desde su planta de fabricación en Rivas-VaciaMadrid produce más de 2.690 toneladas de productos, que llegan, además del mercado local, a más de 60 países.

La producción local de las recetas responde a otra prioridad, coinciden las empresas: asegurar la continuidad. “Nos encargamos de garantizar la presencia de nuestro portafolio en los diferentes formatos de retail”, comenta Morillo. Por su lado, Maccari señala que la venta a las grandes superficies locales requiere también de un cambio en la mentalidad de negocio: “En Argentina es muy normal, pero aquí no puedes dejar de entregar la mercadería porque si no desapareces de la estantería”. La fabricación local no viene libre de críticas. “Importamos cinco contenedores por mes de productos desde Argentina, pero igual nos critican por fabricar productos fuera del país”, asegura Maccardi. Pese a esto, en materia de ‘paladar sentimental’, el gusto aún no distingue de puntos de fabricación ni de compra.

Un largo recorrido

La presencia de los sabores latinos no se limita a ciertos rincones de las grandes superficies. Más allá de las referencias obvias, como el café proveniente de Brasil y Colombia, la gastronomía americana no deja ningún espacio libre.

"Empezamos hace 33 años, al principio importando vinos Michel Torino (una etiqueta de gama media) y dulce de batata porque vimos la oportunidad de venderle a los restaurantes argentinos", apunta Maccardi. El interés de importar vinos a España, el tercer productor a nivel global, se mantiene con nuevas referencias para todos los gustos y capacidad económica. "Los vinos argentinos tienen una muy buena relación precio-calidad y son una alternativa 'para darse un gusto'", resalta.

Lo mismo sucede en categorías ultra competitivas como la cerveza, en la que Polar apuesta por la distribución de dos referencias típicas de Venezuela. Los grandes jugadores del retail también apuestan por importar ellos mismos las principales etiquetas de cada país, por lo que no es de extrañar la aparición de Skol o Brahma, las cervezas más vendidas en Brasil.

Una visita a las tiendas también permite confirmar la presencia cada vez mayor de sabores latinoamericanos en el sector de especias y sazonadores, en su mayoría producidos de manera local. Clásicos como la salsa chimichurri o la mezcla para fajitas conviven también con productos básicos como la sal. "La sal es cloruro de sodio aquí y en todos lados, pero hay diferencias en materia de molienda y de sus propiedades, lo que da una oportunidad para importar", defienden desde Caro Import.

Sin embargo, todos parecen tener claro que el nuevo terreno de batalla serán los productos listos para consumir. Esto requiere que las empresas reinventen sus recetas clásicas para hacerlas más fáciles de consumir. "La tradición y la innovación coexisten en el sabor y la conveniencia de nuestros productos", comenta Manzolillo. Entre los nuevos lanzamientos se encuentran las hojas de hallaca, la yuca congelada, la carne desmechada, entre otros platos típicos venezolanos, así como otros aperitivos y comidas ligeras.

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Sobre la firma

Leandro Hernández
Periodista económico. Interesado en entender más de criptoactivos, transformación digital y energía. Se incorporó a este periódico en 2022 después de haber trabajado en diferentes países de América Latina y en Estados Unidos. Estudió Relaciones Internacionales en la Universidad Torcuato Di Tella (Argentina), y el Máster de Periodismo UAM-El País.
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