Los ingresos tributarios hasta octubre ya superan lo recaudado en todo 2021
El déficit público enfila otro mes a la baja y proyecta un cierre de año inferior a la tasa de referencia del 5%
Los ingresos por impuestos hasta octubre ya han superado toda la recaudación de 2021: 223.695 millones de euros frente a los 223.385 millones del año anterior, cuando ya se habían batido todos los récords. Según el último informe publicado este miércoles por la Agencia Tributaria, el IVA y el impuesto de Sociedades son las dos grandes figuras que ya han superado el nivel del ejercicio anterior. El primero está un 3,5% por encima del cierre de 2021, con 75.028 millones recaudados hasta el décimo mes del año, mientras que el segundo supera en un 10,3% lo ingresado en todo el ejercicio pasado, con 29.388 millones. Estos repuntes compensan el IRPF y los impuestos especiales, que todavía están algo por debajo de los resultados de 2021.
Detrás de este espectacular incremento, que puede suponer unos ingresos superiores a las estimaciones del Gobierno para el cierre de ejercicio —de 244.072 millones, según el avance de liquidación incluido en el proyecto de Presupuestos— hay varios factores, que van desde la recuperación económica hasta el comportamiento del empleo, el efecto de la inflación y un parcial afloramiento de la economía sumergida. Todos elementos que compensan las rebajas aprobadas en la fiscalidad energética para hacer frente a la elevada inflación, que ya suponen una merma de 6.000 millones, según la Agencia Tributaria.
El organismo detalla en su informe que octubre es el periodo más importante del año para la recaudación. Los ingresos por impuestos alcanzaron este mes los 41.864 millones, un 11,7% más que el año anterior, mientras que en el acumulado del ejercicio el incremento es del 16,9%. La Agencia esgrime varias razones para explicar los aumentos. La recaudación en el IVA aumentó un 17,9%, muy por encima del alza de cerca de un 8,5% de la inflación; las retenciones del trabajo, que acumulan una subida en el año del 12,6% gracias a la creación de empleo, los aumentos de salarios y pensiones y el crecimiento del tipo efectivo que se deriva de ellos. A ello se suman los ingresos brutos de las declaraciones anuales del IRPF y del impuesto sobre Sociedades. Y hay una cuarta variable: los pagos fraccionados.
La presentación del segundo pago fraccionado del impuesto de sociedades tuvo “muy buenos resultados”, con un alza del 29% en el mes. El mayor crecimiento se produjo en los grupos consolidados. También hubo devoluciones extraordinarias de ejercicios anteriores. Los ingresos en el IVA aumentan en el año un 19,2%, un porcentaje que subiría al 21,1% si se sumasen los ingresos perdidos por la rebaja fiscal, que está conteniendo la aportación de los impuestos especiales. La recaudación por IRPF, en cambio, alcanzó los 92.717 millones entre enero y octubre, muy cerca de los 94.546 recaudados en todo 2021.
El déficit baja al 1,6% del PIB
La espectacular marcha de la recaudación ha permitido que el déficit público encadenara otro mes a la baja. Los números rojos del conjunto de las Administraciones —excluidas las corporaciones locales—, en este caso hasta septiembre, han disminuido hasta los 21.000 millones. Se trata del 1,6% del PIB, según los datos publicados este miércoles el Ministerio de Hacienda. Este porcentaje está muy lejos del boquete registrado en el mismo periodo de 2021, del 4,8% (equivalente a casi 60.000 millones), y proyecta un cierre inferior a la tasa de referencia que se ha fijado el Gobierno para el ejercicio, del 5%.
Hay otro elemento que apunta a que 2022 terminará mejor de lo que marcan las previsiones oficiales. El Gobierno ha reconocido a Bruselas que tiene una proyección alternativa de ingresos y gastos, superior en 10.000 millones en ambos casos a la diseñada en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado. Ha justificado este doble pronóstico, que no tiene precedentes, en el “alto nivel de incertidumbre” causado por la guerra, pero no ha revisado las previsiones de déficit al elevar los desembolsos en la misma cuantía.
Con estos elementos y ante la evolución de las magnitudes, varios organismos proyectan un déficit inferior al 5% que marca el Gobierno. La Autoridad Fiscal (Airef) estima que la previsión alternativa se acerca más a la realidad y que el saldo entre ingresos y gastos públicos será del 4,6% en 2022. La presidenta de este organismo, Cristina Herrero, compareció el martes en el Senado y subrayó que el porcentaje podría ser incluso inferior en función de cómo se comporta la recaudación. También el Banco de España calcula que el agujero de las Administraciones será siete décimas inferior a lo proyectado el Gobierno.
A estas voces se suma la del secretario de Estado de Hacienda, Jesús Gascón. También intervino el martes en el Senado y avanzó que los ingresos tributarios cerrarán el año por encima de las previsiones inicialmente contempladas, gracias al crecimiento económico y la creación de empleo. Admitió, sin embargo, que hay un porcentaje que responde a la inflación, que cifra en un 25% —frente al 50% que estima la Airef—. También hay que recordar que el Ejecutivo está pendiente de anunciar qué medidas anticrisis amplía y si adopta nuevas iniciativas, lo que podrá influir del lado del gasto.
Los datos publicados este miércoles por el ministerio desglosan que la Administración central acaparó el grueso del agujero presupuestario hasta septiembre, con el 1,1% del PIB, un 75% menos que en el mismo periodo del año anterior. Las comunidades autónomas, que a estas alturas de 2021 registraban superávit gracias a las generosas transferencias recibidas del Gobierno, acumulaban números rojos equivalentes al 0,45% del PIB hasta el noveno mes del año, debido a un aumento de los gastos del 8,6% y un descenso de los ingresos del 0,5%. La Seguridad Social, en cambio, mejora su saldo presupuestario del -0,6% al 0,02% gracias al aumento de los flujos de la Administración central. El Estado, por el cual se dispone de datos hasta octubre, ha registrado un déficit del 1,37% del PIB, un 69,7% menos con respecto a 2021, gracias a un incremento de los ingresos del 25,9%, frente a un alza muy inferior de los gastos, del 1,8%.
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