El poder adquisitivo de los hogares se hundirá en 2013
El cóctel explosivo del alza de precios y contención salarial provocará una brutal caída de la capacidad de compra. Los sueldos subirán a lo sumo un 0,6% y tarifas e impuestos se disparan más del 3%.
2013 va a empezar con la peor de las combinaciones. Suben los precios de los servicios básicos como la luz o el transporte, se disparan los impuestos y las tasas, muy por encima de la inflación, pero en el lado de los ingresos, asalariados, pensionistas y autónomos se enfrentan, en el mejor de los casos, a la congelación o la rebaja de sus salarios y ventas, cuando no al paro o al cese de la actividad. La consecuencia de este cóctel de inflación y recesión económica será una pérdida generalizada del poder adquisitivo de familias, posiblemente la mayor de la democracia.
Pese a los buenos deseos expresados por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que ha augurado una recuperación a finales de 2013, el comienzo del año será duro para casi todos los colectivos sin excepción, que verán cómo sus ingresos apenas crecen o merman.
Los tres millones de funcionarios tienen su sueldo congelado y nadie puede descartar que no les vayan a suprimir otra vez alguna de las pagas extra. Los nueve millones de jubilados verán cómo sus pensiones suben solo un 1% para los que cobran más de 1.000 euros al mes, o a lo sumo un 2%, para el resto, sin paga compensatoria en enero para compensar la desviación de la inflación.
Los trabajadores del sector privado también perderán poder de compra. Las previsiones más optimistas contemplan subidas salariales del 0,6%, aunque en el día a día de las empresas, las rebajas salariales son cada vez más frecuentes como solución para evitar el cierre o los expedientes de regulación de empleo.
Los nuevos parados, merced al decreto aprobado en julio pasado, también cobrarán menos a partir del sexto mes. Aunque se mantiene el plazo máximo de cobro en 24 meses, la cuantía que perciban se calculará sobre una base reguladora del 50%, en lugar del 60% como hasta ahora. Más difícil aún lo tendrán los que ya hayan cumplido los dos años en situación de desempleo y pierdan la prestación, un colectivo cada vez mayor si se tiene en cuenta que la crisis comenzó a agudizarse en 2009, con despidos masivos incluidos.
Y es que los ingresos de la mayoría de los ciudadanos van a evolucionar muy por debajo del IPC, que el pasado mes de noviembre se situaba en el 2,9% y que se prevé que en el conjunto de 2012 rebase ampliamente el 3%.
Como advirtió la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su último informe, España está aplicando una política de devaluación interna, ganando competitividad mediante rebajas salariales, sin que se traslade esa misma contención en los precios, la otra vía para ser más competitivos.
Esa política se va acentuar en 2013. Aunque no es vinculante, el acuerdo trienal que firmaron la CEOE y los sindicatos contempla subidas salariales de un 0,6% como máximo para este año. Y las últimas cifras sobre los nuevos convenios firmados arrojan ese misma aumento medio. La realidad es aún peor, porque esos índices no recogen las bajadas de sueldos cada vez más frecuentes en muchas compañías ni el efecto de los ERE.
Frente a esa contención o merma de ingresos generalizada en todos los colectivos, subidas como las de la luz, los transportes urbanos, el IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles), las tasas municipales y los impuestos, y la eliminación de desgravaciones como las de la vivienda, conforman un cóctel letal para las economías domésticas.
Entre las escasas buenas noticias con que comienza 2013, los que estén pagando una hipoteca tendrán un respiro, ya que el euríbor, la referencia para fijar la cuota de los préstamos, despide el año en mínimos históricos, el 0,54%, frente al 2% de 2011 (aunque muchas cláusulas suelo invaliden esa rebaja).
También tendrán una oportunidad los que quieran buscar piso. Pese a la subida del IVA, se estima que el precio de la vivienda volverá a caer en 2013, entre un 10% y un 20%. En resumen, hogares y empresas deberán afrontar más gastos en 2013 con los mismos o menos ingresos.
La luz sube pero nadie sabe cuánto
Ya de por sí el recibo de la luz es un galimatías. En 2013 lo será aún más. Y lo que es peor, el consumidor tendrá muy difícil saber cuánto le subirán la factura. El Gobierno ha aprobado un alza mínima del 3% para los consumidores domésticos. Y además entran en vigor los recargos por exceso de consumo. Los usuarios con potencias contratadas entre 3 y 10 kilovatios –la mayoría de los hogares— y que sobrepasen en más de un 10% el consumo medio deberán hacer frente a recargos que podrían encarecer su recibo entre el 1% y el 8 %.
El Ministerio de Industria dice que esos recargos tendrán poco impacto. Las organizaciones de consumidores opinan lo contrario. La OCU dice que el recibo medio subirá un 6%. Y FACUA eleva el alza al 8,3% para un consumidor tipo.Por si fuera poco, a mediados de año podría entrar en vigor una norma para sacar a muchos de los 20 millones de consumidor
Alzas generalizadas del transporte
Moverse en transporte público va a ser mucho más caro en 2013. Con la excusa de reducir el déficit de estos servicios, Renfe va a volver subir Cercanías y Media Distancia (regionales) una media del 3% y aún no ha definido lo que hará con el AVE y Larga Distancia, aunque promete descuentos en determinados casos. El viajero que se quiera mover en autocar lo llevará aún peor. El billete de autobús interurbano registra una subida extraordinaria del 6,07%. Los transportes urbanos también se disparan en las principales ciudades. En Barcelona, por ejemplo, las tarifas del transporte público aumentan una media del 2,7 %, aunque el abono de diez viajes (T-10) sube un 3,7 %.
Las tasas aeroportuarias se incrementan una media del 6,3 %, lo que supone un recargo por plaza de 0,85 euros.Los peajes de las autopistas dependientes del Estado se incrementan una media un 2,4 %, mientras que las de las comunidades.
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