Jean Tirole: “Si gana Le Pen, habrá fuga de capitales en pocas horas”
El Nobel de Economía Jean Tirole apunta como responsables de la crisis a reguladores y gobernantes que no atendieron a los avisos
Cuenta Jean Tirole que empezó a escribir La economía del bien común porque, tras obtener el Nobel, mucha gente se le acercaba con una pregunta: ¿Cómo puede la economía contribuir a mejorar la sociedad? De esta necesidad de explicar procesos complejos con un lenguaje sencillo nació este libro, inesperado éxito de ventas en Francia que ahora se edita en español.
Tirole (Troyes, 1953), el primer francés en lograr el premio de la Academia de las Ciencias de Suecia en tres décadas, reconoce que la crisis de 2008 supuso “un desastre” para la imagen de sus compañeros de profesión. A regañadientes admite los errores de los economistas, pero apunta como principales responsables del embrollo financiero a reguladores y gobernantes que no atendieron los avisos. “En países como España hubo voces que alertaron de lo que ocurría. Los políticos, presos de sus incentivos para salir reelegidos, no escucharon”, aseguraba este jueves en la Fundación Rafael del Pino en Madrid.
La última obra de Tirole puede leerse como una declaración de amor a la economía. En ella no hay solo una reflexión sobre los grandes desafíos a los que se enfrenta la sociedad —clima, paro, finanzas, construcción europea…—, sino también una descripción pormenorizada del trabajo de los que se dedican a esta ciencia social. El director de la Escuela de Economía de Toulouse enumera los avances de los últimos años —la supervisión única de los bancos europeos, por ejemplo—; aunque también es consciente de las deficiencias.
Tirole duda unos segundos cuando se le pregunta qué ha fallado para que muchos ciudadanos se sientan ahora más inseguros y con un mayor riesgo de exclusión social. “No hemos prestado suficiente atención a los perdedores. Las desigualdades han aumentado e incluso podrían hacerlo más con la economía digital y el sector tecnológico. Además, los Gobiernos del sur de Europa no han tenido el valor de impulsar reformas necesarias. Las tasas de desempleo de Francia o España son un escándalo. Si no ejecutamos las reformas necesarias, cada vez tendremos más problemas financieros y perderemos nuestro Estado del bienestar”, responde.
Este científico de formación interdisciplinar —estudió Ingeniería, es doctor en Matemáticas y se interesa por materias como la psicología— no elude la batalla política. Él y otros 24 Nobel de Economía firmaron el mes pasado una carta contra el programa antieuropeo de la candidata a presidenta de Francia Marine Le Pen.
¿Qué consecuencias teme si, en contra de lo que predicen las encuestas, la ultraderechista derrota a Emmanuel Macron el domingo? “¿De verdad quiere oírlas? Son muy deprimentes”, bromea. El listado de desgracias es largo: Tirole teme que el déficit público se dispararía y el mercado laboral sufriría con medidas como el veto a la entrada de inmigrantes o la jubilación a los 60 años. Pero esto no sería lo peor. “Francia saldría del euro y tendría un banco central dependiente del poder político que imprimiría moneda, lo que generaría muchísima inflación. Creo que en cuestión de horas, quizás el mismo domingo por la noche, habría especulación y fugas masivas de capitales. Caminaríamos hacia una devaluación del franco y un impago de la deuda, tal y como ocurrió en Argentina”, continúa.
Europeísta convencido, Tirole defiende en su libro la cesión de soberanía por parte de los Estados de la UE. Pero el resurgimiento nacionalista lo hace cada vez más difícil. “Soy pesimista. El federalismo ahora no es posible. Excepto con la unión bancaria, no hemos avanzado demasiado estos años. Si los Estados no ceden soberanía, los países del norte, con un paro del 5%, jamás aceptarán un seguro de desempleo compartido con países que tienen un paro estructural del 20%”.
Ante la perspectiva de una victoria de Macron, Tirole tiene claro el orden de prioridades. “Primero, una reforma del mercado laboral. Modificar la estructura del Estado, cuyo gasto representa ahora el 57% del PIB. Y mejorar el sistema educativo”.
Contra los populismos, más educación en economía
Jean Tirole lleva décadas ofreciendo respuestas a problemas como el paro o el calentamiento global. Por ahora, como reconoce con un toque de humor, con escaso éxito. Este economista francés es un defensor acérrimo del contrato único que acabaría con la dualidad entre trabajadores fijos y eventuales; y de un sistema “que proteja al asalariado y no al puesto de trabajo”. Tirole es escéptico sobre la puesta en marcha de sus ideas en Francia, un país en el que más del 50% de los ciudadanos votó en la primera vuelta de las presidenciales a candidatos euroescépticos o contrarios a la reforma laboral aprobada por el Gobierno socialista, que el economista considera “muy tímida”.
Tirole apunta a la educación como el elemento clave. Y muy especialmente, la formación en economía, que considera fundamental para cualquier ciudadano al margen de su ocupación. Contra populistas como Marine Le Pen, su receta es “más educación”.
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