Antonio Garamendi: “Si nos recortan la jornada habrá muchos convenios que se paralicen”
El presidente de la CEOE cree que la economía española “no va como un cohete, pero tampoco va fatal; va bien”. Y se queja de que el Ministerio de Trabajo “es utilizado para fines políticos”
El máximo representante de los empresarios españoles, Antonio Garamendi (Getxo, Bizkaia, 1958), recibió a este periódico el pasado miércoles por la mañana en la sede de la CEOE. Mientras conversa, los negociadores de la asociación que preside discuten con los del Ministerio de Trabajo y los de los sindicatos las condiciones para alcanzar un acuerdo que reduzca la jornada ordinaria de trabajo 40 años después. “Si nos recortan la jornada habrá muchos convenios que se paralicen. Es evidente”, advierte, en una conversación en la que también habla de la regulación de la indemnización por despido, de los problemas de acceso a la vivienda, de la entrada del Estado al capital de empresas estratégicas, del estado de la economía o el debate migratorio.
Pregunta. Hasta hace poco se hablaba de una época fructífera del diálogo social, gracias a los ERTE o la reforma laboral. De un tiempo a esta parte estamos en el polo opuesto. ¿Qué ha pasado?
Respuesta. Yo diría que sigue habiendo acuerdos sociales. Es curioso, cuando nosotros decimos que no compartimos algo, parece que es un problema. Cuando otros dicen que no comparten algo, parece que no. Pero, efectivamente, firmamos 14 o 15 acuerdos, en un momento en España donde se demostró que todo el mundo fue muy responsable. Todos pusimos al país por encima de todo como consecuencia del covid. La reforma laboral fue un hito importantísimo en este país. Nosotros somos partícipes y actores de esa reforma. Pero no podemos estar de acuerdo en que por motivos políticos se cambie en un año y medio. El tema de la prioridad de los convenios [autonómicos] viene como consecuencia de un pacto político. Eso da una inestabilidad a los acuerdos a los que llegas. Nosotros, si llegamos a saber eso, posiblemente no hubiéramos... No estaríamos de acuerdo.
P. ¿Ve como una deslealtad los cambios que se están incorporando?
R. Sí. Ese, concretamente, lo es. Tenemos la impresión de que el Ministerio de Trabajo, lo digo con claridad, a veces se está utilizando para otro tipo de campañas, diferentes de lo que es sentarnos en la mesa [de diálogo social]. Cada día tenemos noticias nuevas.
P. ¿Puede ser más específico?
R. Creo que todo el mundo lo entiende. Creo que se está utilizando a veces para fines políticos, independientemente de para sentarse para ver los temas.
P. ¿Habla del Gobierno en general o del Ministerio de Trabajo?
R. Estoy hablando del Ministerio de Trabajo. Cuando se habla del Gobierno, yo hay veces que digo, oye, me gusta que sea uno. No que sean dos o tres.
P. El Gobierno ha hecho público el cuadro macro con unas previsiones bastante positivas. Las empresas han vivido años de resultados muy positivos. ¿Esta situación se compadece con las declaraciones que a veces vemos por parte de los empresarios?
R. Yo diría que van bien, pero por barrios. Depende de los sectores, la escala de las empresas... Si hablamos de la gran empresa es así. En el momento que vamos llevando el listón hacia la pequeña empresa, o a ciertos sectores como el comercio de proximidad o la hostelería, ya empezamos a cambiar. Ahí se ve perfectamente como la productividad también ha caído. ¿Esto va como un cohete o esto va fatal? Pues yo sinceramente creo que no va como un cohete, va bien, pero tampoco va fatal. Lo digo por poner las cosas en su sitio.
Las empresas pequeñas no ven la necesidad de la reducción de jornada, a no ser que se les ofrezca algo especial
P. Ya que habla de los pequeños, hace poco se celebró la asamblea de Cepyme [la patronal de las pymes y parte de la CEOE], en la que su presidente y también vicepresidente de esta casa, Gerardo Cuerva, dijo que el Ministerio de Trabajo “pretende imponer sus trasnochadas tesis de control público de los medios de producción y de planificación económica”. ¿Comparte esa opinión?
R. Yo entiendo que la gente esté enfadada, preocupada, agobiada. Yo suelo utilizar otras palabras.
P. ¿Qué ha cambiado en las últimas semanas para que parezca más posible que la CEOE participe en el acuerdo para reducir la jornada laboral?
R. Nosotros pensamos que todo eso se gestiona a través de la negociación colectiva, que es como hay que hacerlo. Si esto pasa así [reducción de jornada por ley], ¿qué va a pasar? Que para qué vamos a negociar el convenio. ¿Para qué? Si nos recortan la jornada va a haber muchos convenios que se paralicen. Yo creo que es evidente. Y luego hay algo que sí os tengo que decir: es legítimo, pero es un pacto político. Que dos partidos llegan a un acuerdo, pero a nosotros no nos obliga a un pacto. Nosotros tenemos que estar a lo que tenemos que estar y diremos que sí o diremos que no en función de cómo sean las cosas. Nos hemos sentado a la mesa y se nos dice “esto es así y tienes que aceptar esto y luego hablamos”. Pero, ¿cómo que tengo que aceptar esto y luego hablamos? Esto no se hace así. Y yo no discuto, hazlo por real decreto. Vete al Parlamento y que te lo aprueben.
P. Le hemos escuchado mucho decir esta frase estos días. ¿Le consta que si no hay acuerdo con ustedes no saldría adelante en el Parlamento? ¿Junts y PNV lo apoyarían?
R. No lo sé. Nosotros, desde luego, expondremos por qué pensamos que no es un tema razonable en este momento. Nosotros seguimos sentamos en la mesa, seguimos hablando, pero tan democrático es decir que sí, como decir que no cuando consideramos que no es bueno. La necesidad [de esta medida] los más pequeños, el campo, las empresas con contratación públicas, es que no la ven. Salvo que se les ofrezca algo especial.
P. ¿Y qué debería ser? ¿Un aumento de las horas extra?
R. Cuando estamos en negociaciones no solemos decir nada, pero la ministra acaba de decir que nos olvidemos. Siempre hay espacio para el acuerdo cuando alguien quiere acordar. Ahora, si el resultado está cerrado y cuando sales a jugar el partido te dicen que vas a perder cinco a cero y el árbitro va vestido del equipo contrario... Pues no es la manera habitual de negociar. Ahora, por ejemplo, con la ley de Industria no nos han dicho pues esto es así.
P. Los sindicatos han anunciado que se manifestarán en septiembre por la falta de avances en la negociación para reducir la jornada, les acusan de no decir si aceptan la contracción o con qué condiciones sí lo harían. Pepe Álvarez no ha descartado la huelga general. ¿Cómo valora este anuncio? ¿Y por qué no definen con qué medidas concretas sí aceptarían la bajada a 37 horas y media? ¿Cuáles serían?
R. Lo primero de todo, los sindicatos tienen nuestro respeto y desde luego tienen derecho a plantear manifestaciones. Pero del mismo modo, creo que las empresas merecemos el mismo respeto y tenemos derecho a decir no cuándo consideramos que una medida puede dañar la economía y el empleo. Dicho esto, ya hemos dejado claro que no somos partidarios de una reducción legal por decreto de la jornada de trabajo, porque es una cuestión que ya se trabaja en la negociación colectiva. De hecho, esa reducción que se plantea abre en canal el acuerdo marco de negociación colectiva para los años 2024 al 2026 que precisamente firmamos con los sindicatos hace un año para dar estabilidad al diálogo social en ese periodo. Nosotros, al menos cuando cerramos un acuerdo lo cumplimos hasta el final. Y a partir de ahí, seguiremos sentados en la mesa de diálogo.
P. Sobre la financiación de Cataluña. ¿Cuál es su postura? ¿Comparte el planteamiento de la patronal catalana, Foment?
R. En la CEOE esto viene de abajo a arriba. Son muy respetables los planteamientos de todo el mundo, pero lógicamente en esta casa defenderemos la cohesión de todos los territorios. Porque también está Murcia, que también está infrafinanciada, etcétera. Es un debate que está ya encima de la mesa. Lógicamente todos los territorios están expectantes. Creo que aquí lo que hay que hablar es de cómo encajamos absolutamente todo lo que es España. Mi responsabilidad es esa.
P. Un sector defiende algo parecido a un cupo, como el vasco. ¿Eso es compatible con todos los territorios de España?
R. No lo sé. Vamos a hablar claro. El cupo vasco es constitucional, el concierto económico. Como el navarro está en la Constitución, y por tanto en esta casa se defiende. Es un tema de política y nos lo tendrán que trasladar. Nosotros no somos representantes políticos, somos representantes económicos. Cuando nos lo trasladen opinaremos.
“Conpymes no es nada. Es política de amiguetes”
P. ¿Por qué les parece mal la entrada de otras patronales en el Consejo Económico y Social?
R. Porque no representan a nadie. Es política de amiguetes. Conpymes no es nada. Ya está. Si quieren hablar con los empresarios que vengan a esta casa. Si quieren hacer amigos, que hagan lo que quieran.
P. ¿Cree que es una manera de intentar diluir la posición de la CEOE dentro de las negociaciones?
R. Si es que no van a poder, si es que somos lo que somos. Llevamos 47 años trabajando por este país. Aquí están todas las empresas, las grandes, las medianas, las pequeñas, de todos los sectores y todos los territorios. Si quiere jugar otro partido, pues que se juegue. Cuando vayan ellos nosotros no estaremos.
P. Dentro de poco se hace pública la resolución del Comité Europeo de Derechos Sociales sobre la reclamación que interpuso UGT porque consideraba que la indemnización por despido no cumple la Carta Social Europea. Dice que el sistema tasado de España no cumple al respecto. Y el programa de Gobierno de PSOE y Sumar dice que se adaptará la normativa a lo que diga el Comité.
R. El Comité es consultivo y hay muchos temas consultivos que no se atienden. Entre otros, España está en estos momentos en la Organización Internacional del Trabajo entre los 20 países que se saltan los acuerdos sociales. De eso no se habla. Los acuerdos políticos son respetables, yo no les quito legitimidad, pero a nosotros no nos obliga.
P. ¿Teme la inseguridad jurídica que puede provocar? Hay jueces que han otorgado indemnizaciones por encima de los 33 días.
R. Uno de los problemas que nosotros estamos viendo en este país, y lo digo permanentemente, es que tiene que haber seguridad jurídica, estabilidad regulatoria y calidad de las normas. Lo estoy diciendo permanentemente.
P. ¿Es un problema la inseguridad jurídica en España?
R. El planteamiento de seguridad jurídica es que si tengo que invertir, tengo que tener confianza. Y si me cambias las normas cada tres días... Por lo menos de la palabra confianza dudaré.
P. Hay un asunto sobre el que han hablado mucho, las vacantes de empleo. ¿Por qué cree que hay un desfase tan grande entre el diagnóstico que se hace con las estadística del INE en la mano y que el Ministerio de Trabajo da por buenas, en base al cuál no es un problema relevante, y la percepción de tantos empresarios que dicen que no encuentran mano de obra en muchos sectores?
R. Creo que hay dos motivos diferentes. Uno, todo lo que es los nuevos empleos que vienen y es evidente desde el punto de vista tecnológico, de la sostenibilidad, de la digitalización. Necesitan capacitaciones, donde nos tenemos que poner en marcha. Eso por un lado, pero luego es verdad que cuando hablamos de conductores de autobuses faltan miles de personas. Tenemos 2,6 millones de parados. Esa es una realidad. Falta gente en la hostelería, en la construcción... Y hay demanda. No estoy sacando ninguna conclusión. Digo que eso es así y que de eso sí nos deberíamos sentar a hablar. No sé, se puede compaginar en un momento dado la renta mínima con un empleo que esté en convenio. Puede haber fórmulas mixtas para ir incorporando gente.
P. Pero en España sigue siendo un problema el nivel salarial. Hay una gran precariedad.
R. Bueno, pero para eso hay que cuidar a las empresas. ¿Dónde está la precariedad salarial? En los pequeñitos, en ese comercio. Y cuidado, precariedad salarial, está firmado en convenio. O sea que los sindicatos y los trabajadores han firmado ese convenio. Ahora, si las cotizaciones sociales, por ejemplo, van multiplicándose y cada día son más altas es muy difícil pagarlas y a la vez subir los salarios. Trabajemos la industria y ya veréis como no me habláis de esto. Vayamos a un modelo de mayor productividad, de generación de valor. Ahí es donde nos tenemos que poner.
P. Hay un fuerte debate migratorio en España, ¿cuál es su opinión al respecto?
R. Nosotros creemos que España tiene que ser un país de acogida como otros países lo han sido para los españoles en otras épocas. Y creo que además es la forma donde no solo un país, sino una economía, una sociedad, crece. Nosotros estamos de acuerdo en esas líneas, en las de acoger de forma responsable a gente que puede venir a aportar a trabajar por este país. Yo creo que lo hemos visto en la selección española de fútbol. Esa multiculturalidad nos viene muy bien.
P. Pero al mismo tiempo es compatible con el crecimiento de fuerzas políticas de ultraderecha.
R. Creo que el bipartidismo ha sido buenísimo para España, con sus defectos. Los extremos, tristemente, mandan demasiado. Los españoles somos moderados
P. Pero el tema migratorio está en un extremo. Hablamos de los extremos cuando en realidad...
R. Sí, pero en los otros extremos hay otras cosas. Hay de un lado y del otro. Son de los dos.
P. ¿Qué opina de la entrada del Estado en empresas estratégicas?
R. Depende cómo y de qué manera puede ser interesante que el Estado tenga alguna participación. De hecho está pasando en otros países europeos. Lo que habrá que vigilar es que no se cope la gestión. Una cosa es ser accionista en una forma de proteger al país. Son empresas estratégicas y son importantes. Y otra cosa es decir: no, ahora voy y lo llevo yo. La primera parte es parte de lo que está pasando y de lo que entendemos razonable, tiene un punto de estrategia. Lo segundo no nos gustaría de cualquier Gobierno. No estoy hablando de este, estoy hablando de este, el siguiente, del que fuera. Es decir, que se siga gestionando por profesionales, por gestores. Si eso está dentro de lo que está pasando en Alemania, dentro de la normalidad.
P. Respecto a los problemas de acceso a la vivienda, vemos ya territorios en los que puede estar afectando a la generación de empleo. En Baleares lo estamos viendo de forma clarísima. ¿Le preocupa que el precio de la vivienda afecte negativamente a la actividad económica?
R. Estamos trabajando desde los sectores implicados con el Ministerio de Vivienda en este tema. Es un objetivo en España que hay que poner viviendas en marcha. Nosotros pensamos que hay que construir más. Pero esto no es una dualidad de esto o esto. Hay que construir más y posiblemente una parte de esas viviendas tendrán que ser sociales. Es compatible.
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