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Cinco historias que cuentan el bache de los países BRICS

Los habitantes de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica afrontan un rosario de dificultades

Un comercio en Yulin, China
Un comercio en Yulin, ChinaSTAFF (REUTERS)
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La crisis cuestiona a los BRICS como potencias emergentes

El desempleo de los brasileños, la devaluación del rublo, el aumento imparable de la deuda china o los problemas de manutención de las infraestructuras surafricanas marcan el difícil día a día de particulares y empresas en esos países. De los países BRICS solo parece salvarse India, con una inflación en general controlada, pero precios elevados en la cesta básica. Así se viven las dificultades económicas en Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica.

Brasil: crece el desempleo, baja el PIB

A la hora de ir a la compra, Quitera de Albuquerque, vendedora de 62 años, ha cambiado lo que le gusta por lo que se puede permitir. "He sustituido todas las marcas, del frijol al detergente. Cuando compro carne, elijo la más barata. La peor, la verdad. Solo miro que tenga el precio más bajo posible", reconoce Quitera, que se pasó 20 trabajando en comercio ambulante. Asegura que ahora "nadie está comprando".

El PIB de Brasil se encogió un 5,4% el primer trimestre de 2016 respecto al período anterior, la octava caída consecutiva. Y el desempleo crece. El último dato, del segundo trimestre del año, es de 11,3%, una cifra crítica para un país que cerró 2013 con solo un 5,4% de paro.

La crisis afecta, entre otros, a la clase media. Acostumbrada a hacerse la manicura una vez por semana, Tatiana Ramos, empleada de recursos humanos de 29 años, ha espaciado las visitas al salón de belleza a una vez cada 15 días. "También estoy esperando más tiempo para cortarme el pelo y teñirme", cuenta. No va a muchos encuentros nocturnos de sus colegas de trabajo y los fines de semana trata de salir solo una noche a bares y fiestas.

Rusia: la devaluación del rublo sacude a la clase media

"Me llamo Iliá Tókarev y pertenezco a la débil clase media rusa. Antes de la caída de los precios del petróleo ganábamos casi 3.000 euros mensuales, que en los peores momentos se vieron reducidos casi a la mitad si los convertíamos a divisas. Esto influyó en el sentido que tuvimos que renunciar a ir de vacaciones al extranjero, como lo veníamos haciendo cinco años seguidos. La crisis del crudo más las sanciones económicas que vinieron al poco tiempo, hicieron que nuestro presupuesto en rublos enflaqueciera también. Primero, me bajaron el sueldo en un 20%, y luego la devaluación del rublo junto a la prohibición de importar alimentos desde la Unión Europea hizo encarecer una serie de productos que fueron reemplazados por otros provenientes de lugares más alejados, exóticos para nosotros, como Sudáfrica o América del Sur. Tenemos un hijo de tres años, y por eso consumimos mucha fruta y verduras. En la última compra, por ejemplo, los limones eran sudafricanos; las peras, argentinas; las manzanas, chilenas. Calculo que debo estar gastando en comida un 25 o un 30% más que antes de la crisis. Pero creo que hemos pasado lo peor, tocamos fondo y uno se ha adaptado. La situación se ha estabilizado y parece que mejora un poco. Estamos como en unos Juegos Olímpicos: nos han dado duro, pero vamos resistiendo. Claro que muchos no comparten mi optimismo: al final, para Rusia todo dependerá de los precios de petróleo".

India: inflación controlada, pero suben los alimentos

"Mis gastos en transporte en India se ha mantenido relativamente estables en el último año, incluso algunas veces los billetes de avión se consiguen más baratos. Viajo bastante entre Nueva Delhi y Chennai (Madrás) y cuando en 2014 pagaba unas 7.000 rupias (92,80 euros) por un billete de ida, ahora puedo conseguirlo por menos de 5.000 rupias (66,30 euros)", explica Vivien Massot, un economista francés afincado en Chennai. Explica que esto se debe a dos razones: al precio estable de los combustibles y que los precios del transporte público, entre ellos el tren, que es uno de los más usados por los indios, es controlado por el Gobierno.

En julio la inflación en transporte fue de 2,02%, y este sector es uno de los que ha ayudado a que la inflación general se mantenga en menos del 6%. Ese fue precisamente uno de los logros de los que más se felicitó el Gobierno en el discurso de 70 aniversario de Independencia, la semana pasada. A pesar de que en julio los precios aumentaron en un 6,07% (la cifra más alta desde agosto de 2014), cuando se esperaba solo 5,9%, todavía está lejos del histórico 11,16 que se alcanzó en noviembre de 2013. Sin embargo, la subida de los precios en la cesta básica ha sido la más difícil de controlar. Los precios de la comida aumentaron en julio en 8,35%, con la mayor subida en las legumbres, como lentejas y garbanzos, (27,53%), el azúcar (21,91%) y las verduras (14,06%). Las cosechas en India dependen en gran medida del monzón y, aunque este año la lluvia ha sido buena, en años anteriores hubo sequías. "Estamos entre dos temporadas de cosecha, porque hay poco suministro y han aumentado los precios", aclara el economista.

China: la deuda ahoga a las empresas

La Corporación de Hierro y Acero de Wuhan ha pasado de ser una de las empresas más potentes de China a la más que probable desaparición en apenas un lustro. Su enorme deuda alcanza los 53.800 millones de yuanes (unos 7.150 millones de euros), un valor que equivale a casi el 70% de sus activos. Con la caída del precio del acero y del hierro en los mercados internacionales y la desaceleración de la economía del país, la empresa vio en 2015 como sus ingresos cayeron más de un 40%. En estas condiciones es virtualmente imposible que la compañía pueda abonar sus préstamos.

La que fuera una de las mayores siderúrgicas del gigante asiático se enfrenta ahora a un duro plan de reestructuración que incluye el despido de 50.000 trabajadores, más del 60% del total. Aunque no se ha anunciado de forma oficial, lo más probable es que sea engullida por Baosteel, otra empresa estatal del sector, para formar un gigante del acero y reducir, al mismo tiempo, el enorme exceso de capacidad de esta industria. De llevarse a cabo la operación, la nueva empresa tendría una capacidad de unas 70 millones de toneladas anuales, más que la producción de Brasil, México y España de forma conjunta.

Sudáfrica: buenas infraestructuras, mala manutención

El crecimiento de Sudáfrica, que según el FMI superó la barrera del 3% en 2011, conllevó una fuerte inversión en infraestructuras, fundamental para la modernizaron el país. Pero ahora la falta de manutención debida al empeoramiento de la economía —el FMI augura para 2016 un flébil crecimiento del 0,1%— pasa factura: "Las interrupciones del suministro de energía son tan frecuentes y de tal envergadura que han penalizado seriamente la producción industrial", asegura Six. Otro factor que ha minado el desarrollo sudafricano, insiste, ha sido "la inestabilidad de las relaciones laborales, que a menudo ha desembocado en huelgas [como la del sector petrolero a principio de este mes] y en violentas manifestaciones". Sin embargo, Duce subraya que el aumento de las exportaciones de oro, un activo refugio ante la actual incertidumbre de los mercados, podría servir como base para una lenta recuperación.

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