La llegada de turistas de Brasil, Rusia y Colombia se dispara este año

En el centro comercial outlet de La Roca hay personal que habla 20 idiomas. Según Michael Goldenberg, consejero delegado de Value Retail Spain, propietaria de este complejo, es porque más de la mitad de sus clientes son extranjeros. Son su público favorito, porque gastan más. En concreto el 25% de los foráneos que compran allí son asiáticos y el 7% rusos. No solo en este complejo han notado el ascenso de nacionalidades cuya presencia antes era anecdótica. Hoteles y restaurantes también han registrado una elevada presencia de clientes rusos, brasileños y colombianos.

La llegada de rusos en avión ha crecido este año en junio (últimos datos disponibles) más del 50%. Transaero Airlines, Aeroflot Airlines, Kogalimavia, Spanair, Red Wings, Vim Airlines, Nord Wind, Ural Airlines... Todas ofrecen conexiones entre Barcelona y diferentes ciudades del país, algunos regulares y otros chárter. Vueling tiene conexiones diarias con Moscú y tres semanales con San Petersburgo. "Las buenas infraestructuras de comunicaciones tienen un efecto directo sobre la ocupación", señala la consultora Magma Turismo, que apunta que también la llegada de turistas colombianos es destacable este año. En cuanto al mercado brasileño, también los vuelos directos han influido. Según Spanair, en junio el nivel de ocupación medio del vuelo São Paulo-Barcelona-Singapur fue del 85%.De media, cada turista se deja en Cataluña 130 euros al día en su viaje, un 22% más que hace un año. Al tiempo, reduce su estancia y de una media de ocho días por turista se pasa a siete. Los llegados del Reino Unido se han apretado el cinturón y han reducido sus facturas hasta un 6%. ¿De dónde viene el aumento? Por una parte, del turista francés, que sí recupera su nivel de gasto en sus viajes a España. Por otra, los países emergentes son en parte causantes de ello. "De ellos llegan clientes con poder adquisitivo que desean la experiencia del lujo", explica Goldenberg. Por eso, dice, La Roca ha aumentado la frecuencia de los autobuses que trasladan a los turistas de Barcelona a su centro comercial. "Queremos que consideren esa excursión como otra de las actividades que incorporan en su agenda", apunta el directivo. Buscan especialmente a los asiáticos, que no son aficionados a la playa. Casi un tercio de los comercios de Barcelona agrupados en Barcelona Shopping Line también señalan que más de la mitad de sus ventas las realizan a extranjeros.

Según señaló Joan Mesquida, secretario de Turismo, en su última visita oficial a Barcelona, la elevada presencia de rusos se explica en parte por la promoción de la marca Cataluña. Recordó que la Generalitat instaló una oficina de turismo en Rusia "14 años antes de que lo hiciera España" y eso, apuntó, "ha dado sus frutos". Además, en ese país se ha implantado un sistema de agilización de visados para facilitar los trámites y permitir obtener un permiso de multientrada.

A pesar del impulso de viajeros de países lejanos, los ciudadanos de la Unión Europea son quienes más acuden a Cataluña y las llegadas de este origen han aumentado el 8%. El grupo más numeroso sigue siendo el de los británicos, seguido por franceses, italianos y suizos. Magma Turismo dibuja un escenario para este año "ligeramente mejor de lo previsto, con sorpresas procedentes de nuevos mercados". Eso ha permitido, según la consultora Bric Global, que también aumenten las inversiones extranjeras en el negocio hotelero, y en el último año se han registrado seis operaciones en las que han participado fondos de inversión y cadenas patrimonialistas internacionales.

Barcelona ha sabido aprovechar el filón del turismo gay. No en vano la ciudad ocupa un lugar privilegiado entre los destinos preferidos por los homosexuales en Europa. Estos días se celebra el Circuit Festival, un programa de fiestas que se prolongará hasta el 15 de agosto y recibirá a unas 60.000 personas, el 60% de ellas extranjeras, informa Camilo S. Baquero. Según Matinée, el grupo organizador, hoteleros y restauradores facturarán 50 millones de euros en los 11 días de fiesta y calculan un gasto de 200 euros por persona al día, el doble que el resto.