Castilla y León impulsa el sector agroalimentario

Castilla y León es la primera productora de queso de España, alberga la fábrica de galletas más grande del país y elabora cerca del 30% del queso nacional. “Pero casi nadie lo sabe”, afirma la consejera de Agricultura y Ganadería de Castilla y León, Silvia Clemente. La comunidad más extensa del país, con 94.226 kilómetros cuadrados de superficie, más del 95% de ellos de naturaleza rural, contribuye con el 10% a la facturación de la industria agroalimentaria nacional. La próxima apuesta del Gobierno regional es el proyecto Futura Alimenta, dirigido a impulsar el sector e incrementar su cifra de negocio en un 9% en los próximos cuatro años, hasta alcanzar los 11.000 millones de euros.

Tierra de Sabor es la marca más grande de Europa, con 4.200 productos

“En una década, nuestra industria agroalimentaria ha crecido un 62%, mientras que en el ámbito nacional se progresaba un 42%”, ejemplifica Clemente. Argumenta que el desenlace positivo se debe en gran parte a la concesión de ayudas públicas, que ha sido capaz de contener las secuelas de una crisis que azotó a todos los sectores sin distinción.

La economía de Castilla y León, así como la del conjunto de España, no ha cosechado buenos resultados en el último lustro. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, el PIB regional se fue debilitando hasta acumular un crecimiento medio negativo del 1,1% entre 2008 y 2013. El año pasado llegó la peor bofetada: la comunidad vio cómo su riqueza retrocedía un 2,1% respecto a 2012, rendimiento que le valió el primer lugar, junto al Principado de Asturias, en cuanto a mayor descenso en la variación del PIB del país.

El sector agrario, sin embargo, fue el único que alardeó de un incremento del 5% en 2013 en la economía regional.

La comunidad contribuye con el 10% a la industria alimentaria nacional

Para dar un espaldarazo a la industria y diseñar las medidas más adecuadas, el Gobierno autonómico encargó un estudio que cuantifica el impacto de las subvenciones recibidas por la agroalimentación entre 2007 y 2012, que fueron de 261 millones de euros. Las conclusiones destacaron que las empresas perceptoras de ayudas experimentaron una disminución del endeudamiento y un crecimiento en las ventas —un 27% frente al 14% del conjunto del sector— más significativos en comparación con las demás. “Los problemas más graves de la industria agroalimentaria han estado ligados a la financiación”, confiesa Clemente. La consejera explica que fue justo la inyección de liquidez la responsable del repunte de la industria, al lograr paliar la contracción del crédito.

El sector, sin embargo, “sigue en una situación delicada: la rentabilidad económica y financiera de las industrias ha sufrido un estancamiento”, explica la consejera. Futura Alimenta, dirigido a cubrir el periodo 2014-2017, con un presupuesto de 393 millones de euros, tiene como “objetivos principales incrementar el volumen de negocio, las exportaciones y el apoyo financiero, y con todo eso crear empleo. Hemos marcado objetivos alcanzables y prudentes, también en función de la evolución apreciada en los últimos 10 años”, indica Clemente.

Debido a los elevados costes que soporta la industria, en particular los sectores cárnico y lácteo, la consejería está manteniendo conversaciones con las entidades financieras para facilitar el acceso al crédito. “Entre 2010 y 2013 pusimos en marcha líneas de préstamo e inyectamos 135 millones de euros a un centenar de empresas”. Ahora, la apuesta se ha doblado, y Clemente explica que el plan prevé proporcionar 250 millones hasta 2017 a unas condiciones más ventajosas, gracias a un acuerdo alcanzado con el Banco Europeo de Inversiones (BEI).

En esta línea, la Consejería de Agricultura y Ganadería ya firmó, el pasado febrero, un acuerdo con CaixaBank. “Queremos que también las entidades comerciales acomoden sus criterios a condiciones parecidas a las del BEI”, adelanta Clemente. Su objetivo es atraer a otros organismos y promover un acuerdo en bloque.

Pero suministrar circulante no es suficiente. El proyecto plasmado por el Gobierno regional se desenvuelve alrededor de siete ejes estratégicos, que incluyen, además de facilidades a la financiación, medidas para fomentar el empleo y el autoempleo, impulsar las exportaciones, potenciar la innovación tecnológica y la formación y proporcionar atención pública a los actores locales. Además, el Gobierno regional quiere seguir fortaleciendo la imagen de Tierra de Sabor, el paraguas bajo el cual se reúnen 846 empresas —correspondientes al 25% de la industria local—, creado en 2009 para distinguir los productos de la zona y garantizar su calidad.

La consejería pretende aumentar las exportaciones un 15%

“Nuestro elemento diferencial es la vinculación entre la materia prima y una marca de alimentos que se llama Tierra de Sabor y que es la más grande de Europa, con 4.200 productos autorizados”, explica Clemente. La consejera asegura que las empresas que se presentan bajo esta etiqueta “acreditan más rentabilidad”. Los datos demuestran que las compañías pertenecientes al grupo aumentaron sus ventas un 17,24% entre 2007 y 2012, tres puntos por encima de las que compitieron solas en el mercado.

En cuanto al número de empleos que generará Futura Alimenta, la consejera prefiere rehuir las cifras. “No las hemos querido cuantificar porque nos parece muy arriesgado”, confiesa. Recuerda, sin embargo, que en poco más de una década (2001-2012), las personas ocupadas en la industria agroalimentaria de Castilla y León crecieron un 21%, hasta alcanzar los 35.691 puestos de trabajo en el último año.

Esta cifra, sin embargo, es inferior a la registrada en 2006, cuando se logró la mayor tasa de ocupados en el sector desde 2001, con más de 38.000 empleos. La partida que Futura Alimenta destinará a la creación de empleos, tanto dependientes como autónomos, se sitúa en 36 millones de euros. Además, la consejería ha asignado 580.000 euros para financiar la formación de los trabajadores y ofrecer oportunidades atractivas para los jóvenes.

El sector agrario fue el único que creció en 2013 en la región

“Castilla y León es la segunda comunidad que más ha invertido en la industria agroalimentaria en los últimos siete años, solo por detrás de Cataluña”, destaca Clemente. “Durante la última década se han concedido 2.800 millones de euros. De ellos, el 57% eran fondos autonómicos; el 26%, comunitarios, y 18%, del Estado”, desglosa la consejera. Clemente aclara que la junta ha privilegiado aquellos sectores que no han tenido el apoyo de la Unión Europea. “Nos ha dado muy buenos resultados, los datos son extraordinarios”, zanja.

Para acelerar el crecimiento, la consejería pretende también dar un empujón a las exportaciones, y aumentar su volumen en un 15%, hasta alcanzar los 1.700 millones de euros. “Vamos a salir al extranjero con Tierra de Sabor como consorcio y, además, como marca de origen”, detalla Clemente. Los primeros pasos ya están hechos. “Estamos presentes en Hispania, un espacio en Londres dedicado a la gastronomía española. En septiembre lanzaremos una acción comercial conjunta con la Cámara de Comercio en el Reino Unido y seguiremos trabajando en este mercado”, asegura la consejera.