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La inflación se modera por cuarto mes consecutivo y se sitúa en el 6,8% en noviembre

La electricidad y los carburantes marcan la progresiva relajación del IPC, según el dato adelantado para el undécimo mes

Un puesto del mercado central de Valencia, a mediados de mes.
Un puesto del mercado central de Valencia, a mediados de mes.Mònica Torres
José Luis Aranda

La inflación sigue moderándose. En noviembre, el Índice de Precios al Consumo (IPC) ha crecido un 6,8% con respecto al mismo mes del año pasado, según el dato adelantado este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que se sitúa cinco décimas por debajo del 7,3% que marcó en octubre. Se trata, dentro del episodio sostenido de carestía que viven España y todas las economías avanzadas, de un dato relativamente bueno: de entrada, porque supone el cuarto mes consecutivo en que el indicador retrocede, tras el pico de julio. El segundo motivo es que cada vez se perfila más claramente la idea de que se ha emprendido el descenso hacia la falda de la montaña, y no estamos ante un valle intermedio que acabe en una cima todavía más alta. La tercera es que, si bien nadie puede descartar que aparezca algún montículo por el camino, España (y los consumidores) se ahorra un mes más el susto que supondría un repunte inflacionario, lo que los expertos llaman dientes de sierra.

En las causas del retroceso de la inflación hay pocas novedades con respecto a los meses previos. La energía ha explicado gran parte de la escalada inflacionista en toda Europa, y es protagonista de la relajación de los precios en España en los últimos meses. La electricidad, particularmente, apunta a un nuevo abaratamiento en un noviembre en el que se ha batido récord de generación eólica. Pero también los precios internacionales del petróleo apuntan en la misma dirección. El INE destaca precisamente la electricidad y los carburantes entre los componentes con mayor influencia en la bajada del IPC con respecto a los meses previos. También cita la ropa y el calzado porque, como ya pasó en octubre, en esta nueva temporada han subido menos que en la de 2021, lo que ayuda a bajar la inflación puesto que esta se mide interanualmente.

En la evolución de los precios también desempeña un papel importante el denominado efecto base. Con este, se refieren los expertos a la influencia de la situación de partida en la comparación estadística. La inflación ya lleva más de 12 meses siendo elevada, y hace un año no dejaba de crecer, lo que favorece ahora que la variación interanual de precios se modere (al medirse con respecto a unos importes que ya eran muy elevados). Aunque en este caso, también en la comparación mensual retrocede la estadística: el indicador en su conjunto fue en noviembre un 0,1% más barato que en octubre.

La aparente tregua de los precios energéticos, a las puertas de un invierno cargado de incertidumbre para Europa, supone una buena noticia para los hogares, que están viviendo la cruz en el alto precio de los alimentos. Estos marcaron un nuevo máximo histórico en octubre con un crecimiento del 15,4%. El indicador avanzado del INE no ofrece pistas de momento sobre su comportamiento en noviembre, así que habrá que esperar unas semanas para ver la evolución de la inflación por componentes y comprobar si, a las puertas de la época de mayor consumo, al fin llega alguna buena noticia a la cesta de la compra. Antoni Cunyat, profesor colaborador de Economía y Empresa en la UOC, cree que esto será difícil porque el dato de la inflación subyacente apunta a que la desaceleración de los precios está muy centrada en la energía, mientras que otros productos siguen creciendo.

Alta inflación subyacente

La inflación subyacente, según el dato adelantado del INE, se sitúa en el 6,3%, una décima más que en los meses previos, lo que supone una mala noticia. Este indicador, que excluye los precios de alimentos frescos (pero no de muchos productos elaborados que forman parte de la cesta habitual de la compra) y de la energía por considerarse muy volátiles, es importante porque da pistas sobre la evolución futura de los precios. Su persistencia parece dar la razón al Banco Central Europeo (BCE), que el lunes señaló que el episodio inflacionista está lejos de remitir en el continente y anunció nuevas subidas de los tipos de interés oficiales. “Realmente, la subyacente es la que indica el corazón de los precios y es la que miran los bancos centrales para dirigir su política monetaria”, explica Cunyat.

No obstante, la presidenta del organismo, Christine Lagarde, también destacó la dificultad de implementar la actual política monetaria —consistente en encarecer el precio del dinero para contener el consumo y, con ello, el crecimiento de los precios— con situaciones tan dispares entre los socios de la moneda única. España fue el segundo país, por debajo de Francia, con menor incremento del IPC en octubre. El dato conocido este martes seguirá manteniéndola con toda seguridad en torno a esas posiciones.

“La inflación se ha reducido cuatro puntos en los últimos cuatro meses, lo que sitúa a España como uno de los países con una disminución más rápida e intensa de la Unión Europea”, ha destacado el Ministerio de Economía. “La reducción de la inflación pone de manifiesto el impacto positivo de las medidas puestas en marcha para amortiguar el alza de los precios”, ha añadido en una valoración remitida a los medios. El experto de la UOC coincide en hacer “una valoración positiva” del dato general y subraya que no se aprecia “inflación de segunda ronda”, en alusión al temor de muchos economistas a una espiral salarios-precios que se retroalimente y obligue a tomar medidas aún más drásticas. “Por eso es importante un pacto de rentas”, agrega, a la vez que apunta que Europa sigue rodeada de ”incertidumbres” por la guerra de Ucrania, aunque “este año el frío ha llegado más tarde y eso es otra buena noticia”.

El dato adelantado situará la media de inflación de los últimos 12 meses en el 8,5%. Este dato es importante porque iguala la estimación que hizo el Gobierno en los Presupuestos para la actualización de las pensiones. Estas crecerán, por tanto, en el porcentaje previsto, pero lo harán a partir de enero, tal y como establece el mecanismo de actualización que fijó el Ejecutivo de Pedro Sánchez, que tiene en cuenta la evolución de los precios entre diciembre de un ejercicio y noviembre del ejercicio siguiente. De nuevo habrá que esperar al dato definitivo de inflación que ofrecerá el instituto estadístico dentro de dos semanas para confirmarlo, aunque este normalmente se mueve poco y difícilmente alterará el valor promedio.

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Sobre la firma

José Luis Aranda
Es redactor de la sección de Economía de EL PAÍS, diario donde entró a trabajar en 2008. Escribe habitualmente sobre temas de vivienda y referentes al sector inmobiliario. Es licenciado en Historia por la Universitat de València y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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