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Así aplicarán los supermercados la rebaja del IVA en los productos básicos

Las cadenas de distribución tendrán que cambiar los precios a cerca de 7.000 productos en más de 20.000 tiendas

Laura Delle Femmine
Imagen de un supermercado.
Imagen de un supermercado.

“La distribución va a tener que hacer un esfuerzo operativo extraordinario para actualizar los nuevos precios, pero lo vamos a hacer como actuamos en lo peor de la pandemia o en Filomena, para hacer lo mejor para la sociedad”, explica Ignacio García Magarzo, director general de Asedas (Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercado). La decisión del Gobierno de dejar exentos de IVA los alimentos de primera necesidad y de rebajar a la mitad, del 10% al 5%, el IVA del aceite y la pasta supone un reto para los supermercados. “Hubiera sido mejor conocer antes la medida para poder actuar con más tiempo”, añade. García Magarzo representa a grupos de supermercados y distribución alimentaria de España que dan trabajo a 322.066 trabajadores y cuentan con más de 19.000 tiendas. “Esta medida de bajada de impuestos va en la dirección que defendíamos”, asegura.

La decisión del Gobierno de rebajar el IVA a los alimentos básicos a partir del próximo 1 de enero busca paliar el incremento del precio especialmente acusado de productos como el azúcar, la harina o el aceite, que está convirtiendo la cesta de la compra en una losa insostenible para los hogares más vulnerables. “Este aumento de precios, que se explica principalmente por el impacto de la guerra sobre cadenas de suministro y producción globales y por los aumentos previos del precio de la energía, es especialmente relevante en los alimentos, existiendo productos de primera necesidad, como la harina, la mantequilla o el azúcar que han experimentado incrementos cercanos al 40% interanual”, explica el Ejecutivo en el real decreto ley con las medidas anticrisis publicado este miércoles en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

De hecho, el encarecimiento de los productos alimentarios en noviembre fue más del doble que el IPC general: un 15,3% frente a un 6,8%. Los productos que pasarán a tener un IVA del 0% —y a los que ahora se aplica un 4%— son los que más llenan el carrito de la compra: pan, harinas panificables, leche animal (natural, certificada, pasterizada, concentrada, desnatada, esterilizada, UHT, evaporada y en polvo), quesos, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, tubérculos y cereales que tengan la condición de productos naturales de acuerdo con el Código Alimentario. Tanto este descuento como la disminución del IVA al 5% para aceite y pasta estarán en vigor durante seis meses o hasta el 1 de mayo si la tasa interanual de la inflación subyacente —que no tiene en cuenta los precios de energía y alimentos frescos, los más volátiles— del mes de marzo cae a un nivel inferior al 5,5%. En noviembre estaba en el 6,3%.

Las asociaciones que representan al gran consumo (Aces, Aecoc, Anged, Asedas y Fiab) celebraron la rebaja del IVA a los alimentos básicos. “Es una buena noticia que contribuirá a limitar el impacto de la inflación”, señalan. Pero consideran que “se trata de una oportunidad perdida que se haya excluido artículos como el pescado, la carne o los yogures de esta rebaja del IVA, ya que los productos frescos forman parte de la cesta básica de los consumidores y son además esenciales en la dieta mediterránea”, argumentan a través de un comunicado. Además, las asociaciones “lamentan que, junto a las medidas de ayuda a los hogares, no se hayan aprobado iniciativas para evitar nuevos sobrecostes a las empresas”. Y reclaman el aplazamiento del nuevo impuesto al plástico que se pondrá en marcha a partir del próximo año.

Lo cierto es que la rebaja del IVA de los alimentos básicos supone un desafío para los supermercados, que tienen que actualizar sus sistemas informáticos para recoger los cambios. Fuentes del sector explican que los grandes grupos no tendrán grandes problemas a nivel tecnológico, pero sí para reetiquetar las referencias con los nuevos precios tras aplicarles el nuevo IVA del 0% o del 5%. Recuerdan que no hay un precedente de un cambio de IVA con tan poco tiempo. Insisten en que tienen que modificar unos 7.000 precios en cerca de 20.000 tiendas del sector. “Mucha gente va a tener que estar trabajando en Nochevieja”, augura un empleado de una cadena de supermercados. Otra fuente desvela que las grandes cadenas llegaron a pedir al Gobierno que la medida entrara en vigor una semana más tarde para poder actualizar las referencias con más tiempo.

Vigilancia de los precios

El sector también lamenta que les pongan en duda sobre si incorporarán la rebaja del IVA a los productos o la llevaran a márgenes para ganar más dinero. “Se ha encarecido la materia prima, la energía, los carburantes y los fletes”, defienden fuentes del sector. La industria, argumenta, ha tenido precios más o menos estables durante los últimos 20 años y con esta crisis ha tenido que repercutir la subida de algunos productos”, admiten al tiempo que destacan la gran competencia que hay en España. “Esto”, agregan, “no es como Portugal, donde prácticamente el mercado se lo reparten dos operadores. Aquí hay más competencia”, defienden ante la intención de Unidas Podemos de impulsar un impuesto sobre las ventas de los supermercados.

El decreto deja claro que la reducción del tipo debe beneficiar “íntegramente” al consumidor, sin que esta “pueda dedicarse total o parcialmente a incrementar el margen de beneficio empresarial con el consiguiente aumento de los precios en la cadena de producción, distribución o consumo de los productos”. El decreto menciona que habrá un sistema de seguimiento de la evolución de los precios, al margen de las actuaciones que pueda realizar la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) en el ámbito de sus competencias.

Nadia Calviño, vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, ha insistido este miércoles en una entrevista en que habrá vigilancia y sanciones a la distribución si no traslada la rebaja del IVA a los precios, aunque el decreto no aclara de qué tipo. “Confío en que el sector, que además es muy consciente de que tiene una responsabilidad especial en este momento, colabore y transmita esta bajada de los precios, que va a notarse inmediatamente en los bolsillos de las familias españolas. Si no, la CNMC tendrá una indicación muy clara de vigilarlo y habrá sanciones si no se cumple”, ha advertido en TVE.

El ministro de Agricultura, Luis Planas, también ha subrayado que el Gobierno estará vigilante para evitar que la industria use la rebaja de impuestos para subir sus márgenes. “El sector agroalimentario y la distribución han dicho y se han comprometido a trasladarlo al precio final del consumidor. Confiamos en la palabra del sector, pero vamos a estar vigilantes de que así sea. Y hay medios por parte de la distribución de mostrarlo, ya sea reflejándolo en el tique de la compra o en los propios espacios, señalando cuál es el precio antiguo o el nuevo a partir del 1 de enero”, ha asegurado en Antena 3.

Varios de los productos que se beneficiarán de la rebaja del IVA se encarecieron muy por encima del 15% de la subida media de los precios de los alimentos. En noviembre, últimos datos disponibles del INE, el precio del aceite repuntó un 26% con respecto al mismo mes del año anterior; hasta un 56% el resto de aceites. En el caso de las harinas y otros cereales, la subida ha sido de casi el 38%, del 31% la leche, del 27% los huevos. La pasta se encareció un 21,5% y cerca de un 20% las patatas, el queso y los demás lácteos. Aumentos menos intensos, pero aun así elevados, los han experimentado el pan (14,9%), las legumbres y hortalizas frescas y secas o procesadas (en torno al 14%, un 24% las congeladas), y las frutas frescas (9%).

La rebaja del IVA alimentario también pretende compensar el impacto que la supresión de la bonificación al carburante puede tener en la evolución de los precios. El descuento de 20 céntimos en gasóleo y gasolina, del que todos los conductores se beneficiaron desde la pasada primavera, contribuyó a mitigar el repunte del índice de precios al consumo, pero quedará ahora limitado al uso profesional. Por eso, el Gobierno confía en que una eventual subida de la inflación causada por su desaparición pueda ser neutralizada por el abaratamiento de la cesta de la compra.

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Sobre la firma

Laura Delle Femmine
Es redactora en la sección de Economía de EL PAÍS y está especializada en Hacienda. Es licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Trieste (Italia), Máster de Periodismo de EL PAÍS y Especialista en Información Económica por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

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