La reestructuración del sector financiero
El ladrillo ha pasado factura, una dura factura, a las cajas de ahorros más arriesgadas: CatalunyaCaixa, Novacaixagalicia y Unnim (Terrassa, Manlleu y Sabadell), que desde ayer están oficialmente controladas por el Estado.
Miguel Fernández Ordóñez fue ayer más allá de lo que se espera de un gobernador del Banco de España cuando definió a la Caja Mediterráneo (CAM) como "lo peor de lo peor". "Cuanto peor es una caja, vale menos, y la CAM es lo peor de lo peor", espetó para explicar que era posible que se perdiera la inyección pública de 2.800 millones.
Mientras el Banco de España anunciaba la nacionalización de tres cajas de ahorros en Madrid, el presidente del Banco Santander, Emilio Botín, cerraba en Londres la conferencia con inversores y analistas de la entidad prometiendo subidas del beneficio por acción el 10% anual y una mejora del dividendo a partir de 2013.
El Gobierno no se fía del funcionamiento de las subastas de energía, que sirven para fijar la mitad del precio de la electricidad cada trimestre, y ayer pidió a la Comisión Nacional de Energía (CNE) que las investigue. El ministro de Fomento y portavoz, José Blanco, lanzó el mensaje y denunció que la última subida, de la subasta del martes, se situó "muy por encima de lo razonable".
No ha habido "confabulación" pero sí "intereses" de "algunos bancos" colocadores que han frustrado la privatización del 30% del capital de Loterías.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, afirmó ayer, tras entrevistarse con el primer ministro griego, Yorgos Papandreu, que "la caída de Grecia sería la caída de Europa", pero ha proclamado que "la familia europea no permitirá que eso suceda".
El Juzgado de lo Mercantil 1 de Granada ha embargado cautelarmente los bienes de la familia Ruiz-Mateos y dos de sus hijos por importe de 618 millones de euros.