Las vacantes de empleo sin cubrir siguen cayendo en Europa por el parón alemán

La falta de mano de obra es uno de los asuntos más comentados por empresarios y sindicatos en los últimos años, una fuente de preocupación para los Gobiernos de varios países europeos y que ha motivado políticas específicas para combatirlo. Atendiendo a las cifras de Eurostat, el problema parece en retroceso: en el segundo trimestre la tasa de vacantes de empleo sin cubrir fue del 2,4% en el promedio de los Veintisiete, dos décimas menos que en los primeros tres meses del año.

Este retroceso profundiza una caída que empezó en 2022, cuando este registro tocó un techo histórico con un 3,1%. El bajón coincide con el parón de la economía alemana y algunos de sus vecinos, lo que conecta con la contracción de su número de vacantes: llegó a notificar un 4,5% y ahora está en un 3,3%. A la vez, España sigue en un 0,9%, casi la menor proporción del continente, una cifra que contrasta con las quejas habituales de la patronal, que advierte de una profunda escasez de mano de obra.

Esta tasa es el resultado de dividir el número de empleos sin cubrir entre la suma del total de puestos de trabajo y el número de vacantes. Según las cifras de la oficina estadística europea, este registro alcanza ahora su menor cifra en tres años, con un 2,4%, una caída en el promedio europeo que va de la mano del retroceso de este registro en varios países, más allá de Alemania. También cae en las otras dos grandes economías del continente: en Francia (una décima, hasta el 2,7%, y seis décimas menos que hace un año) y en Italia (cuatro décimas, hasta el 2,1%, y tres menos que en 2023).

El guarismo también retrocede en Austria, que en el primer trimestre notificaba la tasa más alta de Europa, con un 4,5%. Ahora es de un 4%, seis décimas menos que el año pasado. El retroceso es menor en República Checa (3,3%) o Países Bajos (4,4%), con cifras calcadas a las del primer trimestre, pero igualmente se aprecia una caída respecto a 12 meses antes. La estimación difundida este miércoles, limitada a una decena de países, sitúa al neerlandés como el que notifica una mayor tasa de vacantes.

Esta tasa empezó a crecer en Europa en 2015, coincidiendo con la mejora de la economía tras la Gran Recesión. Entonces rondaba el 1,5%. Siguió creciendo hasta la pandemia, y después de la crisis sanitaria dio un salto que tocó techo en 2022. Desde entonces emprende una lenta caída décima a décima.

Frenazo económico en el norte de Europa

Estas caídas se producen en un momento complejo para la economía europea. Solo creció un 0,3% en el segundo trimestre, en buena parte porque la economía de Alemania retrocedió una décima entre abril y junio. Además, la producción industrial en la zona euro, en la que las manufacturas germanas tienen un peso enorme, sigue teniendo muchos problemas para recuperar la actividad previa a la pandemia. En junio, cayó una décima, según Eurostat.

Los expertos vienen señalando que esta bajada en las vacantes se debe precisamente al estancamiento de la economía en el norte de Europa. “Antes que en el empleo, la ralentización de la economía suele manifestarse en una caída en las ofertas (vacantes) y en la movilidad voluntaria de personas hacia empleos mejor remunerados”, indicaba el coordinador de investigación del área laboral de Fedea, Marcel Jansen, a preguntas de este periódico por la anterior contracción de las vacantes. Coincidía Arturo Lahera, profesor del departamento de Sociología Aplicada en la Universidad Complutense de Madrid: “En 2021 y 2022 las vacantes seguían subiendo ligeramente, mientras que la reducción, sobre todo en el centro de Europa (con su dependencia del ciclo alemán), comienza el año pasado. Apostaría por la recesión alemana como principal causa”.

Los Gobiernos europeos vienen aprobando políticas específicas para atraer trabajadores extranjeros y mejorar las capacidades de los desempleados, de forma que puedan satisfacer a los sectores que acusan falta de mano de obra. Los que más problemas acusan son la construcción, el transporte, el metal y la enfermería, según el principal informe comunitario que analiza el problema de las vacantes elaborado por la Autoridad Laboral Europea, con datos de 2022.

¿Y en España?

España está a la cola en vacantes de empleo, según las cifras provisionales de Eurostat. La tasa fue de un 0,9% en el segundo trimestre de 2024, una cifra invariable desde los últimos tres meses de 2021 (cuando era del 0,7%). La oficina estadística europea elabora sus datos a partir del único registro oficial de España, la Encuesta Trimestral de Coste Laboral. El último dato difundido es del primer trimestre de 2024, cuando se alcanzó un récord de 149.962, la misma cifra que un año antes. Tras varios trimestres al alza, en los últimos se ha estacando.

En relación con el global del mercado laboral, la cifra española es muy inferior a la del resto de países europeos. La tasa española (0,9%) solo es superior al 0,8% de Bulgaria (dato del primer trimestre) y al 0,7% de Rumanía.

Pese a estas cifras oficiales, los empresarios españoles aseguran que el problema de las vacantes es uno de los más graves de la economía nacional. No solo lo limitan a las profesiones vinculadas a la Formación Profesional, también acusan escasez en sectores como la hostelería o el campo. Los sindicatos difieren: creen que en estos sectores, cuando falta mano de obra, es por lo bajos que son los salarios. También hay diferencias de criterio en el Gobierno: el Ministerio de Trabajo acota el problema a posiciones muy específicas y alude a la alta tasa de paro para rechazarlo (11,3%, el doble que la media europea), mientras que desde la parte socialista del Ejecutivo consideran que la escasez es algo más grave.

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