La Unión Europea y Mercosur avanzan en los “valores fundamentales” de un acuerdo

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La voluntad de alcanzar un acuerdo es firme como nunca antes. Los negociadores del Mercosur y la Unión Europea cierran hoy la primera ronda desde 2012, con la expectativa de alcanzar finalmente un acuerdo general antes de fin de año y uno definitivo a más tardar en 2018. Ese es el espíritu en los delegados reunidos en Buenos Aires. No habrá anuncios de resultados concretos “a mitad del río”, como advirtió la canciller Argentina, Susana Malcorra. Pero la sensación de las partes es que “por fin podremos terminar con esto”, como resumió la directora para las Américas de la Unión Europea, Edita Hrdá.

Las delegaciones iniciaron sus encuentros el lunes pasado y los terminarán este viernes. Durante cinco días, intercambiaron las propuestas elaboradas por sus equipos referidos tanto al comercio como al diálogo político y la cooperación. Es en estos dos últimos puntos donde todo avanza más rápido. “Nos vamos a llevar la sensación de que hemos trabajo mucho, con un buen texto, con buenas propuestas de la parte del Mercosur, y confiados en que las conversaciones están realmente muy abiertas, con buena voluntad, escuchándonos. Vemos que pensamos en el mismo sentido y que con quien más comparte la Unión Europea sus valores fundamentales es con los países del Mercosur y de América Latina”, dijo Hrdá desde Buenos Aires.

La diplomática europea tiene experiencia en la región y conoce bien Argentina y Paraguay, donde fue embajadora de la República Checa entre 1999 y 2003. Ahora ha viajado como jefa del equipo de 50 diplomáticos europeos que dialogan con sus pares de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, los países que integran el Mercosur. Hrdá fue puro optimismo. Dijo que percibió el buen clima de las conversaciones en el entusiasmo de los negociadores y que la de decisión de acordar “está en el ambiente”. “El interés de las partes es similar, queremos llegar a un acuerdo y los temas que proponemos son del interés de la contraparte y la contraparte viene con ideas que a nosotros nos gustan. Es paso a paso y veo que podremos acordar. La voluntad es la de, por fin, terminar esta negociación”, dijo.

El mismo optimismo se vivió en las delegaciones del Mercosur. La canciller Malcorra, como anfitriona por representar al país que ocupa la presidencia pro tempore del bloque sudamericano, dijo que los intercambios fueron “intensos” en “una enorme cantidad de reuniones en paralelo. Pero la ministra fue también cauta en dar definiciones: “Es un tema complejo y es difícil tomar inventario a mitad del río. Estamos con una expectativa muy alta y muy positiva, hay intención e interés cierto de avanzar en el tema y poder cerrarlo".

La expectativa política fue alta, tanto en el Mercosur como en la Unión Europea, sobre todo porque ahora ambas partes se necesitan. La política de fronteras cerradas de Donald Trump en Estados Unidos reactivó finalmente negociaciones que se encontraban demoradas desde hace años. El Mercosur, y sobre todo México, y Europa necesitan estimular mercados que le permitan colocar sus productos ante una eventual escalada proteccionista de Washington. “El mundo está cambiando todo el tiempo y tenemos que adaptarnos a los cambios. Son cosas nuevas y hay que enfrentarlas y tomarlas por la parte positiva. Pueden ser una motivación para hacer algo mejor, buscar otros socios, otros amigos en el mundo con los cuales podemos colaborar y seguir defendiendo los valores de la Unión Europea”, dijo Hrdá.

Claro que las negociaciones políticas serán más simples que las comerciales. El 40 % del comercio de Europa con América Latina es con el Mercosur y otro 25% es con México, de ahí la importancia de un acuerdo. Pero el Mercosur pretende cambios en el apoyo estatal europeo a sus productores agrícolas, donde los cuatro países del bloque son más fuertes, y Europa buscará igualdad de derechos en las licitaciones públicas y el uso de patentes, otro tema conflictivo. Cerrado el capítulo en Buenos Aires, habrá otro encuentro en Bruselas, que aún no tiene fecha.