La Reserva Federal recorta los tipos de interés 0,25 puntos ante el miedo a la ralentización económica
Powell deja la puerta abierta a congelar la rebaja de tipos que se esperaba en diciembre tras una reunión con “opiniones muy divergentes”


Ante el miedo a una ralentización económica y el riesgo al descontrol de los precios, la Reserva Federal (Fed) ha apostado por la primera opción. El Banco Central de Estados Unidos ha decidido este miércoles rebajar los tipos de interés en 0,25 puntos porcentuales hasta un rango de entre el 3,75% y el 4%. Se trata de la segunda rebaja consecutiva del precio del dinero, después de otra similar en septiembre para tratar de dinamizar la actividad económica.
El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha dejado la puerta abierta a que la Fed se tome un respiro en la próxima reunión de diciembre antes de decidir si vuelve a tocar los tipos de interés. Powell también ha incidido en la división en el seno del organismo con algunos de sus miembros abogando por rebajas más agresivas y otros por echar el freno. “Seguimos enfrentando riesgos en ambos sentidos”, ha manifestado Powell este miércoles durante la rueda de prensa posterior a la reunión de la junta de gobernadores. “En los debates del Comité durante esta reunión, hubo opiniones muy divergentes sobre cómo proceder en diciembre. Una nueva reducción de la tasa de política monetaria en la reunión de diciembre no es una conclusión inevitable. Ni mucho menos”, ha señalado el economista nacido en Washington DC para enfatizar las diferencias existentes entre los miembros del consejo de la Fed. En la reunión de hoy, un miembro del consejo, Stephen Miran, ha votado a favor de un recorte de medio punto, y otro, Jeffrey R. Schmid, por no tocarlos.
“Aún no hemos tomado una decisión sobre diciembre. Siempre digo que no tomamos decisiones por adelantado, pero en este caso quiero añadir que no se trata de una conclusión inevitable. De hecho, está lejos de serlo”, ha insistido. Esas palabras han provocado la reacción de los mercados financieros. El índice industrial SP 500 se ha dado la vuelta y ha pasado de registrar ganancias durante la sesión a registrar caídas de casi medio punto.
Las señales que anticipan una moderación del crecimiento de la primera economía del mundo empiezan a acumularse a pesar del apagón estadístico del Gobierno de Estados Unidos. Decenas de agencias federales han cerrado o están a medio gas por la incapacidad de republicanos y demócratas para negociar una prórroga presupuestaria. Aun así, los últimos datos conocidos apuntan a una desaceleración del mercado laboral. La confianza de los consumidores se deterioró en septiembre por tercer mes consecutivo y ya está por debajo de los niveles del año pasado, según el indicador publicado ayer. A ello contribuyen la preocupación por el mercado laboral, el coste de la vida y un significativo aumento de la incertidumbre por los aranceles aprobados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
“Durante mucho tiempo, el riesgo para ambos objetivos (inflación y empleo) fue claramente para una mayor inflación. Pero eso ha cambiado. Como vimos, sobre todo después de la reunión de julio, observamos revisiones a la baja en la creación de empleo y un panorama muy diferente del mercado laboral, lo que sugería mayores riesgos a la baja para el empleo de lo que habíamos previsto”, ha añadido Powell. “Esto indicaba que la política monetaria, que habíamos mantenido en un nivel, diría yo, ligeramente restrictiva (otros dirían que moderadamente), debía evolucionar hacia una posición neutral. Si ambos objetivos están igualmente en riesgo, lo ideal sería mantener una posición neutral, porque uno exige un aumento y el otro una reducción. Por lo tanto, si se restablece el equilibrio, lo lógico sería mantener una posición neutral”, ha señalado dejando la puerta abierta a no tocar los tipos en diciembre.
Este jueves se conocerá el dato de crecimiento económico de Estados Unidos durante el tercer trimestre, que permitirá poner cifras al extendido sentimiento de inquietud económica. El país corre el riesgo de caer en la estanflación, una etapa de bajo crecimiento y alta inflación, que es letal para el bolsillo de ciudadanos y empresas. Los precios no dejan de subir; el pasado septiembre la inflación escaló una décima hasta el 3%, el nivel más elevado desde el pasado enero. La inflación subyacente, que no tiene en cuenta los productos más volátiles de la cesta de la compra, como los alimentos frescos y la energía, también escaló hasta el 3%, por encima del objetivo de la Reserva Federal.
La incertidumbre por las consecuencias reales de los aranceles también ha planeado sobre la reunión. “La expectativa es que habrá un aumento adicional de la inflación, ya que los aranceles tardan un tiempo en repercutir en la cadena de producción y llegar finalmente a los consumidores”, ha explicado un Powell algo más confiado. “Una vez que todos los aranceles están en vigor, dejan de generar inflación”, ha añadido, antes de matizar que la subida de los precios, aunque deje de acelerarse, “sigue causando un gran descontento entre la población. De momento, muchas empresa amortiguaron el impacto tarifario anticipando compras y reduciendo márgenes en el trimestre anterior. Pero el recorrido de esa estrategia empiece a agotarse y las compañías empiecen a trasladar a los precios el aumento de costes por los gravámenes a la importación.
Complejo equilibrio
Más allá de matices, los funcionarios de la Reserva Federal siguen sujetos al complejo equilibrio entre inflación y la salud del mercado laboral. Precisamente, la estabilidad de estas dos variables constituyen el mandato de los responsables de la política monetaria de Estados Unidos, en un entorno complejo por el cierre gubernamental, los aranceles y la cruzada contra la inmigración. Las revisiones a la baja de las cifras de empleo de Estados Unidos muestran un deterioro más agudo del esperado en la creación de puestos de trabajo. A pesar de ello, el dato de paro se mantiene históricamente bajo, en el 4,3%, una tasa que los economistas denominan pleno empleo. Los analistas explican que esta aparente divergencia, se explica por la reducción de la oferta de mano de obra debido al endurecimiento de las políticas migratorias de Trump. Se producen pocas contrataciones, pero también pocos despidos. En resumen, las empresas firman menos contratos, pero hay menos personas dispuestas a trabajar. Habrá que ver durante cuánto tiempo se puede mantener esta paradoja.
Las dudas se están trasladando también al mercado de la vivienda. El precio de las casas en Estados Unidos avanzó el pasado agosto al menor nivel en dos años, según datos de S&P Cotality Case-Shiller publicados este martes. El mercado inmobiliario corre el riesgo de ralentizarse aún más tras el despido de miles de trabajadores federales por las políticas de recorte de Trump y las consecuencias del shutdown, como se conoce en inglés al cierre gubernamental, que impide que cientos de miles de funcionarios públicos cobren sus nóminas.
Habrá que esperar a la próxima cita del Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC, en sus siglas en inglés), el órgano de la Fed que decide sobre los tipos de interés, para ver cómo han cambiado las preocupaciones entre estas fuerzas contrapuestas: repunte de la inflación y desaceleración económica.
La reunión se ha producido en un clima enrarecido ante las crecientes presiones del presidente Trump para controlar la Reserva Federal. El republicano ha emprendido hace meses una campaña de acoso y derribo contra el presidente de la Fed, Jerome Powell, al que ha insultado y faltado el respeto en repetidas ocasiones en busca de su dimisión. El inquilino de la Casa Blanca quiere una política monetaria más agresiva que ahonde en la rebaja de tipos para acelerar la actividad económica, cuando queda poco más de un año para las elecciones de mitad de mandato, que puede recortar el poder de los republicanos.
De momento, Trump ya ha colocado a uno de sus acólitos, Stephen Miran, que fue miembro del consejo de asesores del presidente, en la junta de gobierno de la Reserva Federal. En la anterior reunión de la Fed, Miran votó en contra de rebajar los tipos un cuarto de puntos porque quería una rebaja más agresiva, según revelas las actas publicadas hace un par de semanas y hoy lo ha vuelto a hacer. Powell ha intentado explicar estas diferentes visiones. “Las opiniones tan divergentes giran en torno al futuro, a cómo será... Hay diferentes pronósticos y expectativas sobre la economía, así como diferentes niveles de tolerancia al riesgo. Si leen los siete discursos, verán que existen diferentes puntos de vista en el Comité, hasta el punto de que yo mismo dije lo que dije”, ha apuntado durante la conferencia de prensa.
“Creo que para algunos miembros del Comité del Mercado Abierto de la Fed, el órgano que decide sobre los tipos, tal vez sea momento de reconsiderar si realmente existen riesgos a la baja para el mercado laboral”, ha apuntado Powell en una clara alusión a Miran, que aboga por ser más agresivo. “Algunos sentían la necesidad de detenerse, mientras que otros querían seguir adelante. Por eso digo que hay opiniones divergentes, muy divergentes. Digamos que cada persona tiene una tolerancia al riesgo diferente. Esto da lugar a puntos de vista dispares”, ha abundado.
Reducción del balance
La otra cuestión que estaba sobre la mesa en la reunión celebrada este miércoles era decidir la fecha para poner fin el programa de reducción del balance de la Fed. En las últimas crisis, sobre todo en la pandemia, el Banco Central compró bonos del Tesoro de Estados Unidos y otros títulos respaldados por hipotecas para garantizar la liquidez del sistema financiero en las épocas de turbulencias. Pero la Fed lleva dos años reduciendo el balance para restaurar el equilibrio financiero.
Desde 2022, ha pasado de tener activos por nueve billones de dólares a 6,6 billones. Powell había lanzado mensajes de que planeaba adelantar el fin de este programa al primer trimestre de 2026, pero las tensiones en los mercados hicieron especular a los analistas que podría poner fin en esta reunión. La junta de gobernadores, sin embargo, explica en la nota que el programa terminará en diciembre de este año.
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