Moscú advierte del riesgo de un efecto dominó de la crisis chipriota en Europa
Rusia muestra su preocupación por la seguridad de los capitales del país en la Eurozona
La quita a los depósitos bancarios en Chipre “equivale a una expropiación forzada” y está “en contradicción con las bases de la economía moderna y el conjunto de principios de la Unión Europea, como la inviolabilidad de la propiedad privada”, ha manifestado este martes Vladímir Chizhov, el representante permanente del gobierno ruso ante la UE. En una rueda de prensa dedicada la cumbre bilateral prevista para el 21 y 22 de marzo en Moscú, Chizhov ha calificado la decisión de “peligroso precedente” que amenaza con un “efecto dominó” en otros países comunitarios.
Rusia concedió a Chipre un crédito de 2.500 millones de euros en 2011 y, para reestructurarlo, ha llegado este martes a Moscú el ministro de Finanzas chipriota Mijalis Sarris en medio de rumores sobre su dimisión. Los representantes gubernamentales rusos han expresado su malestar porque, pese a la importancia financiera de su país en Chipre (mediante depósitos, filiales bancarias y empresariales, además de inversiones), la UE no sólo no les hizo partícipe del plan para evitar la bancarrota de Nicosia, sino que además concibió decisiones que perjudicaban sus intereses. El lunes, el presidente Vladímir Putin y el jefe del Gobierno Dmitri Medvédev lanzaron duras críticas a la quita chipriota.
Entre la UE y Rusia no ha habido un acuerdo formal de colaboración para evitar la bancarrota de Chipre, afirmó Chizhov. El funcionario señaló, no obstante, que, en los contactos bilaterales y multilaterales de los ministros de finanzas de la Unión Europea y Rusia, se había producido la “comprensión” de que así debía ser. La quita es “una decisión preñada de consecuencias sociales para Chipre y [susceptible de generar] un efecto dominó para la zona europea”, sentenció.
En contra de la percepción común de los no especialistas, para Rusia Chipre no tiene un estatus de paraíso fiscal tras su ingreso en la Unión Europea en 2004, afirmó Chizhov. En ninguno de los cuatro casos anteriores de países con problemas (Irlanda, España, Portugal y Grecia) que pidieron ayuda a la UE se tomaron decisiones que afectaran forzosamente a terceros, puntualizó el funcionario. “Y no se trata de cifras, sino del principio”, sentenció.
Los especialistas rusos tienen actitudes más matizadas que los políticos, que se ven pillados entre sus declaraciones contra el lavado de dinero y la corrupción en Rusia y las amalgamas reales entre los intereses del Estado y los intereses personales de los representantes de la Administración. En una mesa redonda organizada por la agencia Prime (del grupo informativo gubernamental Ría-Nóvosti) expertos financieros criticaron la quita por su carácter de “precedente” y trasgresión de las bases de la economía de mercado y coincidieron en que la confianza en Chipre —y por extensión a la UE— ha sufrido un golpe difícil de reparar, sea cual sea la decisión final sobre los depósitos. Los expertos se mostraron escépticos sobre la posibilidad de que el derrumbe de Chipre como paraíso fiscal propicie el retorno de capitales a Rusia.
El director del departamento de análisis estratégico de la compañía FBK, Igor Nikoláiev, dijo que el proceso de superar los paraísos fiscales en Rusia “no sucede como quisiéramos, ya que el dinero no vuelve a Rusia, sino que se va a otro lado”. “Si antes los negocios sucios rusos usaban Chipre, ahora hay zonas más respetables, como Gibraltar, Las Islas Vírgenes, Luxemburgo y algunos cantones de Suiza”, afirmó Dmitri Miroshnichenko, jefe del Instituto de Desarrollo de la Escuela Superior de Economía. “Gran Bretaña, con su hipertrofiado sector financiero, es hoy el principal aliado de la corrupción en Rusia”, afirmó Miroshnichenko, según el cual ese país se beneficia especialmente del “dinero del sector estatal que es transferido a personas físicas y que sin pagar impuestos se transfiere a paraísos fiscales.”. “Otros países UE también usan el dinero sucio de Rusia con gusto y practican la doble moral y la hipocresía. Si critican la corrupción en Rusia, deberían dar ejemplo y no acoger el capital ruso, pero entonces deberían estar dispuestos a aceptar un descenso del nivel de vida en Europa”, señaló. En 2011 estaba ya claro que Chipre no podría devolver los créditos rusos, dijo Miroshnichenko, según el cual es dudoso que Chipre pueda resolver sus problemas mediante el desarrollo del negocio del gas, entre otras razones, por la indefinición de la propiedad en la ubicación de los yacimientos de hidrocarburos y las posibles reclamaciones de países como Turquía o Israel.
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