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Bruselas insta a atajar las prácticas fiscales agresivas de las multinacionales

La Comisión se suma a la creciente preocupación por la planificación de las grandes empresas Anima a los socios a hacer una lista con los países que ellos consideren paraísos fiscales

La Comisión Europea ha presentado esta mañana sus recomendaciones para atajar la economía sumergida y el fraude fiscal en Europa, una práctica que según ha recordado el comisario del ramo, Algirdas Semeta, mueve en torno a un billón de euros al año, prácticamente el mismo volumen que la economía española. Entre las propuestas que ha lanzado el Ejecutivo comunitario destaca su petición a los socios de la Unión a atajar las prácticas fiscales agresivas de las grandes empresas que les permite pagar menos impuestos.

Semeta se ha mostrado a favor de que los países tomen medidas en "cuando exista el más mínimo indicio" de que están aprovechando las diferencias normativas entre los países para reducir su factura fiscal. Como Bruselas carece de momento de los instrumentos necesarios para aplacar esta práctica, el comisario ha animado a los socios europeos a reforzar los convenios creados en su día para evitar lo que se conoce como doble imposición, que es pagar dos veces por una misma actividad. Es esta normativa la que aprovechan las empresas con implantación en diferentes países para centralizar su facturación en aquellos países que tiene una menor fiscalidad, como Irlanda o Luxemburgo.

La llamada planificación fiscal de las multinacionales ha movilizado en los últimos meses a varios países europeos, al propio G-20 y a la OCDE. Varias de las compañías acusadas de usar las ventajas de la diversificación geográfica en beneficio propio son algunos de los grandes nombres de Internet como Apple, Google o Amazon, aunque en Reino Unido también han puesto bajo sospecha a la cadena de cafeterías Starbucks.

En opinión del Ejecutivo comunitario, el hecho de que grandes multinacionales de éxito paguen cantidades proporcionalmente muy inferiores a sus ventas en impuestos desligitima el discurso de esfuerzos compartidos que defiende la Comisión. Por este motivo, según ha defendido el comisario, hay que conseguir que las empresas paguen su "cuota justa" por trabajar en un mercado único. Además, aunque sus herramientas sean limitadas, sí ha recordado que existe un código de conducta que permite a los Estados miembros evaluar las prácticas de los demás y exigir correcciones en los regímenes fiscales si resultan perjudiciales. Con vistas al futuro, ha avanzado que van a modificarlo para ampliar su ámbito de aplicación, sobre todo cuando los beneficiados son los más ricos.

El plan de acción de la Comisión incluye 34 medidas y dos recomendaciones que, en su conjunto, crean "una nueva posición de la UE basada en que la competencia fiscal en la Unión no puede abrir puertas a evasores y defraudadores, en opinión de Semeta. En esencia, proponen edificar una posición de fuerza contra terceros países que facilitan esos delitos.

Con este objetivo, han pedido a cada país de la UE que elaboren sus propias listas negras de aquellos Estados que consideren que actúen como paraísos fiscales estén o no en las clasificaciones internacionales que ya existen.

Por otra parte, la Comisión también propone iniciativas como la adopción de un código del contribuyente, la creación de un número de identificación fiscal de la UE, la revisión de las disposiciones contra las prácticas abusivas en directivas europeas claves y la creación de unas directrices comunes para rastrear los flujos de dinero.

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