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IMPUESTO DE SOCIEDADES
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Desmontando la farsa fiscal europea

El desvío de beneficios de las grandes multinacionales a paraísos fiscales causa pérdidas millonarias en la recaudación del impuesto de sociedades

Los ministros irlandeses de Finanzas y de Gasto Público y Reformas, Jack Chambers y Paschal Donohoe, en Dublín el 1 de octubre.
Los ministros irlandeses de Finanzas y de Gasto Público y Reformas, Jack Chambers y Paschal Donohoe, en Dublín el 1 de octubre.Clodagh Kilcoyne (REUTERS)
Andreu Missé

Este mes de octubre se ha registrado un esperanzador giro en la maltrecha fiscalidad europea. El cambio empezó el pasado 10 de setiembre, con la histórica sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) (C-465/20 P), que dio la razón a la Comisión Europea y condenó a la multinacional estadounidense Apple a pagar 14.300 millones de euros por impuestos no satisfechos en Irlanda. Gracias a su peculiar régimen de baja tributación, Irlanda opera como un paraíso fiscal al facilitar que las multinacionales estadounidenses desviaran a su país parte de sus beneficios, que en 2020 superaron los 140.000 millones de euros.

Lo realmente sorprendente ha sido la reacción a la sentencia de las autoridades irlandesas. El ministro de finanzas Jack Chambers ha saludado como “transformadora” esta inesperada ganancia fiscal y ha anunciado dedicar el dinero a “vivienda, energía, agua y transporte”. Irlanda, con una población de 5,4 millones de habitantes, tiene un dramático déficit de viviendas, como otros Estados europeos. Entidades oficiales cifran en 52.000 viviendas anuales las necesidades de construcción durante el próximo cuarto de siglo.

Después de haberse resistido durante años a corregir su sistema fiscal, la rectificación obligada del Ejecutivo de Dublín pone al descubierto que las carencias de viviendas y otras infraestructuras sociales no se deben a la falta dinero, sino a un sistema fiscal ineficiente e injusto.

El caso vuelve a poner el foco en los paraísos fiscales y las pérdidas que causan en la recaudación del impuesto de sociedades de las multinacionales que se elevan del 20% en Europa y el 14% en Estados Unidos, según el Observatorio Fiscal de la UE. Este agujero se suma a la reducción del tipo medio del impuesto sobre el beneficio de las sociedades, que ha descendido desde el 50% en 1985 al 21% en 2020.

La Unión Europea y España tienen mucho que corregir en este ámbito. Un estudio de Oxfam indica que entre 2015 y 2020 los beneficios de las grandes empresas españolas desviados hacia paraísos fiscales han ascendido a unos 114.500 millones de euros. Precisa que “el destino preferido por las empresas españolas para desviar sus beneficios son las guaridas fiscales europeas. De los casi 18.000 millones de euros de beneficios desviados en 2020, el 84% fueron a Europa”. Íñigo Macías, investigador de Oxfam Intermón, estima que “las pérdidas de los ingresos tributarios en España por el impuesto de sociedades durante este periodo se elevan a 29.100 millones de euros”. Considera que “el impuesto de sociedades no es equitativo porque beneficia a las grandes multinacionales”, pero admite que “el establecimiento de un tipo mínimo del 15% y las obligaciones de intercambio de información entre países son un paso adelante”.

La rectificación fiscal de Irlanda y su atención por las necesidades sociales son lecciones que deberían ser tenidas en cuenta en la reforma impositiva que prepara el Gobierno. Las necesidades financieras de gasto social no son imposibles si se dispone de la fiscalidad adecuada. Es una decisión de la que dependen millones de personas y la buena marcha de la economía.

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