LA FIESTA NACIONAL
La polémica desatada sobre la inmersión lingüística a partir de una resolución judicial marcó ayer la celebración de los actos de la Diada. El presidente de la Generalitat, Artur Mas, advirtió al acabar el acto institucional en el parque de la Ciutadella de Barcelona, junto al Parlament, que ayer, excepcionalmente, no realizaría declaraciones en castellano.
El rechazo al auto del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña sobre la inmersión lingüística hizo de efecto llamada para congregar ayer a unas 10.000 personas -un millar más que el año pasado, según la Guardia Urbana-, en la manifestación por la Diada. Sin embargo, las pancartas y los gritos a favor de la educación en catalán no fueron los únicos.
La ofrenda floral, el pacto exprés de la Constitución, los pitos a los políticos en el monumento a Rafael Casanova y, por encima de todas las cosas, la firme defensa del modelo de inmersión lingüística. Si en 2010 se centró en la repulsa contra la sentencia del Estatuto, ayer giró alrededor de la defensa del catalán en todos los actos, oficiales o no.
La vuelta al cole será más costosa este año para las familias de Sant Cugat del Vallès (Vallès Occidental), que verán incrementado el 407% el recibo del transporte escolar (de 65 euros anuales pasará a 265). Los recortes presupuestarios en educación aplicados por la Generalitat llegan ahora al transporte escolar.