La Seguridad Social recupera la cota de los 19 millones de afiliados 10 años después
El paro registrado se reduce en 89.968 personas en junio y baja hasta los 3,16 millones de desempleados, el mínimo desde 2008
La Seguridad Social ha regresado al punto más simbólico de la Gran Recesión: la caída de Lehman Brothers. En Septiembre de 2008 tenía más de 19 millones de afiliados, al mes siguiente los perdió y no ha vuelto a recuperarlos hasta el pasado junio, cuando ganó 91.322 cotizantes con empleo y superó de nuevo ese simbólico listón. Quedó en 19,002 millones. También bajó el paro registrado en junio. Se redujo en casi 90.000 desempleados y bajó hasta los 3,16 millones, según los datos divulgados este martes por el Ministerio de Trabajo.
Ya hace más de cinco años que la Seguridad tocó suelo. La segunda recesión de la crisis le llevó a contar solo con 16,15 millones de afiliados. Desde entonces ha ido mejorando el empleo y el número de cotizantes que tienen trabajo hasta llegar el pasado junio a superar los 19 millones. Volvía así al nivel que perdió a comienzos de la crisis, hace ya una década.
Regresar al nivel de afiliados con los que contaba el instituto previsor en el momento de la caída de Lehman Brothers es una buena noticia. Sin embargo, no supone todavía recuperar todo el empleo, medido según la afiliación, perdido durante la crisis. Los 19,01 cotizantes de media durante junio todavía no alcanzan los casi 19,5 millones que son todavía el techo de la Seguridad Social, tocado en julio de 2007, en el apogeo del boom inmobiliario.
Como en el caso del empleo, también la otra cara del mercado laboral, el paro, lleva tiempo recuperando niveles perdidos hace mucho. Los 3,16 millones de desocupados inscritos en las oficinas públicas de empleo representan el número más bajo desde diciembre de 2008. Pero también en este caso hay diferencia con los niveles anteriores al comienzo de la crisis. Más incluso, ya que la cifra más baja de parados registrados previa a la crisis se situó por debajo de los dos millones.
Los números que ha divulgado el Ministerio de Trabajo —el nuevo Gobierno ha recuperado el viejo nombre de este departamento llamado hasta hace un mes Ministerio de Empleo— muestran que esa recuperación continúa. Si se observa la tendencia de la afiliación en el último año, el aumento sigue por encima del 3% —en concreto, en el 3,11%— igual que en mayo. Con este último junio, el instituto previsor ya enlaza 24 meses con crecimientos anuales que superan el 3%.
También la tendencia al alza se observa al contemplar los números desestacionalizados de la Seguridad Social. El incremento del mes pasado es el último de una serie que sube de forma ininterrumpida desde noviembre de 2014.
Estos datos indican que el buen comportamiento laboral prosigue. Aunque lo hace de una forma provisional, ya que todas estas cifras deben contrastarse con la encuesta de población activa (EPA) del segundo trimestre del año. La EPA es el mejor termómetro de lo que sucede en el mercado del trabajo, y en sus últimas ediciones ha confirmado lo que indican por adelantado la Seguridad Social y el paro registrado, aunque con menos euforia.
Esa recuperación del empleo está mejorando el volumen total de trabajadoras en el mercado de trabajo, manteniendo una marcha estructural que apenas se ha detenido durante la crisis. Así en junio, por cuarto mes consecutivo, volvió a batirse el récord de mujeres afiliadas a la Seguridad Social, que alcanzó los 8.779.129. Esta cifra representa el 46,19% del total de ocupados.
Un elemento importante que está mostrando la salida de la crisis es el tirón de ramas de actividad como la hostelería. La pujanza del turismo en los últimos años ha sido sustancial y eso se ha notado en la mano de obra. También se ha notado este junio, un mes que es la puerta de entrada al verano, es decir, la temporada alta turística. Así, la hostelería ha sumado, solo en el régimen general (el que rige para asalariados), 34.537 afiliados más.
Otras actividades también han tirado del empleo en el último mes. El comercio ganó algo más de 28.000. Otras ramas como la sanidad, actividades administrativas y servicios auxiliares o la industria manufacturera han notado las contrataciones que realizan las empresas para cubrir las bajas que demandan las vacaciones estivales.
Estas actividades compensaron con creces la caída del empleo en la educación. Es habitual que esto suceda cuando finaliza el curso escolar. Puede sorprender este hecho después de la reciente sentencia del Tribunal Supremo que declaraba ilegal despedir en verano a los docentes interinos que han trabajado en los colegios durante todo el curso. No obstante, hay que señalar que este fallo no afecta a los maestros y profesores que han realizado sustituciones cortas o a otros oficios que se encuentran en las escuelas como los cuidadores, bedeles o las personas que atienden los comedores escolares.
Sobre este aspecto, el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, explicó que su departamento ha dictado un criterio de actuación para que se extremara, tanto en la enseñanza pública como en la privada y concertada, la vigilancia de la Inspección de Trabajo y la Tesorería.
Muchos temporales
Estos comportamientos estacionales enfrentan al mercado laboral español con uno de los problemas que no ha solucionado en esta recuperación: la precariedad y la inestabilidad en el empleo. Esto se deduce al ver lo sucedido con la contratación. Por quinta vez en la historia, en junio se superaron los dos millones de contratos firmados. Ya sucedió en mayo y en tres ocasiones durante 2017. Esto es un claro indicio de una alta rotación en el empleo.
A pesar de ese alto número de contratos en un solo mes (más de dos millones), esta cifra es menor que la de mayo y junio del año anterior. Cuando se baja al detalle, se aprecia un importante incremento de los contratos indefinidos en el último año, un 16,43%, mientras que los temporales —contratos cada vez más cortos— van estancándose. Pero estos números todavía no son suficientes para que estos últimos pierdan mucho protagonismo: aún suponen casi el 90% de los firmados en la primera mitad del año. Y por si esto fuera poco, como han demostrado estudios recientes, tampoco los contratos fijos son sinónimo de estabilidad. Y cada vez lo son menos.
CC OO considera que la evolución del mercado de trabajo “no refleja una mejora de la situación del empleo”. Según este sindicato, “la calidad del empleo sigue siendo la asignatura pendiente”. En la misma línea, UGT centró su análisis en la necesidad de “revertir la precariedad”. Esta organización también reclamó más protección para las personas sin trabajo.
CEOE optó por poner el foco sobre lo que falta para volver a los niveles de empleo anteriores a la crisis. En opinión de la patronal, para llegar a este punto el Gobierno debe “profundizar en las reformas, en el marco del diálogo y la concertación social”.
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