La construcción pide multiplicar por cinco el límite de horas extra ante la reducción de la jornada
La patronal CNC reclama elevar el tope anual de 80 a 450 horas extraordinarias. Hoteles, bares y restaurantes aseguran que el recorte del tiempo de trabajo restará 5.000 millones a su facturación
![Trabajadores de la construcción levantan un edificio en Bilbao.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/5IQA7NQ6YNGR5GAOJP6HQHRKRA.jpg?auth=826452d52023aa42951e808664a3700612b79a51cb1025d516baf925bf29171b&width=414)
![Raquel Pascual Cortés](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F510ea146-e746-45d5-9dd2-af8dcd661bed.png?auth=04b1f7d61d195c392bb7afa860bc118ccd7344e977cfe1a025330ffba57f90c7&width=100&height=100&smart=true)
Los sectores que concentran más trabajadores afectados por la futura reducción de jornada ya hacen recuento de posibles daños y reclaman compensaciones. Es el caso de la construcción, cuya patronal reclama quintuplicar el actual límite de horas extraordinarias que puede hacer un trabajador, o de la hostelería, que vaticina pérdidas milmillonarias. Ambos sectores aglutinan en España a más de 2,5 millones de asalariados de los 12,5 millones que, según cálculos de Trabajo, se verán beneficiados si el recorte horario sale adelante en el Parlamento.
La Confederación Nacional de la Construcción (CNC) arremetió este miércoles contra lo que considera una “injerencia [del Gobierno] contra el diálogo social” por intentar reducir la jornada de trabajo por ley y solo con el respaldo sindical. Ante esta medida, que solo se aplicará si consigue el aval de la mayoría suficiente en el Parlamento, los empresarios de la construcción piden elevar el límite legal de horas extra: de las 80 que actualmente fija el Estatuto de los Trabajadores piden pasar a 450 horas. Esto “supondría menos de dos horas extra al día”, puntualizan en un comunicado.
La patronal de la construcción recuerda, además, que las horas extras “son voluntarias para los trabajadores y que normalmente se abonan a un precio mayor que las ordinarias”, y también la cotización por ellas es mayor. La CNC ha asegurado que la posibilidad de hacer hasta 450 horas extra repercutiría en una mejora salarial media para los empleados que las hicieran de unos 7.000 euros al año. Sin embargo, esta demanda convive con el hecho de que, aunque solo el 6% de los asalariados declara hacer horas extraordinarias, según los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA), muchos de los que las hacen no las cobran. El 39% de los siete millones de horas extra que se hacen cada semana en España no se retribuyen, según los datos oficiales.
En este escenario, el presidente de CNC, Pedro Fernández Alén, lamenta que el anteproyecto de ley aprobado este martes, y que está pendiente de negociación parlamentaria, “supone una extraordinaria limitación a la realización de horas extra voluntarias para los trabajadores”. Además, destaca las “importantes ventajas” que tendría la elevación del límite de horas extra tanto para los trabajadores que optaran por hacerlas y aumentar así sus ingresos, como para el Estado, que también vería subir su recaudación por cotizaciones y por IRPF.
Esta organización ya defendió esta medida en la mesa del diálogo social donde se negoció el recorte del tiempo de trabajo, pero fue descartada de plano ante el rechazo de los sindicatos, en especial de CC OO, y del Ministerio de Trabajo.
Pérdidas en la hostelería
Por su parte, tanto la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) como la patronal Hostelería de España han puesto cifras al impacto de la reducción de jornada de las 40 horas actuales a 37,5 horas semanales. Ambas organizaciones apuntan que ese recorte del tiempo de trabajo del 6%, para una industria con más de 1,8 millones de trabajadores de media en 2024, tendría una repercusión salarial directa de 2.538 millones. El cálculo se refiere a un conjunto de más de 300.000 empresas.
Y añaden que, en el caso concreto de la hostelería, “donde la productividad está vinculada a la presencialidad”, la reducción del tiempo de servicio y producción en los locales representará una caída del 3% de la facturación. Esto significa que el sector hostelero perdería más de 5.000 millones de sus ventas, según denuncia su patronal.
Más allá del coste, las quejas afectan a los efectos que la medida tendrá sobre “aspectos organizativos insalvables” de las empresas. “Supondrá un sinsentido”, ejemplifican, “en aquellas empresas que ofrecen un servicio de 24 horas, que se cubren en tres turnos y que, en estas nuevas circunstancias, dejarán franjas horarias descubiertas”. Esto obligará a realizar nuevas contrataciones con el consecuente incremento del coste salarial, que se sumará a las últimas subidas de cotizaciones y al alza del salario mínimo interprofesional, concluyen.
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