Sin España no es posible

Históricamente, los grandes eventos como el Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos sólo tienen sentido para los países que los albergan si el legado de su imagen resulta bien aprovechado por el turismo. España ya vivió la experiencia de acoger los Juegos Olímpicos, como también Inglaterra, y, en ambos países, el aumento del turismo en los años que siguieron a esos macro-eventos fue extraordinario. En Brasil, nos encontramos en un momento crucial en el que la formalización de asociaciones y colaboraciones estratégicas pueden catalizar el crecimiento del sector de viajes en unas matemáticas en las que dos más dos es igual a mucho más que cuatro.

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A Brasil le faltan turistas

Brasil quizás sea el país con una mayor diferencia entre el potencial y lo verdaderamente realizado en el sector de viajes. A pesar de que estamos en la cúspide del ranking en atractivos naturales en el informe de competitividad del turismo del Foro Económico Mundial, nuestros Parques Naturales reciben poco más de siete millones de visitantes anuales y tan sólo facturan 16 millones de dólares. Estados Unidos, que ocupan el tercer lugar en esta lista, reciben 307 millones de personas y facturan 17.000 millones de dólares.

Desarrollo una apretada agenda en Madrid, aprovechando la Feria Internacional de Turismo (Fitur), con el objetivo de invitar a empresarios diversos y al gobierno español a aprovechar las oportunidades que se han abierto en Brasil con motivo de la postolimpiada. Somos el mayor país de América Latina, tenemos frontera con otras 10 naciones y un mercado consumidor interno de unos 150 millones de personas. Una nación pacífica, multicultural, tolerante con las diferencias y abierta a las inversiones.

El último informe de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo apunta a Brasil como el país del mundo que ha firmado más acuerdos internacionales de inversiones. Y, a pesar de haber registrado una caída del 10% en los recursos recibidos, ocupamos el séptimo puesto entre los principales mercados receptores de inversiones internacionales. Tan sólo en el último año, se destinaron a Brasil 65.000 millones de dólares. En lo que a Turismo se refiere, contamos con un alto nivel de aprobación. Tradicionalmente, cerca del 95% de los extranjeros que visitan Brasil afirman que desean volver.

Los Juegos Olímpicos fueron la prueba de lo que somos capaces de hacer si caminamos juntos Gobierno e empresarios. De los casi 11.000 millones de dólares invertidos, un 60% procedieron de la iniciativa privada y 7.200 millones fueron destinados a estructuras que ya quedan en la ciudad para su uso. Un dinero que va a mejorar todavía más la calidad de vida y la experiencia sobre Turismo en Brasil.

Se apunta a España como el país que mejor ha sabido aprovechar las oportunidades generadas por los Juegos y los Paralolímpicos, en su edición de Barcelona, 1992. Con la experiencia acumulada en los Juegos y su reconocida capacidad de gestión, España tiene mucho que aportar a Brasil en este próximo ciclo de prosperidad, con el Turismo como uno de los principales motores del desarrollo.

Cada año, visitan Brasil una media de 160.000 españoles. Esperemos. Nuestra balanza comercial ha movido 5.100 millones en el último año y actualmente ya tenemos relevantes grupos españoles de diversos sectores – entre ellos el turístico – actuando en Brasil, como son Meliá, Iberostar, Zara, Telefónica y Santander. Sé que podemos más. Muy especialmente en el sector de viajes, tenemos la conciencia de que sin España nos resultará más difícil desarrollar todo nuestro potencial.

Marx Beltrão, ministro de Turismo de Brasil