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La Autoridad Fiscal no considera realistas las previsiones de ingresos del Gobierno y ve “carencias” en los Presupuestos

El organismo critica que las medidas anticrisis no se incluyan en las cuentas y alerta de que frenarán la corrección del déficit en 2023

Laura Delle Femmine
Autoridad fiscal Presupuestos
La presidenta de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), Cristina Herrero Sánchez, este martes en el Congreso.Javier Lizon (EFE)

La Autoridad Fiscal (Airef) considera que el proyecto de Presupuestos para 2023, recién presentado en el Congreso, tiene “carencias notables”. El organismo cree que la previsión de ingresos no es realista por estar infravalorada. También critica que, pese a la coyuntura, las cuentas no incorporan un plan anticrisis, que podría asumir una envergadura tal “como para desvirtuar la calidad del Presupuesto”, ha señalado este martes la presidenta del organismo, Cristina Herrero. La economista ha sido muy dura con la decisión del Gobierno de remitir a Bruselas un escenario b, alternativo a los Presupuestos, en el que proyecta más ingresos y gastos tanto en 2022 como en 2023, pero manteniendo la misma senda del déficit y sin aclarar el impacto de futuras políticas contra la inflación. Si se prorrogara el paquete anticrisis, como ya ha deslizado el Ejecutivo, el desfase de las cuentas podría alcanzar el 4,6% del PIB en 2023, frente al 3,3% que calcula la Airef sin él y el 3,9% proyectado por el Ejecutivo. La corrección de los números rojos, además, se estancará por encima del umbral del 3% en los próximos años si no se actúa sobre ellos.

Herrero ha insistido en que el Presupuesto nace “viciado” porque “no tiene una previsión de cierre realista de los ingresos y no contempla la posible prórroga de unas medidas” que ya se sabe que están “en las previsiones del Gobierno”, como apunta el nuevo paquete de ayudas aprobado este mismo martes y recoge el Plan Presupuestario. La presidenta del organismo ha afirmado que las cuentas deberían al menos incluir una valoración general de las medidas para paliar el impacto de la crisis energética que se vayan a prorrogar o a adoptar, visto que los elementos que han llevado a aprobarlas no han desaparecido. También ha lamentado que falta información sobre los ajustes de contabilidad nacional y la ejecución del Plan de Recuperación, y que las cuentas no se enmarcan en un escenario de medio plazo.

La Airef ya descarta que para 2025 el déficit pueda bajar del umbral del 3% del PIB que fijan las reglas comunitarias, actualmente suspendidas, y como prevé el Gobierno. “Nos estancaríamos algo por encima, en torno al 3,2%, 3,3%”, ha señalado Herrero. “Nuestra previsión tiene una senda de corrección más alta en 2022 y luego un estancamiento. Quiere decir que ya no hay margen para la adopción de medidas”, ha zanjado en su comparecencia en el Congreso para informar sobre los Presupuestos. En cambio, ha adelantado que la actuación del Ejecutivo para paliar el impacto de la inflación sí está siendo “focalizada”, en el sentido que está beneficiando en mayor medida a las rentas más bajas, según los resultados preliminares de un estudio que está elaborando al respecto.

Aval de las previsiones

Pese a las discrepancias, el organismo ha avalado el cuadro macroeconómico del Gobierno para 2023 porque las variables nominales coinciden. El organismo prevé, sin embargo, un crecimiento del PIB real del 1,5% en su escenario central, cinco décimas menos del pronóstico anterior y seis por debajo de la estimación del Ejecutivo. Eso se debe a la materialización de algunos riesgos a la baja, como la persistencia de la inflación, que ha endurecido las condiciones de financiación, o el deterioro del comercio mundial, que restan 1,4 puntos. Además, hay otro factor que reduce en cerca de un punto el crecimiento. “El empeoramiento de las condiciones para la segunda mitad de 2022. Hay indicadores que hasta apuntan a crecimiento negativo que se arrastrará a 2023″, ha alertado Herrero. En cambio, la revisión de la contabilidad nacional suma cuatro décimas.

Ante estas perspectivas, el nivel de PIB prepandemia no se recuperará hasta el primer trimestre de 2024, según el organismo. Y siempre y cuando se cumplan determinadas condiciones. “Se alerta de que esto descansa en dos supuestos fundamentales: que la crisis energética se solucione y que el Plan de Recuperación realmente coja velocidad y haya una correcta ejecución”, ha matizado Herrero.

En este ámbito, el de los fondos europeos, llega una nota positiva. La presidenta de la Airef ha señalado que, en septiembre, los datos de licitación formalizados se han multiplicado por tres o por cuatro con respecto a agosto, cuando ya eran mucho mejores que los anteriores.

Dudas sobre la inversión

Las principales discrepancias entre el Gobierno y la Airef sobre el crecimiento del PIB están en su estructura, en particular sobre el dinamismo de la inversión. El Ejecutivo espera un gran empujón, mientras que la Airef echa el freno ante un contexto incierto. Herrero ha enumerado una posible escalada de las tensiones geopolíticas, las incógnitas sobre si va a ser posible el suministro energético a un precio razonable, las dudas sobre la evolución de la demanda y un endurecimiento de las condiciones financieras. “Quizás no son las condiciones propicias para que las empresas decidan aumentar su capacidad productiva. Y aquí nuestro supuesto sobre la evolución de la inversión es más contenido”.

En cuanto al IPC, que el Gobierno no incluye en su cuadro macro, la Airef lo fija en el 8,9% de media en 2022 y en el 3,9% en 2023, siempre y cuando se adopten medidas para frenar la escalada de precios también el próximo año. “Si no, podría ponerse por encima del 5%”, ha alertado Herrero, quien calcula que el 50% del aumento de la recaudación de este año se debe al alza de precio, y que en 2023 este porcentaje alcanzará el 75%.

Reequilibrio

Herrero ha recordado que las reglas fiscales se suspendieron por la pandemia y se han mantenido congeladas por la incertidumbre causada por la guerra y el escenario inflacionista. Pero ha alertado que la situación no “puede hacer perder de vista la sostenibilidad de las cuentas públicas. La suspensión de las reglas lleva aparejada la presentación de un plan de reequilibrio, que evidentemente ahora está superado por la situación de incertidumbre. Pero no puede ser que no se presente ese plan. Habrá que adaptarlo a la gravedad y persistencia de esa incertidumbre”.

Ha recordado que también en ámbito comunitario hay recomendaciones, cada vez más específicas, en aras de garantizar la sostenibilidad cuentas. “Antes cualitativas y luego cuantitativas, con la limitación de que el gasto corriente primario no crezca por encima del crecimiento potencial”, ha puntualizado. “Lo que recomendamos es que los Presupuestos tienen que recuperar su papel central como instrumento de política fiscal y económica y ser un elemento fundamental en el diseño, planificación, ejecución, control y supervisión de la actividad del sector público”, ha concluido.

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Sobre la firma

Laura Delle Femmine
Es redactora en la sección de Economía de EL PAÍS y está especializada en Hacienda. Es licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Trieste (Italia), Máster de Periodismo de EL PAÍS y Especialista en Información Económica por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

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