Agricultura con valor añadido

El sector agrario navarro constituye un espejo donde se mira el resto del campo español, tanto por su estructura de producción como, sobre todo, por su organización. Frente a lo que sucede en otras latitudes, en la comunidad foral existe un solo sindicato mayoritario, la Unión de Agricultores y Ganaderos, una caja rural fuerte y una potente organización cooperativa. Antaño, Agropecuaria Navarra y hoy, Grupo AN, como cooperativa de segundo grado que va desde los procesos de producción a los de comercialización y transformación, con una amplia gama de industrias agroalimentarias en su seno.

Se trata de un modelo que supone salidas al sector agrario navarro y que, sobre todo, está extendiendo su filosofía y organización a otras comunidades autónomas como País Vasco, La Rioja, Aragón y Castilla y León.

Destina el 70% de sus beneficios al socio y el 30% a reservas y garantías de cobro

Los orígenes del Grupo AN se remontan a 1910, fruto de la unión de 96 cooperativas locales bajo los auspicios de la Federación Católica Social. Durante la dictadura se transformó en la Unión Territorial de Cooperativas del Campo con un crecimiento descontrolado que abocó a la sociedad prácticamente a una situación de quiebra en 1980 con una facturación de 37 millones de euros y 60 trabajadores. La entrada de nuevos equipos gestores en ese año supuso el inicio de una nueva etapa que en la actualidad supone ya una facturación del grupo de 500 millones de euros, más de un millar de empleos directos, unos recursos propios de 57 millones, un total de 137 cooperativas asociadas con más de 23.000 agricultores y ganaderos.

El desarrollo de lo que era Agropecuaria Navarra se ha basado en dos pilares: expansión en varias comunidades autónomas y desarrollo de una política agroindustrial en diferentes sectores de vegetales y ganaderos. Todo ello desde la transparencia en la gestión, en la distribución de los beneficios, 70% para los socios y el 30% para reservas, y en la garantía de cobro.

De las 137 cooperativas que conforman actualmente el grupo, más de cuarenta corresponden a las comunidades autónomas de Aragón, País Vasco, La Rioja y Castilla y León. Este crecimiento en el exterior de la comunidad foral hizo que se sustituyera el nombre de Agropecuaria Navarra por la denominación actual de Grupo AN. La filosofía de la sociedad es dar libertad total a las cooperativas para entrar o salir cada año en el grupo. Quien se halle integrada debe participar con la totalidad de su producción en la actividad que haya elegido. La cuota de entrada en el grupo por socio (cooperativa) es de 500 euros.

En el ámbito de la comercialización de productos agrarios y de los servicios, el Grupo AN es líder en el sector de los cereales con más de un millón de toneladas, sobre todo a raíz de la entrada de cooperativas de Castilla y León. Maneja más de 160.000 toneladas de frutas y hortalizas, 400.000 pollos y 4.000 cerdos por semana, 140.000 toneladas de abonos, 170.000 toneladas de piensos compuestos y 80 millones de litros de carburantes.

El Grupo AN ha sido pionero en el desarrollo de empresas agroindustriales para dar un mayor valor añadido a sus productos y evitar riesgos comerciales, lo que ha contribuido además a asentar población en el medio rural y mejorar el equilibrio territorial. Frente al peso de otros grupos, el Grupo AN ha supuesto una salida para las producciones de los agricultores. En esa línea, el grupo ha promovido el desarrollo de nuevos cultivos en función de la evolución de la demanda, así como los procesos de comercialización y transformación. La inversión media del grupo en los últimos años se sitúa en unos cincuenta millones de euros.

En su estrategia para dar respuesta a las necesidades de los agricultores y ganaderos, la política industrial del grupo abarca todas las actividades. En esa línea, dispone de un grupo de sociedades en el sector de los fabricantes de piensos; en el sector de la industria de frutas y hortalizas; a la actividad tradicional en firmas como Dantza, ha incorporado los productos de la IV y V gama en asociación con Linea Verde Italia con una producción diaria de 40.000 bolsas. En el sector de la industria de la carne, la actuación más importante fue la inversión de 30 millones de euros para la construcción del centro avícola Mélida.

En conjunto, una política integrada desde el campo a la mesa con la concentración de la oferta para tener más fuerza ante la demanda y la venta de productos con más valor añadido como ejes de su actividad.