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Resurgir poético de Fina García Marruz

Varios libros coinciden en rescatar la voz del último premio Reina Sofía

Aunque poco se sabe de ella en España y solo un poco más se ha difundido su obra en América, desde hace siete décadas Fina García Marruz es poeta a tiempo completo y una de las voces más íntimas y exquisitas de la literatura en castellano. Su desdén por figurar es conocido. Pero, cosas de Cuba y de la vida, resulta que ahora le llega el momento de los reconocimientos internacionales y de que su poesía se edite con todos los honores. Tras ser distinguida en primavera con el Premio Reina Sofía de Poesía, la Residencia de Estudiantes y la Universidad de Salamanca publican en estos días cuidadas recopilaciones de su quehacer poético.

Su obra ensayística, voluminosa y prácticamente inédita fuera de Cuba, es rescatada ahora por La isla infinita, nueva colección editorial que dirige el nieto de la poetisa, José Adrían Vitier. En primavera, justamente el día de su 88 cumpleaños, Fina recibió en La Habana la noticia de que había merecido el XX Premio Reina Sofía, convocado conjuntamente por Patrimonio Nacional y la Universidad de Salamanca. Entonces, como ahora, agradeció la distinción con humildad, "como un premio coral a un grupo de poetas y escritores amigos vinculado a Orígenes". Aquella legendaria revista, que dirigió José Lezama Lima (1944-1956) y aglutinó a figuras como Gastón Baquero, Eliseo Diego o Cintio Vitier, compañero de la vida de Fina, fue una carga de profundidad en el panorama literario cubano y a la vez tendió puentes trasatlánticos entre Cuba y la mejor literatura española. La relación fue intensa y hubo vigas maestras como Juan Ramón Jiménez y María Zambrano.

"Es una de las grandes de América y del español", dice Gómez-Navarro

Dentro de su generación la voz de Fina fue siempre la del sentimiento religioso y de lo íntimo. Pero no un intimismo ensimismado, sino consciente del otro y abierto en su profundidad. "No sabes de qué lejos he llegado / a morirme y a estar entre vosotros / y hasta qué punto he sido desterrado / de la mágica tela de los otros...".

Fueron algunos de los versos que leyó Fina en 1998, durante un recital poético en la Residencia de Estudiantes dentro del ciclo Poesía en la Residencia. Alicia Gómez-Navarro, directora de la institución, recuerda que aquella fue una velada mágica y cómo sus versos de cristal dejaron impresionados al auditorio. "Fue siempre una de las grandes poetas de América y del idioma español, lo que es increíble es que todo este tiempo haya sido tan poco conocida".

Aquella lectura de poemas fue relevante por varios motivos. La propia Fina dio una clave al confesar que era la tercera o cuarta vez en toda su vida que ofrecía su voz y su poesía juntas en un recital, ya que siempre le pareció que "el diálogo silencioso con el libro, y sobre todo con esa poesía lírica, se da mejor en la lectura".

De la segunda razón nos damos cuenta hoy: de aquella tarde surgió La voz de Fina García Marruz un libro-CD que acaba de aparecer y recoge lo ocurrido aquel día de verano de 1998. Fina repasó versos de sus tres grandes libros poéticos, Las miradas perdidas, de 1951, Visitaciones, 20 años posterior, y Habana del centro, recopilación de los 90.

Coincidiendo con la entrega del premio Reina Sofía el próximo 21 de noviembre -Fina no viajará a España debido tanto a su edad como a su discreción habitual-, la Universidad de Salamanca también presentará ¿De qué, silencio, eres tú silencio?, una antología con textos de estos tres libros y una docena de poemas inéditos. "Déjame cantar una melodía. En las sombras de la noche. En las sombras del cine. En las sombras", dice uno de estos textos.

Por primera vez en su vida, Fina hizo ella misma una selección de sus versos, lo que confiere a este volumen un interés especial. Según su nieto y editor, José Adrián Vitier, como a muchos miembros del grupo Orígenes "lo que verdaderamente le ha interesado siempre es escribir, lo de publicar fue siempre secundario".

La isla infinita publicará estos días también Juana Borrero y otros ensayos, una recopilación de 14 trabajos que incluye una muy diversa galería de retratos literarios, empezando por el que da nombre al libro y seguido por Juan Rulfo ("untado de desdicha"); San Juan de la Cruz ("oh lámparas de fuego"); Lezama ("no la dureza de la vida, sino la de la luz"); Martí, ("despierto, en medio de la noche"); Shakespeare, ("semejante a un venado herido por muchos príncipes") o Gabriel García Márquez . También personajes como Antonio Gades ("la luz lo recoge del suelo, como a un hijo"); Cantinflas, ("algo de la aparente incongruencia de la vida misma"), o Marilyn Monroe, ("su dorado salvaje y melocotón").

La sola palabra, poema inédito de Fina García Marruz

Poema inédito

Sí, nuestra lengua ha pronunciado

innúmeras palabras.

Nuestra razón se enreda

en laberintos blancos.

Nuestra mente no acierta

a copiar la simplicidad de la luz.

Sí, nuestra lengua sabe

todas las palabras.

Pero el corazón sólo sabe

una sola palabra.

Una sola palabra

ha guardado en la sombra.

"Di una sola palabra

di una sola palabra..."

murmura el alma de los Oficios.

Perdona si hemos

hablado demasiado. Si hemos

defraudado al Amor

que silenciosamente obra.

Tú sabes lo que a través

de toda esta confusión hemos buscado.

Tu qué eres esa sola palabra

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